Alimenta tu vida de la Palabra de Dios y recibe vida eterna. Cada día la actualizaremos para su lectura.
"No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." Jesús.
San Mateo 4:4

sábado, 18 de mayo de 2024

DIA 18 DE MAYO - SALMO 112-114



Prosperidad del que teme a Jehová
Aleluya.

Capítulo 112  

1 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová,
Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.

2 Su descendencia será poderosa en la tierra;
La generación de los rectos será bendita.

3 Bienes y riquezas hay en su casa,
Y su justicia permanece para siempre.

4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos;
Es clemente, misericordioso y justo.

5 El hombre de bien tiene misericordia, y presta;
Gobierna sus asuntos con juicio,

6 Por lo cual no resbalará jamás;
En memoria eterna será el justo.

7 No tendrá temor de malas noticias;
Su corazón está firme, confiado en Jehová.

8 Asegurado está su corazón; no temerá,
Hasta que vea en sus enemigos su deseo.

9 Reparte, da a los pobres;
Su justicia permanece para siempre;
Su poder será exaltado en gloria.

10 Lo verá el impío y se irritará;
Crujirá los dientes, y se consumirá.
El deseo de los impíos perecerá.


Dios levanta al pobre
Aleluya.

Capítulo 113  

1 Alabad, siervos de Jehová,
Alabad el nombre de Jehová.

2 Sea el nombre de Jehová bendito
Desde ahora y para siempre.

3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea alabado el nombre de Jehová.

4 Excelso sobre todas las naciones es Jehová,
Sobre los cielos su gloria.

5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios,
Que se sienta en las alturas,

6 Que se humilla a mirar
En el cielo y en la tierra?

7 El levanta del polvo al pobre,
Y al menesteroso alza del muladar,

8 Para hacerlos sentar con los príncipes,
Con los príncipes de su pueblo.

9 El hace habitar en familia a la estéril,
Que se goza en ser madre de hijos.
Aleluya.


Las maravillas del Exodo

Capítulo 114  

1 Cuando salió Israel de Egipto,
La casa de Jacob del pueblo extranjero,

2 Judá vino a ser su santuario,
E Israel su señorío.

3 El mar lo vio, y huyó;
El Jordán se volvió atrás.

4 Los montes saltaron como carneros,
Los collados como corderitos.

5 ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?
¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?

6 Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros,
Y vosotros, collados, como corderitos?

7 A la presencia de Jehová tiembla la tierra,
A la presencia del Dios de Jacob,

8 El cual cambió la peña en estanque de aguas,
Y en fuente de aguas la roca.

viernes, 17 de mayo de 2024

DIA 17 DE MAYO - SALMO 109-111



Clamor de venganza
Al músico principal. Salmo de David.

Capítulo 109  

1 Oh Dios de mi alabanza, no calles;

2 Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto contra mí;
Han hablado de mí con lengua mentirosa;

3 Con palabras de odio me han rodeado,
Y pelearon contra mí sin causa.

4 En pago de mi amor me han sido adversarios;
Mas yo oraba.

5 Me devuelven mal por bien,
Y odio por amor.

6 Pon sobre él al impío,
Y Satanás esté a su diestra.

7 Cuando fuere juzgado, salga culpable;
Y su oración sea para pecado.

8 Sean sus días pocos;
Tome otro su oficio.

9 Sean sus hijos huérfanos,
Y su mujer viuda.

10 Anden sus hijos vagabundos, y mendiguen;
Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.

11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene,
Y extraños saqueen su trabajo.

12 No tenga quien le haga misericordia,
Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.

13 Su posteridad sea destruida;
En la segunda generación sea borrado su nombre.

14 Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres,
Y el pecado de su madre no sea borrado.

15 Estén siempre delante de Jehová,
Y él corte de la tierra su memoria,

16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia,
Y persiguió al hombre afligido y menesteroso,
Al quebrantado de corazón, para darle muerte.

17 Amó la maldición, y ésta le sobrevino;
Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.

18 Se vistió de maldición como de su vestido,
Y entró como agua en sus entrañas,
Y como aceite en sus huesos.

19 Séale como vestido con que se cubra,
Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.

20 Sea este el pago de parte de Jehová a los que me calumnian,
Y a los que hablan mal contra mi alma.

21 Y tú, Jehová, Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre;
Líbrame, porque tu misericordia es buena.

22 Porque yo estoy afligido y necesitado,
Y mi corazón está herido dentro de mí.

23 Me voy como la sombra cuando declina;
Soy sacudido como langosta.

24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno,
Y mi carne desfallece por falta de gordura.

25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio;
Me miraban, y burlándose meneaban su cabeza.

26 Ayúdame, Jehová Dios mío;
Sálvame conforme a tu misericordia.

27 Y entiendan que esta es tu mano;
Que tú, Jehová, has hecho esto.

28 Maldigan ellos, pero bendice tú;
Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.

29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian;
Sean cubiertos de confusión como con manto.

30 Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca,
Y en medio de muchos le alabaré.

31 Porque él se pondrá a la diestra del pobre,
Para librar su alma de los que le juzgan.


Jehová da dominio al rey
Salmo de David.

Capítulo 110  

1 Jehová dijo a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

2 Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder;
Domina en medio de tus enemigos.

3 Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder,
En la hermosura de la santidad.
Desde el seno de la aurora
Tienes tú el rocío de tu juventud.

4 Juró Jehová, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec.

5 El Señor está a tu diestra;
Quebrantará a los reyes en el día de su ira.

6 Juzgará entre las naciones,
Las llenará de cadáveres;
Quebrantará las cabezas en muchas tierras.

7 Del arroyo beberá en el camino,
Por lo cual levantará la cabeza.


Dios cuida de su pueblo
Aleluya.

Capítulo 111  

1 Alabaré a Jehová con todo el corazón
En la compañía y congregación de los rectos.

2 Grandes son las obras de Jehová,
Buscadas de todos los que las quieren.

3 Gloria y hermosura es su obra,
Y su justicia permanece para siempre.

4 Ha hecho memorables sus maravillas;
Clemente y misericordioso es Jehová.

5 Ha dado alimento a los que le temen;
Para siempre se acordará de su pacto.

6 El poder de sus obras manifestó a su pueblo,
Dándole la heredad de las naciones.

7 Las obras de sus manos son verdad y juicio;
Fieles son todos sus mandamientos,

8 Afirmados eternamente y para siempre,
Hechos en verdad y en rectitud.

9 Redención ha enviado a su pueblo;
Para siempre ha ordenado su pacto;
Santo y temible es su nombre.

10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;
Su loor permanece para siempre.

jueves, 16 de mayo de 2024

DIA 16 DE MAYO - SALMO 106-108



La rebeldía de Israel

Capítulo 106  

1 Aleluya.
Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.

2 ¿Quién expresará las poderosas obras de Jehová?
¿Quién contará sus alabanzas?

3 Dichosos los que guardan juicio,
Los que hacen justicia en todo tiempo.

4 Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo;
Visítame con tu salvación,

5 Para que yo vea el bien de tus escogidos,
Para que me goce en la alegría de tu nación,
Y me gloríe con tu heredad.

6 Pecamos nosotros, como nuestros padres;
Hicimos iniquidad, hicimos impiedad.

7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas;
No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias,
Sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.

8 Pero él los salvó por amor de su nombre,
Para hacer notorio su poder.

9 Reprendió al Mar Rojo y lo secó,
Y les hizo ir por el abismo como por un desierto.

10 Los salvó de mano del enemigo,
Y los rescató de mano del adversario.

11 Cubrieron las aguas a sus enemigos;
No quedó ni uno de ellos.

12 Entonces creyeron a sus palabras
Y cantaron su alabanza.

13 Bien pronto olvidaron sus obras;
No esperaron su consejo.

14 Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto;
Y tentaron a Dios en la soledad.

15 Y él les dio lo que pidieron;
Mas envió mortandad sobre ellos.

16 Tuvieron envidia de Moisés en el campamento,
Y contra Aarón, el santo de Jehová.

17 Entonces se abrió la tierra y tragó a Datán,
Y cubrió la compañía de Abiram.

18 Y se encendió fuego en su junta;
La llama quemó a los impíos.

19 Hicieron becerro en Horeb,
Se postraron ante una imagen de fundición.

20 Así cambiaron su gloria
Por la imagen de un buey que come hierba.

21 Olvidaron al Dios de su salvación,
Que había hecho grandezas en Egipto,

22 Maravillas en la tierra de Cam,
Cosas formidables sobre el Mar Rojo.

23 Y trató de destruirlos,
De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de él,
A fin de apartar su indignación para que no los destruyese.

24 Pero aborrecieron la tierra deseable;
No creyeron a su palabra,

25 Antes murmuraron en sus tiendas,
Y no oyeron la voz de Jehová.

26 Por tanto, alzó su mano contra ellos
Para abatirlos en el desierto,

27 Y humillar su pueblo entre las naciones,
Y esparcirlos por las tierras.

28 Se unieron asimismo a Baal-peor,
Y comieron los sacrificios de los muertos.

29 Provocaron la ira de Dios con sus obras,
Y se desarrolló la mortandad entre ellos.

30 Entonces se levantó Finees e hizo juicio,
Y se detuvo la plaga;

31 Y le fue contado por justicia
De generación en generación para siempre.

32 También le irritaron en las aguas de Meriba;
Y le fue mal a Moisés por causa de ellos,

33 Porque hicieron rebelar a su espíritu,
Y habló precipitadamente con sus labios.

34 No destruyeron a los pueblos
Que Jehová les dijo;

35 Antes se mezclaron con las naciones,
Y aprendieron sus obras,

36 Y sirvieron a sus ídolos,
Los cuales fueron causa de su ruina.

37 Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios,

38 Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas,
Que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán,
Y la tierra fue contaminada con sangre.

