Alimenta tu vida de la Palabra de Dios y recibe vida eterna. Cada día la actualizaremos para su lectura.
"No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." Jesús.
San Mateo 4:4

sábado, 11 de mayo de 2024

DIA 11 DE MAYO - SALMO 91-93



Morando bajo la sombra del Omnipotente

Capítulo 91  

1 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.

2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.

3 El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.

4 Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.

5 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,

6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya.

7 Caerán a tu lado mil,
Y diez mil a tu diestra;
Mas a ti no llegará.

8 Ciertamente con tus ojos mirarás
Y verás la recompensa de los impíos.

9 Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación,

10 No te sobrevendrá mal,
Ni plaga tocará tu morada.

11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti,
Que te guarden en todos tus caminos.

12 En las manos te llevarán,
Para que tu pie no tropiece en piedra.

13 Sobre el león y el áspid pisarás;
Hollarás al cachorro del león y al dragón.

14 Por cuanto en mí ha puesto su amor, yo también lo libraré;
Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre.

15 Me invocará, y yo le responderé;
Con él estaré yo en la angustia;
Lo libraré y le glorificaré.

16 Lo saciaré de larga vida,
Y le mostraré mi salvación.


Alabanza por la bondad de Dios
Salmo. Cántico para el día de reposo.[a]

Capítulo 92  

1 Bueno es alabarte, oh Jehová,
Y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo;

2 Anunciar por la mañana tu misericordia,
Y tu fidelidad cada noche,

3 En el decacordio y en el salterio,
En tono suave con el arpa.

4 Por cuanto me has alegrado, oh Jehová, con tus obras;
En las obras de tus manos me gozo.

5 ¡Cuán grandes son tus obras, oh Jehová!
Muy profundos son tus pensamientos.

6 El hombre necio no sabe,
Y el insensato no entiende esto.

7 Cuando brotan los impíos como la hierba,
Y florecen todos los que hacen iniquidad,
Es para ser destruidos eternamente.

8 Mas tú, Jehová, para siempre eres Altísimo.

9 Porque he aquí tus enemigos, oh Jehová,
Porque he aquí, perecerán tus enemigos;
Serán esparcidos todos los que hacen maldad.

10 Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo;
Seré ungido con aceite fresco.

11 Y mirarán mis ojos sobre mis enemigos;
Oirán mis oídos de los que se levantaron contra mí, de los malignos.

12 El justo florecerá como la palmera;
Crecerá como cedro en el Líbano.

13 Plantados en la casa de Jehová,
En los atrios de nuestro Dios florecerán.

14 Aun en la vejez fructificarán;
Estarán vigorosos y verdes,

15 Para anunciar que Jehová mi fortaleza es recto,
Y que en él no hay injusticia.


La majestad de Jehová


Capítulo 93  

1 Jehová reina; se vistió de magnificencia;
Jehová se vistió, se ciñó de poder.
Afirmó también el mundo, y no se moverá.

2 Firme es tu trono desde entonces;
Tú eres eternamente.

3 Alzaron los ríos, oh Jehová,
Los ríos alzaron su sonido;
Alzaron los ríos sus ondas.

4 Jehová en las alturas es más poderoso
Que el estruendo de las muchas aguas,
Más que las recias ondas del mar.

5 Tus testimonios son muy firmes;
La santidad conviene a tu casa,
Oh Jehová, por los siglos y para siempre.

Footnotes

a. Salmos 92:1 Aquí equivale a sábado.

viernes, 10 de mayo de 2024

DIA 10 DE MAYO - SALMOS 88-90



Súplica por la liberación de la muerte

Capítulo 88  

1 Oh Jehová, Dios de mi salvación,
Día y noche clamo delante de ti.

2 Llegue mi oración a tu presencia;
Inclina tu oído a mi clamor.

3 Porque mi alma está hastiada de males,
Y mi vida cercana al Seol.

4 Soy contado entre los que descienden al sepulcro;
Soy como hombre sin fuerza,

5 Abandonado entre los muertos,
Como los pasados a espada que yacen en el sepulcro,
De quienes no te acuerdas ya,
Y que fueron arrebatados de tu mano.

6 Me has puesto en el hoyo profundo,
En tinieblas, en lugares profundos.

7 Sobre mí reposa tu ira,
Y me has afligido con todas tus ondas. Selah

8 Has alejado de mí mis conocidos;
Me has puesto por abominación a ellos;
Encerrado estoy, y no puedo salir.

9 Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción;
Te he llamado, oh Jehová, cada día;
He extendido a ti mis manos.

10 ¿Manifestarás tus maravillas a los muertos?
¿Se levantarán los muertos para alabarte? Selah

11 ¿Será contada en el sepulcro tu misericordia,
O tu verdad en el Abadón?

12 ¿Serán reconocidas en las tinieblas tus maravillas,
Y tu justicia en la tierra del olvido?

13 Mas yo a ti he clamado, oh Jehová,
Y de mañana mi oración se presentará delante de ti.

14 ¿Por qué, oh Jehová, desechas mi alma?
¿Por qué escondes de mí tu rostro?

15 Yo estoy afligido y menesteroso;
Desde la juventud he llevado tus terrores, he estado medroso.

16 Sobre mí han pasado tus iras,
Y me oprimen tus terrores.

17 Me han rodeado como aguas continuamente;
A una me han cercado.

18 Has alejado de mí al amigo y al compañero,
Y a mis conocidos has puesto en tinieblas.


Pacto de Dios con David
Masquil de Etán ezraíta.

Capítulo 89  

1 Las misericordias de Jehová cantaré perpetuamente;
De generación en generación haré notoria tu fidelidad con mi boca.

2 Porque dije: Para siempre será edificada misericordia;
En los cielos mismos afirmarás tu verdad.

3 Hice pacto con mi escogido;
Juré a David mi siervo, diciendo:

4 Para siempre confirmaré tu descendencia,
Y edificaré tu trono por todas las generaciones. Selah

5 Celebrarán los cielos tus maravillas, oh Jehová,
Tu verdad también en la congregación de los santos.

6 Porque ¿quién en los cielos se igualará a Jehová?
¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los potentados?

7 Dios temible en la gran congregación de los santos,
Y formidable sobre todos cuantos están alrededor de él.

8 Oh Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Quién como tú? Poderoso eres, Jehová,
Y tu fidelidad te rodea.

9 Tú tienes dominio sobre la braveza del mar;
Cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

10 Tú quebrantaste a Rahab como a herido de muerte;
Con tu brazo poderoso esparciste a tus enemigos.

11 Tuyos son los cielos, tuya también la tierra;
El mundo y su plenitud, tú lo fundaste.

12 El norte y el sur, tú los creaste;
El Tabor y el Hermón cantarán en tu nombre.

13 Tuyo es el brazo potente;
Fuerte es tu mano, exaltada tu diestra.

14 Justicia y juicio son el cimiento de tu trono;
Misericordia y verdad van delante de tu rostro.

15 Bienaventurado el pueblo que sabe aclamarte;
Andará, oh Jehová, a la luz de tu rostro.

16 En tu nombre se alegrará todo el día,
Y en tu justicia será enaltecido.

17 Porque tú eres la gloria de su potencia,
Y por tu buena voluntad acrecentarás nuestro poder.

18 Porque Jehová es nuestro escudo,
Y nuestro rey es el Santo de Israel.

19 Entonces hablaste en visión a tu santo,
Y dijiste: He puesto el socorro sobre uno que es poderoso;
He exaltado a un escogido de mi pueblo.