39 Se contaminaron así con sus obras,
Y se prostituyeron con sus hechos.

40 Se encendió, por tanto, el furor de Jehová sobre su pueblo,
Y abominó su heredad;

41 Los entregó en poder de las naciones,
Y se enseñorearon de ellos los que les aborrecían.

42 Sus enemigos los oprimieron,
Y fueron quebrantados debajo de su mano.

43 Muchas veces los libró;
Mas ellos se rebelaron contra su consejo,
Y fueron humillados por su maldad.

44 Con todo, él miraba cuando estaban en angustia,
Y oía su clamor;

45 Y se acordaba de su pacto con ellos,
Y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.

46 Hizo asimismo que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.

47 Sálvanos, Jehová Dios nuestro,
Y recógenos de entre las naciones,
Para que alabemos tu santo nombre,
Para que nos gloriemos en tus alabanzas.

48 Bendito Jehová Dios de Israel,
Desde la eternidad y hasta la eternidad;
Y diga todo el pueblo, Amén.
Aleluya.


Dios libra de la aflicción

Capítulo 107  

1 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.

2 Díganlo los redimidos de Jehová,
Los que ha redimido del poder del enemigo,

3 Y los ha congregado de las tierras,
Del oriente y del occidente,
Del norte y del sur.

4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino,
Sin hallar ciudad en donde vivir.

5 Hambrientos y sedientos,
Su alma desfallecía en ellos.

6 Entonces clamaron a Jehová en su angustia,
Y los libró de sus aflicciones.

7 Los dirigió por camino derecho,
Para que viniesen a ciudad habitable.

8 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

9 Porque sacia al alma menesterosa,
Y llena de bien al alma hambrienta.

10 Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte,
Aprisionados en aflicción y en hierros,

11 Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová,
Y aborrecieron el consejo del Altísimo.

12 Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones;
Cayeron, y no hubo quien los ayudase.

13 Luego que clamaron a Jehová en su angustia,
Los libró de sus aflicciones;

14 Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte,
Y rompió sus prisiones.

15 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

16 Porque quebrantó las puertas de bronce,
Y desmenuzó los cerrojos de hierro.

17 Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión
Y a causa de sus maldades;

18 Su alma abominó todo alimento,
Y llegaron hasta las puertas de la muerte.

19 Pero clamaron a Jehová en su angustia,
Y los libró de sus aflicciones.

20 Envió su palabra, y los sanó,
Y los libró de su ruina.

21 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres;

22 Ofrezcan sacrificios de alabanza,
Y publiquen sus obras con júbilo.

23 Los que descienden al mar en naves,
Y hacen negocio en las muchas aguas,

24 Ellos han visto las obras de Jehová,
Y sus maravillas en las profundidades.

25 Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso,
Que encrespa sus ondas.

26 Suben a los cielos, descienden a los abismos;
Sus almas se derriten con el mal.

27 Tiemblan y titubean como ebrios,
Y toda su ciencia es inútil.

28 Entonces claman a Jehová en su angustia,
Y los libra de sus aflicciones.

29 Cambia la tempestad en sosiego,
Y se apaciguan sus ondas.

30 Luego se alegran, porque se apaciguaron;
Y así los guía al puerto que deseaban.

31 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

32 Exáltenlo en la congregación del pueblo,
Y en la reunión de ancianos lo alaben.

33 El convierte los ríos en desierto,
Y los manantiales de las aguas en sequedales;

34 La tierra fructífera en estéril,
Por la maldad de los que la habitan.

35 Vuelve el desierto en estanques de aguas,
Y la tierra seca en manantiales.

36 Allí establece a los hambrientos,
Y fundan ciudad en donde vivir.

37 Siembran campos, y plantan viñas,
Y rinden abundante fruto.

38 Los bendice, y se multiplican en gran manera;
Y no disminuye su ganado.

39 Luego son menoscabados y abatidos
A causa de tiranía, de males y congojas.

40 El esparce menosprecio sobre los príncipes,
Y les hace andar perdidos, vagabundos y sin camino.

41 Levanta de la miseria al pobre,
Y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas.

42 Véanlo los rectos, y alégrense,
Y todos los malos cierren su boca.

43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas,
Y entenderá las misericordias de Jehová?


Petición de ayuda contra el enemigo
(Sal. 57.7-11; 60.5-12)
Cántico. Salmo de David.

Capítulo 108  

1 Mi corazón está dispuesto, oh Dios;
Cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria.

2 Despiértate, salterio y arpa;
Despertaré al alba.

3 Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos;
A ti cantaré salmos entre las naciones.

4 Porque más grande que los cielos es tu misericordia,
Y hasta los cielos tu verdad.

5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios,
Y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria.

6 Para que sean librados tus amados,
Salva con tu diestra y respóndeme.

7 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

8 Mío es Galaad, mío es Manasés,
Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.

9 Moab, la vasija para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Me regocijaré sobre Filistea.

10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?

11 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,
Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?

12 Danos socorro contra el adversario,
Porque vana es la ayuda del hombre.

13 En Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.

miércoles, 15 de mayo de 2024

DIA 15 DE MAYO - SALMO 103-105



Alabanza por las bendiciones de Dios
Salmo de David.

Capítulo 103  

1 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y bendiga todo mi ser su santo nombre.

2 Bendice, alma mía, a Jehová,
Y no olvides ninguno de sus beneficios.

3 El es quien perdona todas tus iniquidades,
El que sana todas tus dolencias;

4 El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;

5 El que sacia de bien tu boca
De modo que te rejuvenezcas como el águila.

6 Jehová es el que hace justicia
Y derecho a todos los que padecen violencia.

7 Sus caminos notificó a Moisés,
Y a los hijos de Israel sus obras.

8 Misericordioso y clemente es Jehová;
Lento para la ira, y grande en misericordia.

9 No contenderá para siempre,
Ni para siempre guardará el enojo.

10 No ha hecho con nosotros conforme a nuestras iniquidades,
Ni nos ha pagado conforme a nuestros pecados.

11 Porque como la altura de los cielos sobre la tierra,
Engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

12 Cuanto está lejos el oriente del occidente,
Hizo alejar de nosotros nuestras rebeliones.

13 Como el padre se compadece de los hijos,
Se compadece Jehová de los que le temen.

14 Porque él conoce nuestra condición;
Se acuerda de que somos polvo.

15 El hombre, como la hierba son sus días;
Florece como la flor del campo,

16 Que pasó el viento por ella, y pereció,
Y su lugar no la conocerá más.

17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternidad y hasta la eternidad sobre los que le temen,
Y su justicia sobre los hijos de los hijos;

18 Sobre los que guardan su pacto,
Y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

19 Jehová estableció en los cielos su trono,
Y su reino domina sobre todos.

20 Bendecid a Jehová, vosotros sus ángeles,
Poderosos en fortaleza, que ejecutáis su palabra,
Obedeciendo a la voz de su precepto.

21 Bendecid a Jehová, vosotros todos sus ejércitos,
Ministros suyos, que hacéis su voluntad.

22 Bendecid a Jehová, vosotras todas sus obras,
En todos los lugares de su señorío.
Bendice, alma mía, a Jehová.


Dios cuida de su creación

Capítulo 104  

1 Bendice, alma mía, a Jehová.
Jehová Dios mío, mucho te has engrandecido;
Te has vestido de gloria y de magnificencia.

2 El que se cubre de luz como de vestidura,
Que extiende los cielos como una cortina,

3 Que establece sus aposentos entre las aguas,
El que pone las nubes por su carroza,
El que anda sobre las alas del viento;

4 El que hace a los vientos sus mensajeros,
Y a las flamas de fuego sus ministros.

5 El fundó la tierra sobre sus cimientos;
No será jamás removida.

6 Con el abismo, como con vestido, la cubriste;
Sobre los montes estaban las aguas.

7 A tu reprensión huyeron;
Al sonido de tu trueno se apresuraron;

8 Subieron los montes, descendieron los valles,
Al lugar que tú les fundaste.

9 Les pusiste término, el cual no traspasarán,
Ni volverán a cubrir la tierra.

10 Tú eres el que envía las fuentes por los arroyos;
Van entre los montes;

11 Dan de beber a todas las bestias del campo;
Mitigan su sed los asnos monteses.

12 A sus orillas habitan las aves de los cielos;
Cantan entre las ramas.

13 El riega los montes desde sus aposentos;
Del fruto de sus obras se sacia la tierra.

14 El hace producir el heno para las bestias,
Y la hierba para el servicio del hombre,
Sacando el pan de la tierra,

15 Y el vino que alegra el corazón del hombre,
El aceite que hace brillar el rostro,
Y el pan que sustenta la vida del hombre.

16 Se llenan de savia los árboles de Jehová,
Los cedros del Líbano que él plantó.

17 Allí anidan las aves;
En las hayas hace su casa la cigüeña.

18 Los montes altos para las cabras monteses;
Las peñas, madrigueras para los conejos.

19 Hizo la luna para los tiempos;
El sol conoce su ocaso.

20 Pones las tinieblas, y es la noche;
En ella corretean todas las bestias de la selva.

21 Los leoncillos rugen tras la presa,
Y para buscar de Dios su comida.

22 Sale el sol, se recogen,
Y se echan en sus cuevas.

23 Sale el hombre a su labor,
Y a su labranza hasta la tarde.

24 ¡Cuán innumerables son tus obras, oh Jehová!
Hiciste todas ellas con sabiduría;
La tierra está llena de tus beneficios.

25 He allí el grande y anchuroso mar,
En donde se mueven seres innumerables,
Seres pequeños y grandes.

26 Allí andan las naves;
Allí este leviatán que hiciste para que jugase en él.

27 Todos ellos esperan en ti,
Para que les des su comida a su tiempo.

28 Les das, recogen;
Abres tu mano, se sacian de bien.

29 Escondes tu rostro, se turban;
Les quitas el hálito, dejan de ser,
Y vuelven al polvo.

30 Envías tu Espíritu, son creados,
Y renuevas la faz de la tierra.

31 Sea la gloria de Jehová para siempre;
Alégrese Jehová en sus obras.

32 El mira a la tierra, y ella tiembla;
Toca los montes, y humean.

33 A Jehová cantaré en mi vida;
A mi Dios cantaré salmos mientras viva.

34 Dulce será mi meditación en él;
Yo me regocijaré en Jehová.

35 Sean consumidos de la tierra los pecadores,
Y los impíos dejen de ser.
Bendice, alma mía, a Jehová.
Aleluya.


Maravillas de Jehová a favor de Israel
(1 Cr. 16.7-22)

Capítulo 105  

1 Alabad a Jehová, invocad su nombre;
Dad a conocer sus obras en los pueblos.

2 Cantadle, cantadle salmos;
Hablad de todas sus maravillas.

3 Gloriaos en su santo nombre;
Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.

4 Buscad a Jehová y su poder;
Buscad siempre su rostro.

5 Acordaos de las maravillas que él ha hecho,
De sus prodigios y de los juicios de su boca,

6 Oh vosotros, descendencia de Abraham su siervo,
Hijos de Jacob, sus escogidos.

7 El es Jehová nuestro Dios;
En toda la tierra están sus juicios.

8 Se acordó para siempre de su pacto;
De la palabra que mandó para mil generaciones,

9 La cual concertó con Abraham,
Y de su juramento a Isaac.

10 La estableció a Jacob por decreto,
A Israel por pacto sempiterno,

11 Diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán
Como porción de vuestra heredad.

12 Cuando ellos eran pocos en número,
Y forasteros en ella,

13 Y andaban de nación en nación,
De un reino a otro pueblo,

14 No consintió que nadie los agraviase,
Y por causa de ellos castigó a los reyes.

15 No toquéis, dijo, a mis ungidos,
Ni hagáis mal a mis profetas.

16 Trajo hambre sobre la tierra,
Y quebrantó todo sustento de pan.

17 Envió un varón delante de ellos;
A José, que fue vendido por siervo.

18 Afligieron sus pies con grillos;
En cárcel fue puesta su persona.

19 Hasta la hora que se cumplió su palabra,
El dicho de Jehová le probó.

20 Envió el rey, y le soltó;
El señor de los pueblos, y le dejó ir libre.

21 Lo puso por señor de su casa,
Y por gobernador de todas sus posesiones,

22 Para que reprimiera a sus grandes como él quisiese,
Y a sus ancianos enseñara sabiduría.

23 Después entró Israel en Egipto,
Y Jacob moró en la tierra de Cam.

24 Y multiplicó su pueblo en gran manera,
Y lo hizo más fuerte que sus enemigos.

25 Cambió el corazón de ellos para que aborreciesen a su pueblo,
Para que contra sus siervos pensasen mal.

26 Envió a su siervo Moisés,
Y a Aarón, al cual escogió.

27 Puso en ellos las palabras de sus señales,
Y sus prodigios en la tierra de Cam.

28 Envió tinieblas que lo oscurecieron todo;
No fueron rebeldes a su palabra.

29 Volvió sus aguas en sangre,
Y mató sus peces.

30 Su tierra produjo ranas
Hasta en las cámaras de sus reyes.

31 Habló, y vinieron enjambres de moscas,
Y piojos en todos sus términos.

32 Les dio granizo por lluvia,
Y llamas de fuego en su tierra.

33 Destrozó sus viñas y sus higueras,
Y quebró los árboles de su territorio.

34 Habló, y vinieron langostas,
Y pulgón sin número;

35 Y comieron toda la hierba de su país,
Y devoraron el fruto de su tierra.

36 Hirió de muerte a todos los primogénitos en su tierra,
Las primicias de toda su fuerza.

37 Los sacó con plata y oro;
Y no hubo en sus tribus enfermo.

38 Egipto se alegró de que salieran,
Porque su terror había caído sobre ellos.

39 Extendió una nube por cubierta,
Y fuego para alumbrar la noche.

40 Pidieron, e hizo venir codornices;
Y los sació de pan del cielo.

41 Abrió la peña, y fluyeron aguas;
Corrieron por los sequedales como un río.

42 Porque se acordó de su santa palabra
Dada a Abraham su siervo.

43 Sacó a su pueblo con gozo;
Con júbilo a sus escogidos.

44 Les dio las tierras de las naciones,
Y las labores de los pueblos heredaron;

45 Para que guardasen sus estatutos,
Y cumpliesen sus leyes.
Aleluya.

martes, 14 de mayo de 2024

DIA 14 DE MAYO - SALMO 100-102



Exhortación a la gratitud

Salmo de alabanza.

Capítulo 100  

1 Cantad alegres a Dios, habitantes de toda la tierra.

2 Servid a Jehová con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo.

3 Reconoced que Jehová es Dios;
El nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos;
Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

4 Entrad por sus puertas con acción de gracias,
Por sus atrios con alabanza;
Alabadle, bendecid su nombre.

5 Porque Jehová es bueno; para siempre es su misericordia,
Y su verdad por todas las generaciones.


Promesa de vivir rectamente
Salmo de David.

Capítulo 101  

1 Misericordia y juicio cantaré;
A ti cantaré yo, oh Jehová.

2 Entenderé el camino de la perfección
Cuando vengas a mí.
En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa.

3 No pondré delante de mis ojos cosa injusta.
Aborrezco la obra de los que se desvían;
Ninguno de ellos se acercará a mí.

4 Corazón perverso se apartará de mí;
No conoceré al malvado.

5 Al que solapadamente infama a su prójimo, yo lo destruiré;
No sufriré al de ojos altaneros y de corazón vanidoso.

6 Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo;
El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.

7 No habitará dentro de mi casa el que hace fraude;
El que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos.

8 De mañana destruiré a todos los impíos de la tierra,
Para exterminar de la ciudad de Jehová a todos los que hagan iniquidad.


Oración de un afligido
Oración del que sufre, cuando está angustiado, y delante de Jehová derrama su lamento.

Capítulo 102  

1 Jehová, escucha mi oración,
Y llegue a ti mi clamor.

2 No escondas de mí tu rostro en el día de mi angustia;
Inclina a mí tu oído;
Apresúrate a responderme el día que te invocare.

3 Porque mis días se han consumido como humo,
Y mis huesos cual tizón están quemados.

4 Mi corazón está herido, y seco como la hierba,
Por lo cual me olvido de comer mi pan.

5 Por la voz de mi gemido
Mis huesos se han pegado a mi carne.

6 Soy semejante al pelícano del desierto;
Soy como el búho de las soledades;

7 Velo, y soy
Como el pájaro solitario sobre el tejado.

8 Cada día me afrentan mis enemigos;
Los que contra mí se enfurecen, se han conjurado contra mí.

9 Por lo cual yo como ceniza a manera de pan,
Y mi bebida mezclo con lágrimas,

10 A causa de tu enojo y de tu ira;
Pues me alzaste, y me has arrojado.

11 Mis días son como sombra que se va,
Y me he secado como la hierba.

12 Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre,
Y tu memoria de generación en generación.

13 Te levantarás y tendrás misericordia de Sion,
Porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado.

14 Porque tus siervos aman sus piedras,
Y del polvo de ella tienen compasión.

15 Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová,
Y todos los reyes de la tierra tu gloria;

16 Por cuanto Jehová habrá edificado a Sion,
Y en su gloria será visto;

17 Habrá considerado la oración de los desvalidos,
Y no habrá desechado el ruego de ellos.

18 Se escribirá esto para la generación venidera;
Y el pueblo que está por nacer alabará a JAH,

19 Porque miró desde lo alto de su santuario;
Jehová miró desde los cielos a la tierra,

20 Para oír el gemido de los presos,
Para soltar a los sentenciados a muerte;

21 Para que publique en Sion el nombre de Jehová,
Y su alabanza en Jerusalén,

22 Cuando los pueblos y los reinos se congreguen
En uno para servir a Jehová.

23 El debilitó mi fuerza en el camino;
Acortó mis días.

24 Dije: Dios mío, no me cortes en la mitad de mis días;
Por generación de generaciones son tus años.

25 Desde el principio tú fundaste la tierra,
Y los cielos son obra de tus manos.

26 Ellos perecerán, mas tú permanecerás;
Y todos ellos como una vestidura se envejecerán;
Como un vestido los mudarás, y serán mudados;

27 Pero tú eres el mismo,
Y tus años no se acabarán.

28 Los hijos de tus siervos habitarán seguros,
Y su descendencia será establecida delante de ti.

lunes, 13 de mayo de 2024

DIA 13 DE MAYO - SALMO 97-99



El dominio y el poder de Jehová

Capítulo 97  

1 Jehová reina; regocíjese la tierra,
Alégrense las muchas costas.

2 Nubes y oscuridad alrededor de él;
Justicia y juicio son el cimiento de su trono.

3 Fuego irá delante de él,
Y abrasará a sus enemigos alrededor.

4 Sus relámpagos alumbraron el mundo;
La tierra vio y se estremeció.

5 Los montes se derritieron como cera delante de Jehová,
Delante del Señor de toda la tierra.

6 Los cielos anunciaron su justicia,
Y todos los pueblos vieron su gloria.

7 Avergüéncense todos los que sirven a las imágenes de talla,
Los que se glorían en los ídolos.
Póstrense a él todos los dioses.