20 Hallé a David mi siervo;
Lo ungí con mi santa unción.

21 Mi mano estará siempre con él,
Mi brazo también lo fortalecerá.

22 No lo sorprenderá el enemigo,
Ni hijo de iniquidad lo quebrantará;

23 Sino que quebrantaré delante de él a sus enemigos,
Y heriré a los que le aborrecen.

24 Mi verdad y mi misericordia estarán con él,
Y en mi nombre será exaltado su poder.

25 Asimismo pondré su mano sobre el mar,
Y sobre los ríos su diestra.

26 El me clamará: Mi padre eres tú,
Mi Dios, y la roca de mi salvación.

27 Yo también le pondré por primogénito,
El más excelso de los reyes de la tierra.

28 Para siempre le conservaré mi misericordia,
Y mi pacto será firme con él.

29 Pondré su descendencia para siempre,
Y su trono como los días de los cielos.

30 Si dejaren sus hijos mi ley,
Y no anduvieren en mis juicios,

31 Si profanaren mis estatutos,
Y no guardaren mis mandamientos,

32 Entonces castigaré con vara su rebelión,
Y con azotes sus iniquidades.

33 Mas no quitaré de él mi misericordia,
Ni falsearé mi verdad.

34 No olvidaré mi pacto,
Ni mudaré lo que ha salido de mis labios.

35 Una vez he jurado por mi santidad,
Y no mentiré a David.

36 Su descendencia será para siempre,
Y su trono como el sol delante de mí.

37 Como la luna será firme para siempre,
Y como un testigo fiel en el cielo. Selah

38 Mas tú desechaste y menospreciaste a tu ungido,
Y te has airado con él.

39 Rompiste el pacto de tu siervo;
Has profanado su corona hasta la tierra.

40 Aportillaste todos sus vallados;
Has destruido sus fortalezas.

41 Lo saquean todos los que pasan por el camino;
Es oprobio a sus vecinos.

42 Has exaltado la diestra de sus enemigos;
Has alegrado a todos sus adversarios.

43 Embotaste asimismo el filo de su espada,
Y no lo levantaste en la batalla.

44 Hiciste cesar su gloria,
Y echaste su trono por tierra.

45 Has acortado los días de su juventud;
Le has cubierto de afrenta. Selah

46 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Te esconderás para siempre?
¿Arderá tu ira como el fuego?

47 Recuerda cuán breve es mi tiempo;
¿Por qué habrás creado en vano a todo hijo de hombre?

48 ¿Qué hombre vivirá y no verá muerte?
¿Librará su vida del poder del Seol? Selah

49 Señor, ¿dónde están tus antiguas misericordias,
Que juraste a David por tu verdad?

50 Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos;
Oprobio de muchos pueblos, que llevo en mi seno.

51 Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado,
Porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu ungido.

52 Bendito sea Jehová para siempre.
Amén, y Amén.


La eternidad de Dios y la transitoriedad del hombre

Oración de Moisés, varón de Dios.

Capítulo 90  

1 Señor, tú nos has sido refugio
De generación en generación.

2 Antes que naciesen los montes
Y formases la tierra y el mundo,
Desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios.

3 Vuelves al hombre hasta ser quebrantado,
Y dices: Convertíos, hijos de los hombres.

4 Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,
Y como una de las vigilias de la noche.

5 Los arrebatas como con torrente de aguas; son como sueño,
Como la hierba que crece en la mañana.

6 En la mañana florece y crece;
A la tarde es cortada, y se seca.

7 Porque con tu furor somos consumidos,
Y con tu ira somos turbados.

8 Pusiste nuestras maldades delante de ti,
Nuestros yerros a la luz de tu rostro.

9 Porque todos nuestros días declinan a causa de tu ira;
Acabamos nuestros años como un pensamiento.

10 Los días de nuestra edad son setenta años;
Y si en los más robustos son ochenta años,
Con todo, su fortaleza es molestia y trabajo,
Porque pronto pasan, y volamos.

11 ¿Quién conoce el poder de tu ira,
Y tu indignación según que debes ser temido?

12 Enséñanos de tal modo a contar nuestros días,
Que traigamos al corazón sabiduría.

13 Vuélvete, oh Jehová; ¿hasta cuándo?
Y aplácate para con tus siervos.

14 De mañana sácianos de tu misericordia,
Y cantaremos y nos alegraremos todos nuestros días.

15 Alégranos conforme a los días que nos afligiste,
Y los años en que vimos el mal.

16 Aparezca en tus siervos tu obra,
Y tu gloria sobre sus hijos.

17 Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros,
Y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros;
Sí, la obra de nuestras manos confirma.

jueves, 9 de mayo de 2024

DIA 9 DE MAYO - SALMO 85-87



Súplica por la misericordia de Dios sobre Israel
Al músico principal. Salmo para los hijos de Coré.

Capítulo 85  

1 Fuiste propicio a tu tierra, oh Jehová;
Volviste la cautividad de Jacob.

2 Perdonaste la iniquidad de tu pueblo;
Todos los pecados de ellos cubriste. Selah

3 Reprimiste todo tu enojo;
Te apartaste del ardor de tu ira.

4 Restáuranos, oh Dios de nuestra salvación,
Y haz cesar tu ira de sobre nosotros.

5 ¿Estarás enojado contra nosotros para siempre?
¿Extenderás tu ira de generación en generación?

6 ¿No volverás a darnos vida,
Para que tu pueblo se regocije en ti?

7 Muéstranos, oh Jehová, tu misericordia,
Y danos tu salvación.

8 Escucharé lo que hablará Jehová Dios;
Porque hablará paz a su pueblo y a sus santos,
Para que no se vuelvan a la locura.

9 Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen,
Para que habite la gloria en nuestra tierra.

10 La misericordia y la verdad se encontraron;
La justicia y la paz se besaron.

11 La verdad brotará de la tierra,
Y la justicia mirará desde los cielos.

12 Jehová dará también el bien,
Y nuestra tierra dará su fruto.

13 La justicia irá delante de él,
Y sus pasos nos pondrá por camino.


Oración pidiendo la continuada misericordia de Dios
Oración de David.

Capítulo 86  

1 Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame,
Porque estoy afligido y menesteroso.

2 Guarda mi alma, porque soy piadoso;
Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.

3 Ten misericordia de mí, oh Jehová;
Porque a ti clamo todo el día.

4 Alegra el alma de tu siervo,
Porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.

5 Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador,
Y grande en misericordia para con todos los que te invocan.

6 Escucha, oh Jehová, mi oración,
Y está atento a la voz de mis ruegos.

7 En el día de mi angustia te llamaré,
Porque tú me respondes.

8 Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses,
Ni obras que igualen tus obras.

9 Todas las naciones que hiciste vendrán y adorarán delante de ti, Señor,
Y glorificarán tu nombre.

10 Porque tú eres grande, y hacedor de maravillas;
Sólo tú eres Dios.

11 Enséñame, oh Jehová, tu camino; caminaré yo en tu verdad;
Afirma mi corazón para que tema tu nombre.

12 Te alabaré, oh Jehová Dios mío, con todo mi corazón,
Y glorificaré tu nombre para siempre.

13 Porque tu misericordia es grande para conmigo,
Y has librado mi alma de las profundidades del Seol.

14 Oh Dios, los soberbios se levantaron contra mí,
Y conspiración de violentos ha buscado mi vida,
Y no te pusieron delante de sí.

15 Mas tú, Señor, Dios misericordioso y clemente,
Lento para la ira, y grande en misericordia y verdad,

16 Mírame, y ten misericordia de mí;
Da tu poder a tu siervo,
Y guarda al hijo de tu sierva.

17 Haz conmigo señal para bien,
Y véanla los que me aborrecen, y sean avergonzados;
Porque tú, Jehová, me ayudaste y me consolaste.


El privilegio de morar en Sion
A los hijos de Coré. Salmo. Cántico.

Capítulo 87  

1 Su cimiento está en el monte santo.

2 Ama Jehová las puertas de Sion
Más que todas las moradas de Jacob.

3 Cosas gloriosas se han dicho de ti,
Ciudad de Dios. Selah

4 Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen;
He aquí Filistea y Tiro, con Etiopía;
Este nació allá.

5 Y de Sion se dirá: Este y aquél han nacido en ella,
Y el Altísimo mismo la establecerá.

6 Jehová contará al inscribir a los pueblos:
Este nació allí. Selah

7 Y cantores y tañedores en ella dirán:
Todas mis fuentes están en ti.

miércoles, 8 de mayo de 2024

DIA 8 DE MAYO - SALMO 82-84



Amonestación contra los juicios injustos

Salmo de Asaf.