8 Oyó Sion, y se alegró;
Y las hijas de Judá,
Oh Jehová, se gozaron por tus juicios.

9 Porque tú, Jehová, eres excelso sobre toda la tierra;
Eres muy exaltado sobre todos los dioses.

10 Los que amáis a Jehová, aborreced el mal;
El guarda las almas de sus santos;
De mano de los impíos los libra.

11 Luz está sembrada para el justo,
Y alegría para los rectos de corazón.

12 Alegraos, justos, en Jehová,
Y alabad la memoria de su santidad.


Alabanza por la justicia de Dios

Salmo.

Capítulo 98  

1 Cantad a Jehová cántico nuevo,
Porque ha hecho maravillas;
Su diestra lo ha salvado, y su santo brazo.

2 Jehová ha hecho notoria su salvación;
A vista de las naciones ha descubierto su justicia.

3 Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel;
Todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.

4 Cantad alegres a Jehová, toda la tierra;
Levantad la voz, y aplaudid, y cantad salmos.

5 Cantad salmos a Jehová con arpa;
Con arpa y voz de cántico.

6 Aclamad con trompetas y sonidos de bocina,
Delante del rey Jehová.

7 Brame el mar y su plenitud,
El mundo y los que en él habitan;

8 Los ríos batan las manos,
Los montes todos hagan regocijo

9 Delante de Jehová, porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud.


Fidelidad de Jehová para con Israel

Capítulo 99  

1 Jehová reina; temblarán los pueblos.
El está sentado sobre los querubines, se conmoverá la tierra.

2 Jehová en Sion es grande,
Y exaltado sobre todos los pueblos.

3 Alaben tu nombre grande y temible;
El es santo.

4 Y la gloria del rey ama el juicio;
Tú confirmas la rectitud;
Tú has hecho en Jacob juicio y justicia.

5 Exaltad a Jehová nuestro Dios,
Y postraos ante el estrado de sus pies;
El es santo.

6 Moisés y Aarón entre sus sacerdotes,
Y Samuel entre los que invocaron su nombre;
Invocaban a Jehová, y él les respondía.

7 En columna de nube hablaba con ellos;
Guardaban sus testimonios, y el estatuto que les había dado.

8 Jehová Dios nuestro, tú les respondías;
Les fuiste un Dios perdonador,
Y retribuidor de sus obras.

9 Exaltad a Jehová nuestro Dios,
Y postraos ante su santo monte,
Porque Jehová nuestro Dios es santo.

domingo, 12 de mayo de 2024

DIA 12 DE MAYO - SALMO 94-96



Oración clamando por venganza

Capítulo 94  

1 Jehová, Dios de las venganzas,
Dios de las venganzas, muéstrate.

2 Engrandécete, oh Juez de la tierra;
Da el pago a los soberbios.

3 ¿Hasta cuándo los impíos,
Hasta cuándo, oh Jehová, se gozarán los impíos?

4 ¿Hasta cuándo pronunciarán, hablarán cosas duras,
Y se vanagloriarán todos los que hacen iniquidad?

5 A tu pueblo, oh Jehová, quebrantan,
Y a tu heredad afligen.

6 A la viuda y al extranjero matan,
Y a los huérfanos quitan la vida.

7 Y dijeron: No verá JAH,
Ni entenderá el Dios de Jacob.

8 Entended, necios del pueblo;
Y vosotros, fatuos, ¿cuándo seréis sabios?

9 El que hizo el oído, ¿no oirá?
El que formó el ojo, ¿no verá?

10 El que castiga a las naciones, ¿no reprenderá?
¿No sabrá el que enseña al hombre la ciencia?

11 Jehová conoce los pensamientos de los hombres,
Que son vanidad.

12 Bienaventurado el hombre a quien tú, JAH, corriges,
Y en tu ley lo instruyes,

13 Para hacerle descansar en los días de aflicción,
En tanto que para el impío se cava el hoyo.

14 Porque no abandonará Jehová a su pueblo,
Ni desamparará su heredad,

15 Sino que el juicio será vuelto a la justicia,
Y en pos de ella irán todos los rectos de corazón.

16 ¿Quién se levantará por mí contra los malignos?
¿Quién estará por mí contra los que hacen iniquidad?

17 Si no me ayudara Jehová,
Pronto moraría mi alma en el silencio.

18 Cuando yo decía: Mi pie resbala,
Tu misericordia, oh Jehová, me sustentaba.

19 En la multitud de mis pensamientos dentro de mí,
Tus consolaciones alegraban mi alma.

20 ¿Se juntará contigo el trono de iniquidades
Que hace agravio bajo forma de ley?

21 Se juntan contra la vida del justo,
Y condenan la sangre inocente.

22 Mas Jehová me ha sido por refugio,
Y mi Dios por roca de mi confianza.

23 Y él hará volver sobre ellos su iniquidad,
Y los destruirá en su propia maldad;


Los destruirá Jehová nuestro Dios.

Cántico de alabanza y de adoración

Capítulo 95  

1 Venid, aclamemos alegremente a Jehová;
Cantemos con júbilo a la roca de nuestra salvación.

2 Lleguemos ante su presencia con alabanza;
Aclamémosle con cánticos.

3 Porque Jehová es Dios grande,
Y Rey grande sobre todos los dioses.

4 Porque en su mano están las profundidades de la tierra,
Y las alturas de los montes son suyas.

5 Suyo también el mar, pues él lo hizo;
Y sus manos formaron la tierra seca.

6 Venid, adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.

7 Porque él es nuestro Dios;
Nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano.
Si oyereis hoy su voz,

8 No endurezcáis vuestro corazón, como en Meriba,
Como en el día de Masah en el desierto,

9 Donde me tentaron vuestros padres,
Me probaron, y vieron mis obras.

10 Cuarenta años estuve disgustado con la nación,
Y dije: Pueblo es que divaga de corazón,
Y no han conocido mis caminos.

11 Por tanto, juré en mi furor
Que no entrarían en mi reposo.


Cántico de alabanza

(1 Cr. 16.23-33)

Capítulo 96  

1 Cantad a Jehová cántico nuevo;
Cantad a Jehová, toda la tierra.

2 Cantad a Jehová, bendecid su nombre;
Anunciad de día en día su salvación.

3 Proclamad entre las naciones su gloria,
En todos los pueblos sus maravillas.

4 Porque grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;
Temible sobre todos los dioses.

5 Porque todos los dioses de los pueblos son ídolos;
Pero Jehová hizo los cielos.

6 Alabanza y magnificencia delante de él;
Poder y gloria en su santuario.

7 Tributad a Jehová, oh familias de los pueblos,
Dad a Jehová la gloria y el poder.

8 Dad a Jehová la honra debida a su nombre;
Traed ofrendas, y venid a sus atrios.

9 Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad;
Temed delante de él, toda la tierra.

10 Decid entre las naciones: Jehová reina.
También afirmó el mundo, no será conmovido;
Juzgará a los pueblos en justicia.

11 Alégrense los cielos, y gócese la tierra;
Brame el mar y su plenitud.

12 Regocíjese el campo, y todo lo que en él está;
Entonces todos los árboles del bosque rebosarán de contento,

13 Delante de Jehová que vino;
Porque vino a juzgar la tierra.
Juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con su verdad.

sábado, 11 de mayo de 2024

DIA 11 DE MAYO - SALMO 91-93



Morando bajo la sombra del Omnipotente

Capítulo 91  

1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.

2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.

3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.

4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.

5 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,

6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.

7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.

8 Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.

9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,

10 No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.

11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.

12 En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.

13 Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.

14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

15 Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.

16 Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.


Alabanza por la bondad de Dios
Salmo. Cántico para el día de reposo.[a]

Capítulo 92  

1 Bueno es alabarte, oh Jehová,
Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;

2 Anunciar por la mañana tu misericordia,
Y tu fidelidad cada noche,

3 En el decacordio y en el salterio,
En tono suave con el arpa.

4 Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;
En las obras de tus manos me gozo.

5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!
Muy profundos son tus pensamientos.

6 El hombre necio no sabe,
Y el insensato no entiende esto.

7 Cuando brotan los impíos como la hierba,
Y florecen todos los que hacen iniquidad,
Es para ser destruidos eternamente.

8 Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.

9 Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová,
Porque he aquí, perecerán tus enemigos;
Serán esparcidos todos los que hacen maldad.

10 Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;
Seré ungido con aceite fresco.

11 Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos;
Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

12 El justo florecerá como la palmera;
Crecerá como cedro en el Líbano.

13 Plantados en la casa de Jehová,
En los atrios de nuestro Dios florecerán.

14 Aun en la vejez fructificarán;
Estarán vigorosos y verdes,

15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto,
Y que en él no hay injusticia.