Capítulo 82  

1 Dios está en la reunión de los dioses;
En medio de los dioses juzga.

2 ¿Hasta cuándo juzgaréis injustamente,
Y aceptaréis las personas de los impíos? Selah

3 Defended al débil y al huérfano;
Haced justicia al afligido y al menesteroso.

4 Librad al afligido y al necesitado;
Libradlo de mano de los impíos.

5 No saben, no entienden,
Andan en tinieblas;
Tiemblan todos los cimientos de la tierra.

6 Yo dije: Vosotros sois dioses,
Y todos vosotros hijos del Altísimo;

7 Pero como hombres moriréis,
Y como cualquiera de los príncipes caeréis.

8 Levántate, oh Dios, juzga la tierra;
Porque tú heredarás todas las naciones.


Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Israel

Cántico. Salmo de Asaf.

Capítulo 83  

1 Oh Dios, no guardes silencio;
No calles, oh Dios, ni te estés quieto.

2 Porque he aquí que rugen tus enemigos,
Y los que te aborrecen alzan cabeza.

3 Contra tu pueblo han consultado astuta y secretamente,
Y han entrado en consejo contra tus protegidos.

4 Han dicho: Venid, y destruyámoslos para que no sean nación,
Y no haya más memoria del nombre de Israel.

5 Porque se confabulan de corazón a una,
Contra ti han hecho alianza

6 Las tiendas de los edomitas y de los ismaelitas,
Moab y los agarenos;

7 Gebal, Amón y Amalec,
Los filisteos y los habitantes de Tiro.

8 También el asirio se ha juntado con ellos;
Sirven de brazo a los hijos de Lot. Selah

9 Hazles como a Madián,
Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;

10 Que perecieron en Endor,
Fueron hechos como estiércol para la tierra.

11 Pon a sus capitanes como a Oreb y a Zeeb;
Como a Zeba y a Zalmuna a todos sus príncipes,

12 Que han dicho: Heredemos para nosotros
Las moradas de Dios.

13 Dios mío, ponlos como torbellinos,
Como hojarascas delante del viento,

14 Como fuego que quema el monte,
Como llama que abrasa el bosque.

15 Persíguelos así con tu tempestad,
Y atérralos con tu torbellino.

16 Llena sus rostros de vergüenza,
Y busquen tu nombre, oh Jehová.

17 Sean afrentados y turbados para siempre;
Sean deshonrados, y perezcan.

18 Y conozcan que tu nombre es Jehová;
Tú solo Altísimo sobre toda la tierra.


Anhelo por la casa de Dios
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo para los hijos de Coré.

Capítulo 84  

1 ¡Cuán amables son tus moradas, oh Jehová de los ejércitos!

2 Anhela mi alma y aun ardientemente desea los atrios de Jehová;
Mi corazón y mi carne cantan al Dios vivo.

3 Aun el gorrión halla casa,
Y la golondrina nido para sí, donde ponga sus polluelos,
Cerca de tus altares, oh Jehová de los ejércitos,
Rey mío, y Dios mío.

4 Bienaventurados los que habitan en tu casa;
Perpetuamente te alabarán. Selah

5 Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas,
En cuyo corazón están tus caminos.

6 Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente,
Cuando la lluvia llena los estanques.

7 Irán de poder en poder;
Verán a Dios en Sion.

8 Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración;
Escucha, oh Dios de Jacob. Selah

9 Mira, oh Dios, escudo nuestro,
Y pon los ojos en el rostro de tu ungido.

10 Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos.
Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios,
Que habitar en las moradas de maldad.

11 Porque sol y escudo es Jehová Dios;
Gracia y gloria dará Jehová.
No quitará el bien a los que andan en integridad.

12 Jehová de los ejércitos,
Dichoso el hombre que en ti confía.

martes, 7 de mayo de 2024

DIA 7 DE MAYO - SALMO 79-81



Lamento por la destrucción de Jerusalén
Salmo de Asaf.

Capítulo 79  

1 Oh Dios, vinieron las naciones a tu heredad;
Han profanado tu santo templo;
Redujeron a Jerusalén a escombros.

2 Dieron los cuerpos de tus siervos por comida a las aves de los cielos,
La carne de tus santos a las bestias de la tierra.

3 Derramaron su sangre como agua en los alrededores de Jerusalén,
Y no hubo quien los enterrase.

4 Somos afrentados de nuestros vecinos,
Escarnecidos y burlados de los que están en nuestros alrededores.

5 ¿Hasta cuándo, oh Jehová? ¿Estarás airado para siempre?
¿Arderá como fuego tu celo?

6 Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen,
Y sobre los reinos que no invocan tu nombre.

7 Porque han consumido a Jacob,
Y su morada han asolado.

8 No recuerdes contra nosotros las iniquidades de nuestros antepasados;
Vengan pronto tus misericordias a encontrarnos,
Porque estamos muy abatidos.

9 Ayúdanos, oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre;
Y líbranos, y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.

10 Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios?
Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos,
La venganza de la sangre de tus siervos que fue derramada.

11 Llegue delante de ti el gemido de los presos;
Conforme a la grandeza de tu brazo preserva a los sentenciados a muerte,

12 Y devuelve a nuestros vecinos en su seno siete tantos
De su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.

13 Y nosotros, pueblo tuyo, y ovejas de tu prado,
Te alabaremos para siempre;
De generación en generación cantaremos tus alabanzas.


Súplica por la restauración
Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Salmo de Asaf.

Capítulo 80  

1 Oh Pastor de Israel, escucha;
Tú que pastoreas como a ovejas a José,
Que estás entre querubines, resplandece.

2 Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés,
Y ven a salvarnos.

3 Oh Dios, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

4 Jehová, Dios de los ejércitos,
¿Hasta cuándo mostrarás tu indignación contra la oración de tu pueblo?

5 Les diste a comer pan de lágrimas,
Y a beber lágrimas en gran abundancia.

6 Nos pusiste por escarnio a nuestros vecinos,
Y nuestros enemigos se burlan entre sí.

7 Oh Dios de los ejércitos, restáuranos;
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.

8 Hiciste venir una vid de Egipto;
Echaste las naciones, y la plantaste.

9 Limpiaste sitio delante de ella,
E hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra.

10 Los montes fueron cubiertos de su sombra,
Y con sus sarmientos los cedros de Dios.

11 Extendió sus vástagos hasta el mar,
Y hasta el río sus renuevos.

12 ¿Por qué aportillaste sus vallados,
Y la vendimian todos los que pasan por el camino?

13 La destroza el puerco montés,
Y la bestia del campo la devora.

14 Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora;
Mira desde el cielo, y considera, y visita esta viña,

15 La planta que plantó tu diestra,
Y el renuevo que para ti afirmaste.

16 Quemada a fuego está, asolada;
Perezcan por la reprensión de tu rostro.

17 Sea tu mano sobre el varón de tu diestra,
Sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste.

18 Así no nos apartaremos de ti;
Vida nos darás, e invocaremos tu nombre.

19 ¡Oh Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos!
Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos.


Bondad de Dios y perversidad de Israel
Al músico principal; sobre Gitit. Salmo de Asaf.

Capítulo 81  

1 Cantad con gozo a Dios, fortaleza nuestra;
Al Dios de Jacob aclamad con júbilo.

2 Entonad canción, y tañed el pandero,
El arpa deliciosa y el salterio.

3 Tocad la trompeta en la nueva luna,
En el día señalado, en el día de nuestra fiesta solemne.

4 Porque estatuto es de Israel,
Ordenanza del Dios de Jacob.

5 Lo constituyó como testimonio en José
Cuando salió por la tierra de Egipto.
Oí lenguaje que no entendía;

6 Aparté su hombro de debajo de la carga;
Sus manos fueron descargadas de los cestos.

7 En la calamidad clamaste, y yo te libré;
Te respondí en lo secreto del trueno;
Te probé junto a las aguas de Meriba. Selah

8 Oye, pueblo mío, y te amonestaré.
Israel, si me oyeres,

9 No habrá en ti dios ajeno,
Ni te inclinarás a dios extraño.

10 Yo soy Jehová tu Dios,
Que te hice subir de la tierra de Egipto;
Abre tu boca, y yo la llenaré.

11 Pero mi pueblo no oyó mi voz,
E Israel no me quiso a mí.

12 Los dejé, por tanto, a la dureza de su corazón;
Caminaron en sus propios consejos.

13 ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo,
Si en mis caminos hubiera andado Israel!

14 En un momento habría yo derribado a sus enemigos,
Y vuelto mi mano contra sus adversarios.

15 Los que aborrecen a Jehová se le habrían sometido,
Y el tiempo de ellos sería para siempre.

16 Les sustentaría Dios con lo mejor del trigo,
Y con miel de la peña les saciaría.

lunes, 6 de mayo de 2024

DIA 6 DE MAYO - SALMO 76-78



El Dios de la victoria y del juicio
Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de Asaf. Cántico.

Capítulo 76  

1 Dios es conocido en Judá;
En Israel es grande su nombre.

2 En Salem está su tabernáculo,
Y su habitación en Sion.

3 Allí quebró las saetas del arco,
El escudo, la espada y las armas de guerra. Selah

4 Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza.

5 Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño;
No hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes.

6 A tu reprensión, oh Dios de Jacob,
El carro y el caballo fueron entorpecidos.

7 Tú, temible eres tú;
¿Y quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira?

8 Desde los cielos hiciste oír juicio;
La tierra tuvo temor y quedó suspensa

9 Cuando te levantaste, oh Dios, para juzgar,
Para salvar a todos los mansos de la tierra. Selah

10 Ciertamente la ira del hombre te alabará;
Tú reprimirás el resto de las iras.

11 Prometed, y pagad a Jehová vuestro Dios;
Todos los que están alrededor de él, traigan ofrendas al Temible.

12 Cortará él el espíritu de los príncipes;
Temible es a los reyes de la tierra.


Meditación sobre los hechos poderosos de Dios

Al músico principal; para Jedutún. Salmo de Asaf.

Capítulo 77  

1 Con mi voz clamé a Dios,
A Dios clamé, y él me escuchará.

2 Al Señor busqué en el día de mi angustia;
Alzaba a él mis manos de noche, sin descanso;
Mi alma rehusaba consuelo.

3 Me acordaba de Dios, y me conmovía;
Me quejaba, y desmayaba mi espíritu. Selah

4 No me dejabas pegar los ojos;
Estaba yo quebrantado, y no hablaba.

5 Consideraba los días desde el principio,
Los años de los siglos.

6 Me acordaba de mis cánticos de noche;
Meditaba en mi corazón,
Y mi espíritu inquiría:

7 ¿Desechará el Señor para siempre,
Y no volverá más a sernos propicio?

8 ¿Ha cesado para siempre su misericordia?
¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?

9 ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia?
¿Ha encerrado con ira sus piedades? Selah

10 Dije: Enfermedad mía es esta;
Traeré, pues, a la memoria los años de la diestra del Altísimo.

11 Me acordaré de las obras de JAH;
Sí, haré yo memoria de tus maravillas antiguas.

12 Meditaré en todas tus obras,
Y hablaré de tus hechos.

13 Oh Dios, santo es tu camino;
¿Qué dios es grande como nuestro Dios?

14 Tú eres el Dios que hace maravillas;
Hiciste notorio en los pueblos tu poder.

15 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
A los hijos de Jacob y de José. Selah

16 Te vieron las aguas, oh Dios;
Las aguas te vieron, y temieron;
Los abismos también se estremecieron.

17 Las nubes echaron inundaciones de aguas;
Tronaron los cielos,
Y discurrieron tus rayos.

18 La voz de tu trueno estaba en el torbellino;
Tus relámpagos alumbraron el mundo;
Se estremeció y tembló la tierra.

19 En el mar fue tu camino,
Y tus sendas en las muchas aguas;
Y tus pisadas no fueron conocidas.

20 Condujiste a tu pueblo como ovejas
Por mano de Moisés y de Aarón.


Fidelidad de Dios hacia su pueblo infiel
Masquil de Asaf.

Capítulo 78  

1 Escucha, pueblo mío, mi ley;
Inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca.

2 Abriré mi boca en proverbios;
Hablaré cosas escondidas desde tiempos antiguos,

3 Las cuales hemos oído y entendido;
Que nuestros padres nos las contaron.

4 No las encubriremos a sus hijos,
Contando a la generación venidera las alabanzas de Jehová,
Y su potencia, y las maravillas que hizo.

5 El estableció testimonio en Jacob,
Y puso ley en Israel,
La cual mandó a nuestros padres
Que la notificasen a sus hijos;

6 Para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán;
Y los que se levantarán lo cuenten a sus hijos,

7 A fin de que pongan en Dios su confianza,
Y no se olviden de las obras de Dios;
Que guarden sus mandamientos,

8 Y no sean como sus padres,
Generación contumaz y rebelde;
Generación que no dispuso su corazón,
Ni fue fiel para con Dios su espíritu.

9 Los hijos de Efraín, arqueros armados,
Volvieron las espaldas en el día de la batalla.

10 No guardaron el pacto de Dios,
Ni quisieron andar en su ley;

11 Sino que se olvidaron de sus obras,
Y de sus maravillas que les había mostrado.

12 Delante de sus padres hizo maravillas
En la tierra de Egipto, en el campo de Zoán.

13 Dividió el mar y los hizo pasar;
Detuvo las aguas como en un montón.

14 Les guió de día con nube,
Y toda la noche con resplandor de fuego.

15 Hendió las peñas en el desierto,
Y les dio a beber como de grandes abismos,

16 Pues sacó de la peña corrientes,
E hizo descender aguas como ríos.

17 Pero aún volvieron a pecar contra él,
Rebelándose contra el Altísimo en el desierto;

18 Pues tentaron a Dios en su corazón,
Pidiendo comida a su gusto.

19 Y hablaron contra Dios,
Diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?

20 He aquí ha herido la peña, y brotaron aguas,
Y torrentes inundaron la tierra;
¿Podrá dar también pan?
¿Dispondrá carne para su pueblo?

21 Por tanto, oyó Jehová, y se indignó;
Se encendió el fuego contra Jacob,
Y el furor subió también contra Israel,

22 Por cuanto no habían creído a Dios,
Ni habían confiado en su salvación.

23 Sin embargo, mandó a las nubes de arriba,
Y abrió las puertas de los cielos,

24 E hizo llover sobre ellos maná para que comiesen,
Y les dio trigo de los cielos.

25 Pan de nobles comió el hombre;
Les envió comida hasta saciarles.

26 Movió el solano en el cielo,
Y trajo con su poder el viento sur,

27 E hizo llover sobre ellos carne como polvo,
Como arena del mar, aves que vuelan.

28 Las hizo caer en medio del campamento,
Alrededor de sus tiendas.

29 Comieron, y se saciaron;
Les cumplió, pues, su deseo.

30 No habían quitado de sí su anhelo,
Aún estaba la comida en su boca,

31 Cuando vino sobre ellos el furor de Dios,
E hizo morir a los más robustos de ellos,
Y derribó a los escogidos de Israel.

32 Con todo esto, pecaron aún,
Y no dieron crédito a sus maravillas.

33 Por tanto, consumió sus días en vanidad,
Y sus años en tribulación.

34 Si los hacía morir, entonces buscaban a Dios;
Entonces se volvían solícitos en busca suya,

35 Y se acordaban de que Dios era su refugio,
Y el Dios Altísimo su redentor.

36 Pero le lisonjeaban con su boca,
Y con su lengua le mentían;

37 Pues sus corazones no eran rectos con él,
Ni estuvieron firmes en su pacto.

38 Pero él, misericordioso, perdonaba la maldad, y no los destruía;
Y apartó muchas veces su ira,
Y no despertó todo su enojo.

39 Se acordó de que eran carne,
Soplo que va y no vuelve.

40 ¡Cuántas veces se rebelaron contra él en el desierto,
Lo enojaron en el yermo!