La majestad de Jehová


Capítulo 93  

1 Jehová reina; se vistió de magnificencia;
Jehová se vistió, se ciñó de poder.
Afirmó también el mundo, y no se moverá.

2 Firme es tu trono desde entonces;
Tú eres eternamente.

3 Alzaron los ríos, oh Jehová,
Los ríos alzaron su sonido;
Alzaron los ríos sus ondas.

4 Jehová en las alturas es más poderoso
Que el estruendo de las muchas aguas,
Más que las recias ondas del mar.

5 Tus testimonios son muy firmes;
La santidad conviene a tu casa,
Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

Footnotes

a. Salmos 92:1 Aquí equivale a sábado.

viernes, 10 de mayo de 2024

DIA 10 DE MAYO - SALMOS 88-90



Súplica por la liberación de la muerte

Capítulo 88  

1 Oh Jehová, Dios de mi salvación,
Día y noche clamo delante de ti.

2 Llegue mi oración a tu presencia;
Inclina tu oído a mi clamor.

3 Porque mi alma está hastiada de males,
Y mi vida cercana al Seol.

4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro;
Soy como hombre sin fuerza,

5 Abandonado entre los muertos,
Como los pasados a espada que yacen en el sepulcro,
De quienes no te acuerdas ya,
Y que fueron arrebatados de tu mano.

6 Me has puesto en el hoyo profundo,
En tinieblas, en lugares profundos.

7 Sobre mí reposa tu ira,
Y me has afligido con todas tus ondas. Selah

8 Has alejado de mí mis conocidos;
Me has puesto por abominación a ellos;
Encerrado estoy, y no puedo salir.

9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción;
Te he llamado, oh Jehová, cada día;
He extendido a ti mis manos.

10 ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos?
¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah

11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia,
O tu verdad en el Abadón?

12 ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas,
Y tu justicia en la tierra del olvido?

13 Mas yo a ti he clamado, oh Jehová,
Y de mañana mi oración se presentará delante de ti.

14 ¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma?
¿Por qué escondes de mí tu rostro?

15 Yo estoy afligido y menesteroso;
Desde la juventud he llevado tus terrores, he estado medroso.

16 Sobre mí han pasado tus iras,
Y me oprimen tus terrores.

17 Me han rodeado como aguas continuamente;
A una me han cercado.

18 Has alejado de mí al amigo y al compañero,
Y a mis conocidos has puesto en tinieblas.


Pacto de Dios con David
Masquil de Etán ezraíta.

Capítulo 89  

1 Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente;
De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca.

2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia;
En los cielos mismos afirmarás tu verdad.

3 Hice pacto con mi escogido;
Juré a David mi siervo, diciendo:

4 Para siempre confirmaré tu descendencia,
Y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah

5 Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Jehová,
Tu verdad también en la congregación de los santos.

6 Porque ¿quién en los cielos se igualará a Jehová?
¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los potentados?

7 Dios temible en la gran congregación de los santos,
Y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él.

8 Oh Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová,
Y tu fidelidad te rodea.

9 Tú tienes dominio sobre la braveza del mar;
Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

10 Tú quebrantaste a Rahab como a herido de muerte;
Con tu brazo poderoso esparciste a tus enemigos.

11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra;
El mundo y su plenitud, tú lo fundaste.

12 El norte y el sur, tú los creaste;
El Tabor y el Hermón cantarán en tu nombre.

13 Tuyo es el brazo potente;
Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra.

14 Justicia y juicio son el cimiento de tu trono;
Misericordia y verdad van delante de tu rostro.

15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte;
Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro.

16 En tu nombre se alegrará todo el día,
Y en tu justicia será enaltecido.

17 Porque tú eres la gloria de su potencia,
Y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder.

18 Porque Jehová es nuestro escudo,
Y nuestro rey es el Santo de Israel.

19 Entonces hablaste en visión a tu santo,
Y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso;
He exaltado a un escogido de mi pueblo.

20 Hallé a David mi siervo;
Lo ungí con mi santa unción.

21 Mi mano estará siempre con él,
Mi brazo también lo fortalecerá.

22 No lo sorprenderá el enemigo,
Ni hijo de iniquidad lo quebrantará;

23 Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos,
Y heriré a los que le aborrecen.

24 Mi verdad y mi misericordia estarán con él,
Y en mi nombre será exaltado su poder.

25 Asimismo pondré su mano sobre el mar,
Y sobre los ríos su diestra.

26 El me clamará: Mi padre eres tú,
Mi Dios, y la roca de mi salvación.

27 Yo también le pondré por primogénito,
El más excelso de los reyes de la tierra.

28 Para siempre le conservaré mi misericordia,
Y mi pacto será firme con él.

29 Pondré su descendencia para siempre,
Y su trono como los días de los cielos.

30 Si dejaren sus hijos mi ley,
Y no anduvieren en mis juicios,

31 Si profanaren mis estatutos,
Y no guardaren mis mandamientos,

32 Entonces castigaré con vara su rebelión,
Y con azotes sus iniquidades.

33 Mas no quitaré de él mi misericordia,
Ni falsearé mi verdad.

34 No olvidaré mi pacto,
Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.

35 Una vez he jurado por mi santidad,
Y no mentiré a David.

36 Su descendencia será para siempre,
Y su trono como el sol delante de mí.

37 Como la luna será firme para siempre,
Y como un testigo fiel en el cielo. Selah

38 Mas tú desechaste y menospreciaste a tu ungido,
Y te has airado con él.

39 Rompiste el pacto de tu siervo;
Has profanado su corona hasta la tierra.

40 Aportillaste todos sus vallados;
Has destruido sus fortalezas.

41 Lo saquean todos los que pasan por el camino;
Es oprobio a sus vecinos.

42 Has exaltado la diestra de sus enemigos;
Has alegrado a todos sus adversarios.

43 Embotaste asimismo el filo de su espada,
Y no lo levantaste en la batalla.

44 Hiciste cesar su gloria,
Y echaste su trono por tierra.

45 Has acortado los días de su juventud;
Le has cubierto de afrenta. Selah

46 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Te esconderás para siempre?
¿Arderá tu ira como el fuego?

47 Recuerda cuán breve es mi tiempo;
¿Por qué habrás creado en vano a todo hijo de hombre?

48 ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte?
¿Librará su vida del poder del Seol? Selah

49 Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias,
Que juraste a David por tu verdad?

50 Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos;
Oprobio de muchos pueblos, que llevo en mi seno.

51 Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado,
Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.

52 Bendito sea Jehová para siempre.
Amén, y Amén.


La eternidad de Dios y la transitoriedad del hombre

Oración de Moisés, varón de Dios.

Capítulo 90  

1 Señor, tú nos has sido refugio
De generación en generación.

2 Antes que naciesen los montes
Y formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,
Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.

4 Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,
Y como una de las vigilias de la noche.

5 Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño,
Como la hierba que crece en la mañana.

6 En la mañana florece y crece;
A la tarde es cortada, y se seca.

7 Porque con tu furor somos consumidos,
Y con tu ira somos turbados.

8 Pusiste nuestras maldades delante de ti,
Nuestros yerros a la luz de tu rostro.

9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
Acabamos nuestros años como un pensamiento.

10 Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.

11 ¿Quién conoce el poder de tu ira,
Y tu indignación según que debes ser temido?

12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.

13 Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo?
Y aplácate para con tus siervos.

14 De mañana sácianos de tu misericordia,
Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.

15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste,
Y los años en que vimos el mal.

16 Aparezca en tus siervos tu obra,
Y tu gloria sobre sus hijos.

17 Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros,
Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
Sí, la obra de nuestras manos confirma.

jueves, 9 de mayo de 2024

DIA 9 DE MAYO - SALMO 85-87



Súplica por la misericordia de Dios sobre Israel
Al músico principal. Salmo para los hijos de Coré.

Capítulo 85  

1 Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová;
Volviste la cautividad de Jacob.

2 Perdonaste la iniquidad de tu pueblo;
Todos los pecados de ellos cubriste. Selah

3 Reprimiste todo tu enojo;
Te apartaste del ardor de tu ira.

4 Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación,
Y haz cesar tu ira de sobre nosotros.

5 ¿Estarás enojado contra nosotros para siempre?
¿Extenderás tu ira de generación en generación?

6 ¿No volverás a darnos vida,
Para que tu pueblo se regocije en ti?

7 Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia,
Y danos tu salvación.

8 Escucharé lo que hablará Jehová Dios;
Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
Para que no se vuelvan a la locura.

9 Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen,
Para que habite la gloria en nuestra tierra.

10 La misericordia y la verdad se encontraron;
La justicia y la paz se besaron.

11 La verdad brotará de la tierra,
Y la justicia mirará desde los cielos.

12 Jehová dará también el bien,
Y nuestra tierra dará su fruto.

13 La justicia irá delante de él,
Y sus pasos nos pondrá por camino.


Oración pidiendo la continuada misericordia de Dios
Oración de David.

Capítulo 86  

1 Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame,
Porque estoy afligido y menesteroso.

2 Guarda mi alma, porque soy piadoso;
Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.

3 Ten misericordia de mí, oh Jehová;
Porque a ti clamo todo el día.

4 Alegra el alma de tu siervo,
Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.

5 Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador,
Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.

6 Escucha, oh Jehová, mi oración,
Y está atento a la voz de mis ruegos.

7 En el día de mi angustia te llamaré,
Porque tú me respondes.

8 Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses,
Ni obras que igualen tus obras.

9 Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor,
Y glorificarán tu nombre.

10 Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;
Sólo tú eres Dios.

11 Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre.

12 Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón,
Y glorificaré tu nombre para siempre.

13 Porque tu misericordia es grande para conmigo,
Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.

14 Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí,
Y conspiración de violentos ha buscado mi vida,
Y no te pusieron delante de sí.

15 Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente,
Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad,

16 Mírame, y ten misericordia de mí;
Da tu poder a tu siervo,
Y guarda al hijo de tu sierva.

17 Haz conmigo señal para bien,
Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados;
Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste.


El privilegio de morar en Sion
A los hijos de Coré. Salmo. Cántico.

Capítulo 87  

1 Su cimiento está en el monte santo.

2 Ama Jehová las puertas de Sion
Más que todas las moradas de Jacob.

3 Cosas gloriosas se han dicho de ti,
Ciudad de Dios. Selah

4 Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen;
He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía;
Este nació allá.

5 Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella,
Y el Altísimo mismo la establecerá.

6 Jehová contará al inscribir a los pueblos:
Este nació allí. Selah

7 Y cantores y tañedores en ella dirán:
Todas mis fuentes están en ti.

miércoles, 8 de mayo de 2024

DIA 8 DE MAYO - SALMO 82-84



Amonestación contra los juicios injustos

Salmo de Asaf.

Capítulo 82  

1 Dios está en la reunión de los dioses;
En medio de los dioses juzga.

2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente,
Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah

3 Defended al débil y al huérfano;
Haced justicia al afligido y al menesteroso.

4 Librad al afligido y al necesitado;
Libradlo de mano de los impíos.

5 No saben, no entienden,
Andan en tinieblas;
Tiemblan todos los cimientos de la tierra.

6 Yo dije: Vosotros sois dioses,
Y todos vosotros hijos del Altísimo;

7 Pero como hombres moriréis,
Y como cualquiera de los príncipes caeréis.

8 Levántate, oh Dios, juzga la tierra;
Porque tú heredarás todas las naciones.


Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Israel

Cántico. Salmo de Asaf.

Capítulo 83  

1 Oh Dios, no guardes silencio;
No calles, oh Dios, ni te estés quieto.

2 Porque he aquí que rugen tus enemigos,
Y los que te aborrecen alzan cabeza.

3 Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus protegidos.

4 Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,
Y no haya más memoria del nombre de Israel.

5 Porque se confabulan de corazón a una,
Contra ti han hecho alianza

6 Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,
Moab y los agarenos;

7 Gebal, Amón y Amalec,
Los filisteos y los habitantes de Tiro.

8 También el asirio se ha juntado con ellos;
Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah

9 Hazles como a Madián,
Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;

10 Que perecieron en Endor,
Fueron hechos como estiércol para la tierra.

11 Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb;
Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes,

12 Que han dicho: Heredemos para nosotros
Las moradas de Dios.

13 Dios mío, ponlos como torbellinos,
Como hojarascas delante del viento,

14 Como fuego que quema el monte,
Como llama que abrasa el bosque.

15 Persíguelos así con tu tempestad,
Y atérralos con tu torbellino.

16 Llena sus rostros de vergüenza,
Y busquen tu nombre, oh Jehová.

17 Sean afrentados y turbados para siempre;
Sean deshonrados, y perezcan.

18 Y conozcan que tu nombre es Jehová;
Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.


Anhelo por la casa de Dios
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.

Capítulo 84  

1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

3 Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.

4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah

5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.

6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.

7 Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.

8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah

9 Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.

10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.

11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.

12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.

martes, 7 de mayo de 2024

DIA 7 DE MAYO - SALMO 79-81



Lamento por la destrucción de Jerusalén
Salmo de Asaf.

Capítulo 79  

1 Oh Dios, vinieron las naciones a tu heredad;
Han profanado tu santo templo;
Redujeron a Jerusalén a escombros.

2 Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos,
La carne de tus santos a las bestias de la tierra.

3 Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén,
Y no hubo quien los enterrase.

4 Somos afrentados de nuestros vecinos,
Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.

5 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre?
¿Arderá como fuego tu celo?

6 Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen,
Y sobre los reinos que no invocan tu nombre.

7 Porque han consumido a Jacob,
Y su morada han asolado.

8 No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados;
Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos,
Porque estamos muy abatidos.

9 Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre;
Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.

10 Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios?
Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos,
La venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.

11 Llegue delante de ti el gemido de los presos;
Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte,

12 Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos
De su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.

13 Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado,
Te alabaremos para siempre;
De generación en generación cantaremos tus alabanzas.


Súplica por la restauración
Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.

Capítulo 80  

1 Oh Pastor de Israel, escucha;
Tú que pastoreas como a ovejas a José,
Que estás entre querubines, resplandece.

2 Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
Y ven a salvarnos.

3 Oh Dios, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

4 Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?

5 Les diste a comer pan de lágrimas,
Y a beber lágrimas en gran abundancia.

6 Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,
Y nuestros enemigos se burlan entre sí.

7 Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

8 Hiciste venir una vid de Egipto;
Echaste las naciones, y la plantaste.

9 Limpiaste sitio delante de ella,
E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

10 Los montes fueron cubiertos de su sombra,
Y con sus sarmientos los cedros de Dios.

11 Extendió sus vástagos hasta el mar,
Y hasta el río sus renuevos.

12 ¿Por qué aportillaste sus vallados,
Y la vendimian todos los que pasan por el camino?

13 La destroza el puerco montés,
Y la bestia del campo la devora.

14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora;
Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,

15 La planta que plantó tu diestra,
Y el renuevo que para ti afirmaste.

16 Quemada a fuego está, asolada;
Perezcan por la reprensión de tu rostro.

17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,
Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.

18 Así no nos apartaremos de ti;
Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

19 ¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.


Bondad de Dios y perversidad de Israel
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf.

Capítulo 81  

1 Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra;
Al Dios de Jacob aclamad con júbilo.

2 Entonad canción, y tañed el pandero,
El arpa deliciosa y el salterio.

3 Tocad la trompeta en la nueva luna,
En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.

4 Porque estatuto es de Israel,
Ordenanza del Dios de Jacob.

5 Lo constituyó como testimonio en José
Cuando salió por la tierra de Egipto.
Oí lenguaje que no entendía;

6 Aparté su hombro de debajo de la carga;
Sus manos fueron descargadas de los cestos.

7 En la calamidad clamaste, y yo te libré;
Te respondí en lo secreto del trueno;
Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah

8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré.
Israel, si me oyeres,

9 No habrá en ti dios ajeno,
Ni te inclinarás a dios extraño.

10 Yo soy Jehová tu Dios,
Que te hice subir de la tierra de Egipto;
Abre tu boca, y yo la llenaré.

11 Pero mi pueblo no oyó mi voz,
E Israel no me quiso a mí.

12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
Caminaron en sus propios consejos.

13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo,
Si en mis caminos hubiera andado Israel!

14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos,
Y vuelto mi mano contra sus adversarios.

15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido,
Y el tiempo de ellos sería para siempre.

16 Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo,
Y con miel de la peña les saciaría.

lunes, 6 de mayo de 2024

DIA 6 DE MAYO - SALMO 76-78



El Dios de la victoria y del juicio
Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de Asaf. Cántico.

Capítulo 76  

1 Dios es conocido en Judá;
En Israel es grande su nombre.

2 En Salem está su tabernáculo,
Y su habitación en Sion.

3 Allí quebró las saetas del arco,
El escudo, la espada y las armas de guerra. Selah

4 Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza.

5 Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño;
No hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes.

6 A tu reprensión, oh Dios de Jacob,
El carro y el caballo fueron entorpecidos.

7 Tú, temible eres tú;
¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira?

8 Desde los cielos hiciste oír juicio;
La tierra tuvo temor y quedó suspensa

9 Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar,
Para salvar a todos los mansos de la tierra. Selah

10 Ciertamente la ira del hombre te alabará;
Tú reprimirás el resto de las iras.

11 Prometed, y pagad a Jehová vuestro Dios;
Todos los que están alrededor de él, traigan ofrendas al Temible.

12 Cortará él el espíritu de los príncipes;
Temible es a los reyes de la tierra.


Meditación sobre los hechos poderosos de Dios

Al músico principal; para Jedutún. Salmo de Asaf.

Capítulo 77  

1 Con mi voz clamé a Dios,
A Dios clamé, y él me escuchará.

2 Al Señor busqué en el día de mi angustia;
Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso;
Mi alma rehusaba consuelo.

3 Me acordaba de Dios, y me conmovía;
Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah

4 No me dejabas pegar los ojos;
Estaba yo quebrantado, y no hablaba.

5 Consideraba los días desde el principio,
Los años de los siglos.

6 Me acordaba de mis cánticos de noche;
Meditaba en mi corazón,
Y mi espíritu inquiría:

7 ¿Desechará el Señor para siempre,
Y no volverá más a sernos propicio?

8 ¿Ha cesado para siempre su misericordia?
¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?

9 ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia?
¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah

10 Dije: Enfermedad mía es esta;
Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.

11 Me acordaré de las obras de JAH;
Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.

12 Meditaré en todas tus obras,
Y hablaré de tus hechos.

13 Oh Dios, santo es tu camino;
¿Qué dios es grande como nuestro Dios?

14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
Hiciste notorio en los pueblos tu poder.

15 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah

16 Te vieron las aguas, oh Dios;
Las aguas te vieron, y temieron;
Los abismos también se estremecieron.

17 Las nubes echaron inundaciones de aguas;
Tronaron los cielos,
Y discurrieron tus rayos.

18 La voz de tu trueno estaba en el torbellino;
Tus relámpagos alumbraron el mundo;
Se estremeció y tembló la tierra.

19 En el mar fue tu camino,
Y tus sendas en las muchas aguas;
Y tus pisadas no fueron conocidas.

20 Condujiste a tu pueblo como ovejas
Por mano de Moisés y de Aarón.


Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel
Masquil de Asaf.

Capítulo 78  

1 Escucha, pueblo mío, mi ley;
Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

2 Abriré mi boca en proverbios;
Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,

3 Las cuales hemos oído y entendido;
Que nuestros padres nos las contaron.

4 No las encubriremos a sus hijos,
Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová,
Y su potencia, y las maravillas que hizo.