41 Y volvían, y tentaban a Dios,
Y provocaban al Santo de Israel.

42 No se acordaron de su mano,
Del día que los redimió de la angustia;

43 Cuando puso en Egipto sus señales,
Y sus maravillas en el campo de Zoán;

44 Y volvió sus ríos en sangre,
Y sus corrientes, para que no bebiesen.

45 Envió entre ellos enjambres de moscas que los devoraban,
Y ranas que los destruían.

46 Dio también a la oruga sus frutos,
Y sus labores a la langosta.

47 Sus viñas destruyó con granizo,
Y sus higuerales con escarcha;

48 Entregó al pedrisco sus bestias,
Y sus ganados a los rayos.

49 Envió sobre ellos el ardor de su ira;
Enojo, indignación y angustia,
Un ejército de ángeles destructores.

50 Dispuso camino a su furor;
No eximió la vida de ellos de la muerte,
Sino que entregó su vida a la mortandad.

51 Hizo morir a todo primogénito en Egipto,
Las primicias de su fuerza en las tiendas de Cam.

52 Hizo salir a su pueblo como ovejas,
Y los llevó por el desierto como un rebaño.

53 Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor;
Y el mar cubrió a sus enemigos.

54 Los trajo después a las fronteras de su tierra santa,
A este monte que ganó su mano derecha.

55 Echó las naciones de delante de ellos;
Con cuerdas repartió sus tierras en heredad,
E hizo habitar en sus moradas a las tribus de Israel.

56 Pero ellos tentaron y enojaron al Dios Altísimo,
Y no guardaron sus testimonios;

57 Sino que se volvieron y se rebelaron como sus padres;
Se volvieron como arco engañoso.

58 Le enojaron con sus lugares altos,
Y le provocaron a celo con sus imágenes de talla.

59 Lo oyó Dios y se enojó,
Y en gran manera aborreció a Israel.

60 Dejó, por tanto, el tabernáculo de Silo,
La tienda en que habitó entre los hombres,

61 Y entregó a cautiverio su poderío,
Y su gloria en mano del enemigo.

62 Entregó también su pueblo a la espada,
Y se irritó contra su heredad.

63 El fuego devoró a sus jóvenes,
Y sus vírgenes no fueron loadas en cantos nupciales.

64 Sus sacerdotes cayeron a espada,
Y sus viudas no hicieron lamentación.

65 Entonces despertó el Señor como quien duerme,
Como un valiente que grita excitado del vino,

66 E hirió a sus enemigos por detrás;
Les dio perpetua afrenta.

67 Desechó la tienda de José,
Y no escogió la tribu de Efraín,

68 Sino que escogió la tribu de Judá,
El monte de Sion, al cual amó.

69 Edificó su santuario a manera de eminencia,
Como la tierra que cimentó para siempre.

70 Eligió a David su siervo,
Y lo tomó de las majadas de las ovejas;

71 De tras las paridas lo trajo,
Para que apacentase a Jacob su pueblo,
Y a Israel su heredad.

72 Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón,
Los pastoreó con la pericia de sus manos.

domingo, 5 de mayo de 2024

DIA 5 DE MAYO - SALMO 73-75



El destino de los malos
Salmo de Asaf.

Capítulo 73  

1 Ciertamente es bueno Dios para con Israel,
Para con los limpios de corazón.

2 En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies;
Por poco resbalaron mis pasos.

3 Porque tuve envidia de los arrogantes,
Viendo la prosperidad de los impíos.

4 Porque no tienen congojas por su muerte,
Pues su vigor está entero.

5 No pasan trabajos como los otros mortales,
Ni son azotados como los demás hombres.

6 Por tanto, la soberbia los corona;
Se cubren de vestido de violencia.

7 Los ojos se les saltan de gordura;
Logran con creces los antojos del corazón.

8 Se mofan y hablan con maldad de hacer violencia;
Hablan con altanería.

9 Ponen su boca contra el cielo,
Y su lengua pasea la tierra.

10 Por eso Dios hará volver a su pueblo aquí,
Y aguas en abundancia serán extraídas para ellos.

11 Y dicen: ¿Cómo sabe Dios?
¿Y hay conocimiento en el Altísimo?

12 He aquí estos impíos,
Sin ser turbados del mundo, alcanzaron riquezas.

13 Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón,
Y lavado mis manos en inocencia;

14 Pues he sido azotado todo el día,
Y castigado todas las mañanas.

15 Si dijera yo: Hablaré como ellos,
He aquí, a la generación de tus hijos engañaría.

16 Cuando pensé para saber esto,
Fue duro trabajo para mí,

17 Hasta que entrando en el santuario de Dios,
Comprendí el fin de ellos.

18 Ciertamente los has puesto en deslizaderos;
En asolamientos los harás caer.

19 ¡Cómo han sido asolados de repente!
Perecieron, se consumieron de terrores.

20 Como sueño del que despierta,
Así, Señor, cuando despertares, menospreciarás su apariencia.

21 Se llenó de amargura mi alma,
Y en mi corazón sentía punzadas.

22 Tan torpe era yo, que no entendía;
Era como una bestia delante de ti.

23 Con todo, yo siempre estuve contigo;
Me tomaste de la mano derecha.

24 Me has guiado según tu consejo,
Y después me recibirás en gloria.

25 ¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti?
Y fuera de ti nada deseo en la tierra.

26 Mi carne y mi corazón desfallecen;
Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.

27 Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán;
Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta.

28 Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien;
He puesto en Jehová el Señor mi esperanza,
Para contar todas tus obras.


Apelación a Dios en contra del enemigo
Masquil de Asaf.

Capítulo 74  

1 ¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre?
¿Por qué se ha encendido tu furor contra las ovejas de tu prado?

2 Acuérdate de tu congregación, la que adquiriste desde tiempos antiguos,
La que redimiste para hacerla la tribu de tu herencia;
Este monte de Sion, donde has habitado.

3 Dirige tus pasos a los asolamientos eternos,
A todo el mal que el enemigo ha hecho en el santuario.

4 Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas;
Han puesto sus divisas por señales.

5 Se parecen a los que levantan
El hacha en medio de tupido bosque.

6 Y ahora con hachas y martillos
Han quebrado todas sus entalladuras.

7 Han puesto a fuego tu santuario,
Han profanado el tabernáculo de tu nombre, echándolo a tierra.

8 Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez;
Han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.

9 No vemos ya nuestras señales;
No hay más profeta,
Ni entre nosotros hay quien sepa hasta cuándo.

10 ¿Hasta cuándo, oh Dios, nos afrentará el angustiador?
¿Ha de blasfemar el enemigo perpetuamente tu nombre?

11 ¿Por qué retraes tu mano?
¿Por qué escondes tu diestra en tu seno?

12 Pero Dios es mi rey desde tiempo antiguo;
El que obra salvación en medio de la tierra.

13 Dividiste el mar con tu poder;
Quebrantaste cabezas de monstruos en las aguas.

14 Magullaste las cabezas del leviatán,
Y lo diste por comida a los moradores del desierto.

15 Abriste la fuente y el río;
Secaste ríos impetuosos.

16 Tuyo es el día, tuya también es la noche;
Tú estableciste la luna y el sol.

17 Tú fijaste todos los términos de la tierra;
El verano y el invierno tú los formaste.

18 Acuérdate de esto: que el enemigo ha afrentado a Jehová,
Y pueblo insensato ha blasfemado tu nombre.

19 No entregues a las fieras el alma de tu tórtola,
Y no olvides para siempre la congregación de tus afligidos.

20 Mira al pacto,
Porque los lugares tenebrosos de la tierra están llenos de habitaciones de violencia.

21 No vuelva avergonzado el abatido;
El afligido y el menesteroso alabarán tu nombre.

22 Levántate, oh Dios, aboga tu causa;
Acuérdate de cómo el insensato te injuria cada día.

23 No olvides las voces de tus enemigos;
El alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.


Dios abate al malo y exalta al justo
Al músico principal; sobre No destruyas. Salmo de Asaf. Cántico.

Capítulo 75  

1 Gracias te damos, oh Dios, gracias te damos,
Pues cercano está tu nombre;
Los hombres cuentan tus maravillas.

2 Al tiempo que señalaré
Yo juzgaré rectamente.

3 Se arruinaban la tierra y sus moradores;
Yo sostengo sus columnas. Selah

4 Dije a los insensatos: No os infatuéis;
Y a los impíos: No os enorgullezcáis;

5 No hagáis alarde de vuestro poder;
No habléis con cerviz erguida.

6 Porque ni de oriente ni de occidente,
Ni del desierto viene el enaltecimiento.

7 Mas Dios es el juez;
A éste humilla, y a aquél enaltece.

8 Porque el cáliz está en la mano de Jehová, y el vino está fermentado,
Lleno de mistura; y él derrama del mismo;
Hasta el fondo lo apurarán, y lo beberán todos los impíos de la tierra.

9 Pero yo siempre anunciaré
Y cantaré alabanzas al Dios de Jacob.

10 Quebrantaré todo el poderío de los pecadores,
Pero el poder del justo será exaltado.

sábado, 4 de mayo de 2024

DIA 4 DE MAYO - SALMO 70-72



Súplica por la liberación

(Sal. 40.13-17)
Al músico principal. Salmo de David, para conmemorar.

Capítulo 70  

1 Oh Dios, acude a librarme;
Apresúrate, oh Dios, a socorrerme.

2 Sean avergonzados y confundidos
Los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados
Los que mi mal desean.

3 Sean vueltos atrás, en pago de su afrenta hecha,
Los que dicen: ¡Ah! ¡Ah!

4 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación:
Engrandecido sea Dios.

5 Yo estoy afligido y menesteroso;
Apresúrate a mí, oh Dios.
Ayuda mía y mi libertador eres tú;
Oh Jehová, no te detengas.


Oración de un anciano


Capítulo 71  

1 En ti, oh Jehová, me he refugiado;
No sea yo avergonzado jamás.

2 Socórreme y líbrame en tu justicia;
Inclina tu oído y sálvame.

3 Sé para mí una roca de refugio, adonde recurra yo continuamente.
Tú has dado mandamiento para salvarme,
Porque tú eres mi roca y mi fortaleza.

4 Dios mío, líbrame de la mano del impío,
De la mano del perverso y violento.

5 Porque tú, oh Señor Jehová, eres mi esperanza,
Seguridad mía desde mi juventud.

6 En ti he sido sustentado desde el vientre;
De las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó;
De ti será siempre mi alabanza.

7 Como prodigio he sido a muchos,
Y tú mi refugio fuerte.

8 Sea llena mi boca de tu alabanza,
De tu gloria todo el día.

9 No me deseches en el tiempo de la vejez;
Cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

10 Porque mis enemigos hablan de mí,
Y los que acechan mi alma consultaron juntamente,

11 Diciendo: Dios lo ha desamparado;
Perseguidle y tomadle, porque no hay quien le libre.

12 Oh Dios, no te alejes de mí;
Dios mío, acude pronto en mi socorro.

13 Sean avergonzados, perezcan los adversarios de mi alma;
Sean cubiertos de vergüenza y de confusión los que mi mal buscan.

14 Mas yo esperaré siempre,
Y te alabaré más y más.

15 Mi boca publicará tu justicia
Y tus hechos de salvación todo el día,
Aunque no sé su número.

16 Vendré a los hechos poderosos de Jehová el Señor;
Haré memoria de tu justicia, de la tuya sola.

17 Oh Dios, me enseñaste desde mi juventud,
Y hasta ahora he manifestado tus maravillas.

18 Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares,
Hasta que anuncie tu poder a la posteridad,
Y tu potencia a todos los que han de venir,

19 Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso.
Tú has hecho grandes cosas;
Oh Dios, ¿quién como tú?

20 Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
Volverás a darme vida,
Y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra.

21 Aumentarás mi grandeza,
Y volverás a consolarme.

22 Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio,
Oh Dios mío; tu verdad cantaré a ti en el arpa,
Oh Santo de Israel.

23 Mis labios se alegrarán cuando cante a ti,
Y mi alma, la cual redimiste.

24 Mi lengua hablará también de tu justicia todo el día;
Por cuanto han sido avergonzados, porque han sido confundidos los que mi mal procuraban.


El reino de un rey justo
Para Salomón.

Capítulo 72  

1 Oh Dios, da tus juicios al rey,
Y tu justicia al hijo del rey.

2 El juzgará a tu pueblo con justicia,
Y a tus afligidos con juicio.

3 Los montes llevarán paz al pueblo,
Y los collados justicia.

4 Juzgará a los afligidos del pueblo,
Salvará a los hijos del menesteroso,
Y aplastará al opresor.

5 Te temerán mientras duren el sol
Y la luna, de generación en generación.

6 Descenderá como la lluvia sobre la hierba cortada;
Como el rocío que destila sobre la tierra.

7 Florecerá en sus días justicia,
Y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna.

8 Dominará de mar a mar,
Y desde el río hasta los confines de la tierra.

9 Ante él se postrarán los moradores del desierto,
Y sus enemigos lamerán el polvo.

10 Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes;
Los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones.

11 Todos los reyes se postrarán delante de él;
Todas las naciones le servirán.

12 Porque él librará al menesteroso que clamare,
Y al afligido que no tuviere quien le socorra.

13 Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso,
Y salvará la vida de los pobres.

14 De engaño y de violencia redimirá sus almas,
Y la sangre de ellos será preciosa ante sus ojos.

15 Vivirá, y se le dará del oro de Sabá,
Y se orará por él continuamente;
Todo el día se le bendecirá.

16 Será echado un puñado de grano en la tierra, en las cumbres de los montes;
Su fruto hará ruido como el Líbano,
Y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.

17 Será su nombre para siempre,
Se perpetuará su nombre mientras dure el sol.
Benditas serán en él todas las naciones;
Lo llamarán bienaventurado.

18 Bendito Jehová Dios, el Dios de Israel,
El único que hace maravillas.

19 Bendito su nombre glorioso para siempre,
Y toda la tierra sea llena de su gloria.
Amén y Amén.

20 Aquí terminan las oraciones de David, hijo de Isaí.

viernes, 3 de mayo de 2024

DIA 3 DE MAYO - SALMO 67-69



Exhortación a las naciones, para que alaben a Dios

Al músico principal; en Neginot. Salmo. Cántico.

Capítulo 67  

1 Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga;
Haga resplandecer su rostro sobre nosotros; Selah

2 Para que sea conocido en la tierra tu camino,
En todas las naciones tu salvación.

3 Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.

4 Alégrense y gócense las naciones,
Porque juzgarás los pueblos con equidad,
Y pastorearás las naciones en la tierra. Selah

5 Te alaben los pueblos, oh Dios;
Todos los pueblos te alaben.

6 La tierra dará su fruto;
Nos bendecirá Dios, el Dios nuestro.

7 Bendíganos Dios,
Y témanlo todos los términos de la tierra.


El Dios del Sinaí y del santuario
Al músico principal. Salmo de David. Cántico.

Capítulo 68  

1 Levántese Dios, sean esparcidos sus enemigos,
Y huyan de su presencia los que le aborrecen.

2 Como es lanzado el humo, los lanzarás;
Como se derrite la cera delante del fuego,
Así perecerán los impíos delante de Dios.

3 Mas los justos se alegrarán; se gozarán delante de Dios,
Y saltarán de alegría.

4 Cantad a Dios, cantad salmos a su nombre;
Exaltad al que cabalga sobre los cielos.
JAH es su nombre; alegraos delante de él.

5 Padre de huérfanos y defensor de viudas
Es Dios en su santa morada.

6 Dios hace habitar en familia a los desamparados;
Saca a los cautivos a prosperidad;
Mas los rebeldes habitan en tierra seca.

7 Oh Dios, cuando tú saliste delante de tu pueblo,
Cuando anduviste por el desierto, Selah

8 La tierra tembló;
También destilaron los cielos ante la presencia de Dios;
Aquel Sinaí tembló delante de Dios, del Dios de Israel.

9 Abundante lluvia esparciste, oh Dios;
A tu heredad exhausta tú la reanimaste.

10 Los que son de tu grey han morado en ella;
Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.

11 El Señor daba palabra;
Había grande multitud de las que llevaban buenas nuevas.

12 Huyeron, huyeron reyes de ejércitos,
Y las que se quedaban en casa repartían los despojos.

13 Bien que fuisteis echados entre los tiestos,
Seréis como alas de paloma cubiertas de plata,
Y sus plumas con amarillez de oro.