5 El estableció testimonio en Jacob,
Y puso ley en Israel,
La cual mandó a nuestros padres
Que la notificasen a sus hijos;

6 Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán;
Y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos,

7 A fin de que pongan en Dios su confianza,
Y no se olviden de las obras de Dios;
Que guarden sus mandamientos,

8 Y no sean como sus padres,
Generación contumaz y rebelde;
Generación que no dispuso su corazón,
Ni fue fiel para con Dios su espíritu.

9 Los hijos de Efraín, arqueros armados,
Volvieron las espaldas en el día de la batalla.

10 No guardaron el pacto de Dios,
Ni quisieron andar en su ley;

11 Sino que se olvidaron de sus obras,
Y de sus maravillas que les había mostrado.

12 Delante de sus padres hizo maravillas
En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.

13 Dividió el mar y los hizo pasar;
Detuvo las aguas como en un montón.

14 Les guió de día con nube,
Y toda la noche con resplandor de fuego.

15 Hendió las peñas en el desierto,
Y les dio a beber como de grandes abismos,

16 Pues sacó de la peña corrientes,
E hizo descender aguas como ríos.

17 Pero aún volvieron a pecar contra él,
Rebelándose contra el Altísimo en el desierto;

18 Pues tentaron a Dios en su corazón,
Pidiendo comida a su gusto.

19 Y hablaron contra Dios,
Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?

20 He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas,
Y torrentes inundaron la tierra;
¿Podrá dar también pan?
¿Dispondrá carne para su pueblo?

21 Por tanto, oyó Jehová, y se indignó;
Se encendió el fuego contra Jacob,
Y el furor subió también contra Israel,

22 Por cuanto no habían creído a Dios,
Ni habían confiado en su salvación.

23 Sin embargo, mandó a las nubes de arriba,
Y abrió las puertas de los cielos,

24 E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen,
Y les dio trigo de los cielos.

25 Pan de nobles comió el hombre;
Les envió comida hasta saciarles.

26 Movió el solano en el cielo,
Y trajo con su poder el viento sur,

27 E hizo llover sobre ellos carne como polvo,
Como arena del mar, aves que vuelan.

28 Las hizo caer en medio del campamento,
Alrededor de sus tiendas.

29 Comieron, y se saciaron;
Les cumplió, pues, su deseo.

30 No habían quitado de sí su anhelo,
Aún estaba la comida en su boca,

31 Cuando vino sobre ellos el furor de Dios,
E hizo morir a los más robustos de ellos,
Y derribó a los escogidos de Israel.

32 Con todo esto, pecaron aún,
Y no dieron crédito a sus maravillas.

33 Por tanto, consumió sus días en vanidad,
Y sus años en tribulación.

34 Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios;
Entonces se volvían solícitos en busca suya,

35 Y se acordaban de que Dios era su refugio,
Y el Dios Altísimo su redentor.

36 Pero le lisonjeaban con su boca,
Y con su lengua le mentían;

37 Pues sus corazones no eran rectos con él,
Ni estuvieron firmes en su pacto.

38 Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía;
Y apartó muchas veces su ira,
Y no despertó todo su enojo.

39 Se acordó de que eran carne,
Soplo que va y no vuelve.

40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,
Lo enojaron en el yermo!

41 Y volvían, y tentaban a Dios,
Y provocaban al Santo de Israel.

42 No se acordaron de su mano,
Del día que los redimió de la angustia;

43 Cuando puso en Egipto sus señales,
Y sus maravillas en el campo de Zoán;

44 Y volvió sus ríos en sangre,
Y sus corrientes, para que no bebiesen.

45 Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban,
Y ranas que los destruían.

46 Dio también a la oruga sus frutos,
Y sus labores a la langosta.

47 Sus viñas destruyó con granizo,
Y sus higuerales con escarcha;

48 Entregó al pedrisco sus bestias,
Y sus ganados a los rayos.

49 Envió sobre ellos el ardor de su ira;
Enojo, indignación y angustia,
Un ejército de ángeles destructores.

50 Dispuso camino a su furor;
No eximió la vida de ellos de la muerte,
Sino que entregó su vida a la mortandad.

51 Hizo morir a todo primogénito en Egipto,
Las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam.

52 Hizo salir a su pueblo como ovejas,
Y los llevó por el desierto como un rebaño.

53 Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor;
Y el mar cubrió a sus enemigos.

54 Los trajo después a las fronteras de su tierra santa,
A este monte que ganó su mano derecha.

55 Echó las naciones de delante de ellos;
Con cuerdas repartió sus tierras en heredad,
E hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.

56 Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo,
Y no guardaron sus testimonios;

57 Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres;
Se volvieron como arco engañoso.

58 Le enojaron con sus lugares altos,
Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla.

59 Lo oyó Dios y se enojó,
Y en gran manera aborreció a Israel.

60 Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo,
La tienda en que habitó entre los hombres,

61 Y entregó a cautiverio su poderío,
Y su gloria en mano del enemigo.

62 Entregó también su pueblo a la espada,
Y se irritó contra su heredad.

63 El fuego devoró a sus jóvenes,
Y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.

64 Sus sacerdotes cayeron a espada,
Y sus viudas no hicieron lamentación.

65 Entonces despertó el Señor como quien duerme,
Como un valiente que grita excitado del vino,

66 E hirió a sus enemigos por detrás;
Les dio perpetua afrenta.

67 Desechó la tienda de José,
Y no escogió la tribu de Efraín,

68 Sino que escogió la tribu de Judá,
El monte de Sion, al cual amó.

69 Edificó su santuario a manera de eminencia,
Como la tierra que cimentó para siempre.

70 Eligió a David su siervo,
Y lo tomó de las majadas de las ovejas;

71 De tras las paridas lo trajo,
Para que apacentase a Jacob su pueblo,
Y a Israel su heredad.

72 Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón,
Los pastoreó con la pericia de sus manos.

domingo, 5 de mayo de 2024

DIA 5 DE MAYO - SALMO 73-75



El destino de los malos
Salmo de Asaf.

Capítulo 73  

1 Ciertamente es bueno Dios para con Israel,
Para con los limpios de corazón.

2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos.

3 Porque tuve envidia de los arrogantes,
Viendo la prosperidad de los impíos.

4 Porque no tienen congojas por su muerte,
Pues su vigor está entero.

5 No pasan trabajos como los otros mortales,
Ni son azotados como los demás hombres.

6 Por tanto, la soberbia los corona;
Se cubren de vestido de violencia.

7 Los ojos se les saltan de gordura;
Logran con creces los antojos del corazón.

8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia;
Hablan con altanería.

9 Ponen su boca contra el cielo,
Y su lengua pasea la tierra.

10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí,
Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.

11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios?
¿Y hay conocimiento en el Altísimo?

12 He aquí estos impíos,
Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día,
Y castigado todas las mañanas.

15 Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

16 Cuando pensé para saber esto,
Fue duro trabajo para mí,

17 Hasta que entrando en el santuario de Dios,
Comprendí el fin de ellos.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.

19 ¡Cómo han sido asolados de repente!
Perecieron, se consumieron de terrores.

20 Como sueño del que despierta,
Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.

21 Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.

22 Tan torpe era yo, que no entendía;
Era como una bestia delante de ti.

23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
Me tomaste de la mano derecha.

24 Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.

25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.

28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
Para contar todas tus obras.


Apelación a Dios en contra del enemigo
Masquil de Asaf.

Capítulo 74  

1 ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?
¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

2 Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,
La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia;
Este monte de Sion, donde has habitado.

3 Dirige tus pasos a los asolamientos eternos,
A todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

4 Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas;
Han puesto sus divisas por señales.

5 Se parecen a los que levantan
El hacha en medio de tupido bosque.

6 Y ahora con hachas y martillos
Han quebrado todas sus entalladuras.

7 Han puesto a fuego tu santuario,
Han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra.

8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez;
Han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.

9 No vemos ya nuestras señales;
No hay más profeta,
Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador?
¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?

11 ¿Por qué retraes tu mano?
¿Por qué escondes tu diestra en tu seno?

12 Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo;
El que obra salvación en medio de la tierra.

13 Dividiste el mar con tu poder;
Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.

14 Magullaste las cabezas del leviatán,
Y lo diste por comida a los moradores del desierto.

15 Abriste la fuente y el río;
Secaste ríos impetuosos.

16 Tuyo es el día, tuya también es la noche;
Tú estableciste la luna y el sol.

17 Tú fijaste todos los términos de la tierra;
El verano y el invierno tú los formaste.

18 Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová,
Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.

19 No entregues a las fieras el alma de tu tórtola,
Y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.

20 Mira al pacto,
Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.

21 No vuelva avergonzado el abatido;
El afligido y el menesteroso alabarán tu nombre.

22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa;
Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.

23 No olvides las voces de tus enemigos;
El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.


Dios abate al malo y exalta al justo
Al músico principal; sobre No destruyas. Salmo de Asaf. Cántico.

Capítulo 75  

1 Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,
Pues cercano está tu nombre;
Los hombres cuentan tus maravillas.

2 Al tiempo que señalaré
Yo juzgaré rectamente.

3 Se arruinaban la tierra y sus moradores;
Yo sostengo sus columnas. Selah

4 Dije a los insensatos: No os infatuéis;
Y a los impíos: No os enorgullezcáis;

5 No hagáis alarde de vuestro poder;
No habléis con cerviz erguida.

6 Porque ni de oriente ni de occidente,
Ni del desierto viene el enaltecimiento.

7 Mas Dios es el juez;
A éste humilla, y a aquél enaltece.

8 Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado,
Lleno de mistura; y él derrama del mismo;
Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra.

9 Pero yo siempre anunciaré
Y cantaré alabanzas al Dios de Jacob.

10 Quebrantaré todo el poderío de los pecadores,
Pero el poder del justo será exaltado.

sábado, 4 de mayo de 2024

DIA 4 DE MAYO - SALMO 70-72



Súplica por la liberación

(Sal. 40.13-17)
Al músico principal. Salmo de David, para conmemorar.

Capítulo 70  

1 Oh Dios, acude a librarme;
Apresúrate, oh Dios, a socorrerme.

2 Sean avergonzados y confundidos
Los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados
Los que mi mal desean.

3 Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha,
Los que dicen: ¡Ah! ¡Ah!

4 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Engrandecido sea Dios.

5 Yo estoy afligido y menesteroso;
Apresúrate a mí, oh Dios.
Ayuda mía y mi libertador eres tú;
Oh Jehová, no te detengas.


Oración de un anciano


Capítulo 71  

1 En ti, oh Jehová, me he refugiado;
No sea yo avergonzado jamás.

2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.

3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

4 Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.

5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.

6 En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.

7 Como prodigio he sido a muchos,
Y tú mi refugio fuerte.

8 Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.

9 No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

10 Porque mis enemigos hablan de mí,
Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,

11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;
Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

12 Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro.

13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.

14 Mas yo esperaré siempre,
Y te alabaré más y más.

15 Mi boca publicará tu justicia
Y tus hechos de salvación todo el día,
Aunque no sé su número.

16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor;
Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.

17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.

18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
Y tu potencia a todos los que han de venir,

19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.
Tú has hecho grandes cosas;
Oh Dios, ¿quién como tú?

20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
Volverás a darme vida,
Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.

21 Aumentarás mi grandeza,
Y volverás a consolarme.

22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa,
Oh Santo de Israel.

23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti,
Y mi alma, la cual redimiste.

24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día;
Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.


El reino de un rey justo
Para Salomón.

Capítulo 72  

1 Oh Dios, da tus juicios al rey,
Y tu justicia al hijo del rey.

2 El juzgará a tu pueblo con justicia,
Y a tus afligidos con juicio.

3 Los montes llevarán paz al pueblo,
Y los collados justicia.

4 Juzgará a los afligidos del pueblo,
Salvará a los hijos del menesteroso,
Y aplastará al opresor.

5 Te temerán mientras duren el sol
Y la luna, de generación en generación.

6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
Como el rocío que destila sobre la tierra.

7 Florecerá en sus días justicia,
Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.

8 Dominará de mar a mar,
Y desde el río hasta los confines de la tierra.

9 Ante él se postrarán los moradores del desierto,
Y sus enemigos lamerán el polvo.

10 Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.

11 Todos los reyes se postrarán delante de él;
Todas las naciones le servirán.

12 Porque él librará al menesteroso que clamare,
Y al afligido que no tuviere quien le socorra.

13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
Y salvará la vida de los pobres.

14 De engaño y de violencia redimirá sus almas,
Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

15 Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,
Y se orará por él continuamente;
Todo el día se le bendecirá.

16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
Su fruto hará ruido como el Líbano,
Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.

17 Será su nombre para siempre,
Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
Benditas serán en él todas las naciones;
Lo llamarán bienaventurado.

18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
El único que hace maravillas.

19 Bendito su nombre glorioso para siempre,
Y toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén.

20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

viernes, 3 de mayo de 2024

DIA 3 DE MAYO - SALMO 67-69



Exhortación a las naciones, para que alaben a Dios

Al músico principal; en Neginot. Salmo. Cántico.

Capítulo 67  

1 Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga;
Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah

2 Para que sea conocido en la tierra tu camino,
En todas las naciones tu salvación.

3 Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.

4 Alégrense y gócense las naciones,
Porque juzgarás los pueblos con equidad,
Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah

5 Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.

6 La tierra dará su fruto;
Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

7 Bendíganos Dios,
Y témanlo todos los términos de la tierra.


El Dios del Sinaí y del santuario
Al músico principal. Salmo de David. Cántico.

Capítulo 68  

1 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos,
Y huyan de su presencia los que le aborrecen.

2 Como es lanzado el humo, los lanzarás;
Como se derrite la cera delante del fuego,
Así perecerán los impíos delante de Dios.

3 Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,
Y saltarán de alegría.

4 Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;
Exaltad al que cabalga sobre los cielos.
JAH es su nombre; alegraos delante de él.

5 Padre de huérfanos y defensor de viudas
Es Dios en su santa morada.

6 Dios hace habitar en familia a los desamparados;
Saca a los cautivos a prosperidad;
Mas los rebeldes habitan en tierra seca.

7 Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo,
Cuando anduviste por el desierto, Selah

8 La tierra tembló;
También destilaron los cielos ante la presencia de Dios;
Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.

9 Abundante lluvia esparciste, oh Dios;
A tu heredad exhausta tú la reanimaste.

10 Los que son de tu grey han morado en ella;
Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.

11 El Señor daba palabra;
Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.

12 Huyeron, huyeron reyes de ejércitos,
Y las que se quedaban en casa repartían los despojos.

13 Bien que fuisteis echados entre los tiestos,
Seréis como alas de paloma cubiertas de plata,
Y sus plumas con amarillez de oro.

14 Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí,
Fue como si hubiese nevado en el monte Salmón.

15 Monte de Dios es el monte de Basán;
Monte alto el de Basán.

16 ¿Por qué observáis, oh montes altos,
Al monte que deseó Dios para su morada?
Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.

17 Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;
El Señor viene del Sinaí a su santuario.

18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad,
Tomaste dones para los hombres,
Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.

19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios
El Dios de nuestra salvación. Selah

20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos,
Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.

21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos,
La testa cabelluda del que camina en sus pecados.

22 El Señor dijo: De Basán te haré volver;
Te haré volver de las profundidades del mar;

23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos,
Y de ella la lengua de tus perros.

24 Vieron tus caminos, oh Dios;
Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.

25 Los cantores iban delante, los músicos detrás;
En medio las doncellas con panderos.

26 Bendecid a Dios en las congregaciones;
Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.

27 Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos,
Los príncipes de Judá en su congregación,
Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.

28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza;
Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.

29 Por razón de tu templo en Jerusalén
Los reyes te ofrecerán dones.

30 Reprime la reunión de gentes armadas,
La multitud de toros con los becerros de los pueblos,
Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata;
Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.

31 Vendrán príncipes de Egipto;
Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.

32 Reinos de la tierra, cantad a Dios,
Cantad al Señor; Selah

33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad;
He aquí dará su voz, poderosa voz.

34 Atribuid poder a Dios;
Sobre Israel es su magnificencia,
Y su poder está en los cielos.

35 Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios;
El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo.
Bendito sea Dios.


Un grito de angustia
Al músico principal; sobre Lirios. Salmo de David.

Capítulo 69  

1 Sálvame, oh Dios,
Porque las aguas han entrado hasta el alma.

2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie;
He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.

3 Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido;
Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.

4 Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa;
Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué.
¿Y he de pagar lo que no robé?

5 Dios, tú conoces mi insensatez,
Y mis pecados no te son ocultos.

6 No sean avergonzados por causa mía los que en ti confían, oh Señor Jehová de los ejércitos;
No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.

7 Porque por amor de ti he sufrido afrenta;
Confusión ha cubierto mi rostro.

8 Extraño he sido para mis hermanos,
Y desconocido para los hijos de mi madre.

9 Porque me consumió el celo de tu casa;
Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí.

10 Lloré afligiendo con ayuno mi alma,
Y esto me ha sido por afrenta.

11 Puse además cilicio por mi vestido,
Y vine a serles por proverbio.

12 Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta,
Y me zaherían en sus canciones los bebedores.

13 Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad;
Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia,
Por la verdad de tu salvación, escúchame.

14 Sácame del lodo, y no sea yo sumergido;
Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.

15 No me anegue la corriente de las aguas,
Ni me trague el abismo,
Ni el pozo cierre sobre mí su boca.

16 Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia;
Mírame conforme a la multitud de tus piedades.

17 No escondas de tu siervo tu rostro,
Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.

18 Acércate a mi alma, redímela;
Líbrame a causa de mis enemigos.

19 Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio;
Delante de ti están todos mis adversarios.

20 El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado.
Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo;
Y consoladores, y ninguno hallé.

21 Me pusieron además hiel por comida,
Y en mi sed me dieron a beber vinagre.

22 Sea su convite delante de ellos por lazo,
Y lo que es para bien, por tropiezo.

23 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean,
Y haz temblar continuamente sus lomos.

24 Derrama sobre ellos tu ira,
Y el furor de tu enojo los alcance.

25 Sea su palacio asolado;
En sus tiendas no haya morador.

26 Porque persiguieron al que tú heriste,
Y cuentan del dolor de los que tú llagaste.

27 Pon maldad sobre su maldad,
Y no entren en tu justicia.

28 Sean raídos del libro de los vivientes,
Y no sean escritos entre los justos.

29 Mas a mí, afligido y miserable,
Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.

30 Alabaré yo el nombre de Dios con cántico,
Lo exaltaré con alabanza.

31 Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey,
O becerro que tiene cuernos y pezuñas;

32 Lo verán los oprimidos, y se gozarán.
Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón,

33 Porque Jehová oye a los menesterosos,
Y no menosprecia a sus prisioneros.

34 Alábenle los cielos y la tierra,
Los mares, y todo lo que se mueve en ellos.

35 Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá;
Y habitarán allí, y la poseerán.

36 La descendencia de sus siervos la heredará,
Y los que aman su nombre habitarán en ella.