14 Cuando esparció el Omnipotente los reyes allí,
Fue como si hubiese nevado en el monte Salmón.

15 Monte de Dios es el monte de Basán;
Monte alto el de Basán.

16 ¿Por qué observáis, oh montes altos,
Al monte que deseó Dios para su morada?
Ciertamente Jehová habitará en él para siempre.

17 Los carros de Dios se cuentan por veintenas de millares de millares;
El Señor viene del Sinaí a su santuario.

18 Subiste a lo alto, cautivaste la cautividad,
Tomaste dones para los hombres,
Y también para los rebeldes, para que habite entre ellos JAH Dios.

19 Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios
El Dios de nuestra salvación. Selah

20 Dios, nuestro Dios ha de salvarnos,
Y de Jehová el Señor es el librar de la muerte.

21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos,
La testa cabelluda del que camina en sus pecados.

22 El Señor dijo: De Basán te haré volver;
Te haré volver de las profundidades del mar;

23 Porque tu pie se enrojecerá de sangre de tus enemigos,
Y de ella la lengua de tus perros.

24 Vieron tus caminos, oh Dios;
Los caminos de mi Dios, de mi Rey, en el santuario.

25 Los cantores iban delante, los músicos detrás;
En medio las doncellas con panderos.

26 Bendecid a Dios en las congregaciones;
Al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.

27 Allí estaba el joven Benjamín, señoreador de ellos,
Los príncipes de Judá en su congregación,
Los príncipes de Zabulón, los príncipes de Neftalí.

28 Tu Dios ha ordenado tu fuerza;
Confirma, oh Dios, lo que has hecho para nosotros.

29 Por razón de tu templo en Jerusalén
Los reyes te ofrecerán dones.

30 Reprime la reunión de gentes armadas,
La multitud de toros con los becerros de los pueblos,
Hasta que todos se sometan con sus piezas de plata;
Esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.

31 Vendrán príncipes de Egipto;
Etiopía se apresurará a extender sus manos hacia Dios.

32 Reinos de la tierra, cantad a Dios,
Cantad al Señor; Selah

33 Al que cabalga sobre los cielos de los cielos, que son desde la antigüedad;
He aquí dará su voz, poderosa voz.

34 Atribuid poder a Dios;
Sobre Israel es su magnificencia,
Y su poder está en los cielos.

35 Temible eres, oh Dios, desde tus santuarios;
El Dios de Israel, él da fuerza y vigor a su pueblo.
Bendito sea Dios.


Un grito de angustia
Al músico principal; sobre Lirios. Salmo de David.

Capítulo 69  

1 Sálvame, oh Dios,
Porque las aguas han entrado hasta el alma.

2 Estoy hundido en cieno profundo, donde no puedo hacer pie;
He venido a abismos de aguas, y la corriente me ha anegado.

3 Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido;
Han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.

4 Se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza los que me aborrecen sin causa;
Se han hecho poderosos mis enemigos, los que me destruyen sin tener por qué.
¿Y he de pagar lo que no robé?

5 Dios, tú conoces mi insensatez,
Y mis pecados no te son ocultos.

6 No sean avergonzados por causa mía los que en ti confían, oh Señor Jehová de los ejércitos;
No sean confundidos por mí los que te buscan, oh Dios de Israel.

7 Porque por amor de ti he sufrido afrenta;
Confusión ha cubierto mi rostro.

8 Extraño he sido para mis hermanos,
Y desconocido para los hijos de mi madre.

9 Porque me consumió el celo de tu casa;
Y los denuestos de los que te vituperaban cayeron sobre mí.

10 Lloré afligiendo con ayuno mi alma,
Y esto me ha sido por afrenta.

11 Puse además cilicio por mi vestido,
Y vine a serles por proverbio.

12 Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta,
Y me zaherían en sus canciones los bebedores.

13 Pero yo a ti oraba, oh Jehová, al tiempo de tu buena voluntad;
Oh Dios, por la abundancia de tu misericordia,
Por la verdad de tu salvación, escúchame.

14 Sácame del lodo, y no sea yo sumergido;
Sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.

15 No me anegue la corriente de las aguas,
Ni me trague el abismo,
Ni el pozo cierre sobre mí su boca.

16 Respóndeme, Jehová, porque benigna es tu misericordia;
Mírame conforme a la multitud de tus piedades.

17 No escondas de tu siervo tu rostro,
Porque estoy angustiado; apresúrate, óyeme.

18 Acércate a mi alma, redímela;
Líbrame a causa de mis enemigos.

19 Tú sabes mi afrenta, mi confusión y mi oprobio;
Delante de ti están todos mis adversarios.

20 El escarnio ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado.
Esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo;
Y consoladores, y ninguno hallé.

21 Me pusieron además hiel por comida,
Y en mi sed me dieron a beber vinagre.

22 Sea su convite delante de ellos por lazo,
Y lo que es para bien, por tropiezo.

23 Sean oscurecidos sus ojos para que no vean,
Y haz temblar continuamente sus lomos.

24 Derrama sobre ellos tu ira,
Y el furor de tu enojo los alcance.

25 Sea su palacio asolado;
En sus tiendas no haya morador.

26 Porque persiguieron al que tú heriste,
Y cuentan del dolor de los que tú llagaste.

27 Pon maldad sobre su maldad,
Y no entren en tu justicia.

28 Sean raídos del libro de los vivientes,
Y no sean escritos entre los justos.

29 Mas a mí, afligido y miserable,
Tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.

30 Alabaré yo el nombre de Dios con cántico,
Lo exaltaré con alabanza.

31 Y agradará a Jehová más que sacrificio de buey,
O becerro que tiene cuernos y pezuñas;

32 Lo verán los oprimidos, y se gozarán.
Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón,

33 Porque Jehová oye a los menesterosos,
Y no menosprecia a sus prisioneros.

34 Alábenle los cielos y la tierra,
Los mares, y todo lo que se mueve en ellos.

35 Porque Dios salvará a Sion, y reedificará las ciudades de Judá;
Y habitarán allí, y la poseerán.

36 La descendencia de sus siervos la heredará,
Y los que aman su nombre habitarán en ella.

jueves, 2 de mayo de 2024

DIA 2 DE MAYO - SALMO 64-66



Plegaria pidiendo protección contra enemigos ocultos

Al músico principal. Salmo de David.

Capítulo 64  

1 Escucha, oh Dios, la voz de mi queja;
Guarda mi vida del temor del enemigo.

2 Escóndeme del consejo secreto de los malignos,
De la conspiración de los que hacen iniquidad,

3 Que afilan como espada su lengua;
Lanzan cual saeta suya, palabra amarga,

4 Para asaetear a escondidas al íntegro;
De repente lo asaetean, y no temen.

5 Obstinados en su inicuo designio,
Tratan de esconder los lazos,
Y dicen: ¿Quién los ha de ver?

6 Inquieren iniquidades, hacen una investigación exacta;
Y el íntimo pensamiento de cada uno de ellos, así como su corazón, es profundo.

7 Mas Dios los herirá con saeta;
De repente serán sus plagas.

8 Sus propias lenguas los harán caer;
Se espantarán todos los que los vean.

9 Entonces temerán todos los hombres,
Y anunciarán la obra de Dios,
Y entenderán sus hechos.

10 Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en él;
Y se gloriarán todos los rectos de corazón.


La generosidad de Dios en la naturaleza
Al músico principal. Salmo. Cántico de David.

Capítulo 65  

1 Tuya es la alabanza en Sion, oh Dios,
Y a ti se pagarán los votos.

2 Tú oyes la oración;
A ti vendrá toda carne.

3 Las iniquidades prevalecen contra mí;
Mas nuestras rebeliones tú las perdonarás.

4 Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti,
Para que habite en tus atrios;
Seremos saciados del bien de tu casa,
De tu santo templo.

5 Con tremendas cosas nos responderás tú en justicia,
Oh Dios de nuestra salvación,
Esperanza de todos los términos de la tierra,
Y de los más remotos confines del mar.

6 Tú, el que afirma los montes con su poder,
Ceñido de valentía;

7 El que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas,
Y el alboroto de las naciones.

8 Por tanto, los habitantes de los fines de la tierra temen de tus maravillas.
Tú haces alegrar las salidas de la mañana y de la tarde.

9 Visitas la tierra, y la riegas;
En gran manera la enriqueces;
Con el río de Dios, lleno de aguas,
Preparas el grano de ellos, cuando así la dispones.

10 Haces que se empapen sus surcos,
Haces descender sus canales;
La ablandas con lluvias,
Bendices sus renuevos.

11 Tú coronas el año con tus bienes,
Y tus nubes destilan grosura.

12 Destilan sobre los pastizales del desierto,
Y los collados se ciñen de alegría.

13 Se visten de manadas los llanos,
Y los valles se cubren de grano;
Dan voces de júbilo, y aun cantan.


Alabanza por los hechos poderosos de Dios

Al músico principal. Cántico. Salmo.

Capítulo 66  

1 Aclamad a Dios con alegría, toda la tierra.

2 Cantad la gloria de su nombre;
Poned gloria en su alabanza.

3 Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras!
Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.

4 Toda la tierra te adorará,
Y cantará a ti;
Cantarán a tu nombre. Selah

5 Venid, y ved las obras de Dios,
Temible en hechos sobre los hijos de los hombres.

6 Volvió el mar en seco;
Por el río pasaron a pie;
Allí en él nos alegramos.

7 El señorea con su poder para siempre;
Sus ojos atalayan sobre las naciones;
Los rebeldes no serán enaltecidos. Selah

8 Bendecid, pueblos, a nuestro Dios,
Y haced oír la voz de su alabanza.

9 El es quien preservó la vida a nuestra alma,
Y no permitió que nuestros pies resbalasen.

10 Porque tú nos probaste, oh Dios;
Nos ensayaste como se afina la plata.

11 Nos metiste en la red;
Pusiste sobre nuestros lomos pesada carga.

12 Hiciste cabalgar hombres sobre nuestra cabeza;
Pasamos por el fuego y por el agua,
Y nos sacaste a abundancia.

13 Entraré en tu casa con holocaustos;
Te pagaré mis votos,

14 Que pronunciaron mis labios
Y habló mi boca, cuando estaba angustiado.

15 Holocaustos de animales engordados te ofreceré,
Con sahumerio de carneros;
Te ofreceré en sacrificio bueyes y machos cabríos. Selah

16 Venid, oíd todos los que teméis a Dios,
Y contaré lo que ha hecho a mi alma.

17 A él clamé con mi boca,
Y fue exaltado con mi lengua.

18 Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad,
El Señor no me habría escuchado.

19 Mas ciertamente me escuchó Dios;
Atendió a la voz de mi súplica.

20 Bendito sea Dios,
Que no echó de sí mi oración, ni de mí su misericordia.

miércoles, 1 de mayo de 2024

DIA 1 DE MAYO - SALMO 61-63



Confianza en la protección de Dios
Al músico principal; sobre Neginot. Salmo de David.

Capítulo 61  

1 Oye, oh Dios, mi clamor;
A mi oración atiende.

2 Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare.
Llévame a la roca que es más alta que yo,

3 Porque tú has sido mi refugio,
Y torre fuerte delante del enemigo.

4 Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre;
Estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah

5 Porque tú, oh Dios, has oído mis votos;
Me has dado la heredad de los que temen tu nombre.

6 Días sobre días añadirás al rey;
Sus años serán como generación y generación.

7 Estará para siempre delante de Dios;
Prepara misericordia y verdad para que lo conserven.

8 Así cantaré tu nombre para siempre,
Pagando mis votos cada día.


Dios, el único refugio

Al músico principal; a Jedutún. Salmo de David.

Capítulo 62  

1 En Dios solamente está acallada mi alma;
De él viene mi salvación.

2 El solamente es mi roca y mi salvación;
Es mi refugio, no resbalaré mucho.

3 ¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre,
Tratando todos vosotros de aplastarle
Como pared desplomada y como cerca derribada?

4 Solamente consultan para arrojarle de su grandeza.
Aman la mentira;
Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah

5 Alma mía, en Dios solamente reposa,
Porque de él es mi esperanza.

6 El solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré.

7 En Dios está mi salvación y mi gloria;
En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio.

8 Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;
Derramad delante de él vuestro corazón;
Dios es nuestro refugio. Selah

9 Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón;
Pesándolos a todos igualmente en la balanza,
Serán menos que nada.

10 No confiéis en la violencia,
Ni en la rapiña; no os envanezcáis;
Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.

11 Una vez habló Dios;
Dos veces he oído esto:
Que de Dios es el poder,

12 Y tuya, oh Señor, es la misericordia;
Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.


Dios, satisfacción del alma

Salmo de David, cuando estaba en el desierto de Judá.

Capítulo 63  

1 Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;
Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela,
En tierra seca y árida donde no hay aguas,

2 Para ver tu poder y tu gloria,
Así como te he mirado en el santuario.

3 Porque mejor es tu misericordia que la vida;
Mis labios te alabarán.

4 Así te bendeciré en mi vida;
En tu nombre alzaré mis manos.

5 Como de meollo y de grosura será saciada mi alma,
Y con labios de júbilo te alabará mi boca,

6 Cuando me acuerde de ti en mi lecho,
Cuando medite en ti en las vigilias de la noche.

7 Porque has sido mi socorro,
Y así en la sombra de tus alas me regocijaré.

8 Está mi alma apegada a ti;
Tu diestra me ha sostenido.

9 Pero los que para destrucción buscaron mi alma
Caerán en los sitios bajos de la tierra.

10 Los destruirán a filo de espada;
Serán porción de los chacales.

11 Pero el rey se alegrará en Dios;
Será alabado cualquiera que jura por él;
Porque la boca de los que hablan mentira será cerrada.

martes, 30 de abril de 2024

DIA 30 DE ABRIL - SALMO 58-60

 

Plegaria pidiendo el castigo de los malos
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David.

Capítulo 58  

1 Oh congregación, ¿pronunciáis en verdad justicia?
¿Juzgáis rectamente, hijos de los hombres?

2 Antes en el corazón maquináis iniquidades;
Hacéis pesar la violencia de vuestras manos en la tierra.

3 Se apartaron los impíos desde la matriz;
Se descarriaron hablando mentira desde que nacieron.

4 Veneno tienen como veneno de serpiente;
Son como el áspid sordo que cierra su oído,

5 Que no oye la voz de los que encantan,
Por más hábil que el encantador sea.

6 Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas;
Quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.

7 Sean disipados como aguas que corren;
Cuando disparen sus saetas, sean hechas pedazos.

8 Pasen ellos como el caracol que se deslíe;
Como el que nace muerto, no vean el sol.

9 Antes que vuestras ollas sientan la llama de los espinos,
Así vivos, así airados, los arrebatará él con tempestad.

10 Se alegrará el justo cuando viere la venganza;
Sus pies lavará en la sangre del impío.

11 Entonces dirá el hombre: Ciertamente hay galardón para el justo;
Ciertamente hay Dios que juzga en la tierra.


Oración pidiendo ser librado de los enemigos
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando envió Saúl, y vigilaron la casa para matarlo.

Capítulo 59  

1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío;
Ponme a salvo de los que se levantan contra mí.

2 Líbrame de los que cometen iniquidad,
Y sálvame de hombres sanguinarios.

3 Porque he aquí están acechando mi vida;
Se han juntado contra mí poderosos.
No por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová;

4 Sin delito mío corren y se aperciben.
Despierta para venir a mi encuentro, y mira.

5 Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel,
Despierta para castigar a todas las naciones;
No tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. Selah

6 Volverán a la tarde, ladrarán como perros,
Y rodearán la ciudad.

7 He aquí proferirán con su boca;
Espadas hay en sus labios,
Porque dicen: ¿Quién oye?

8 Mas tú, Jehová, te reirás de ellos;
Te burlarás de todas las naciones.

9 A causa del poder del enemigo esperaré en ti,
Porque Dios es mi defensa.

10 El Dios de mi misericordia irá delante de mí;
Dios hará que vea en mis enemigos mi deseo.

11 No los mates, para que mi pueblo no olvide;
Dispérsalos con tu poder, y abátelos,
Oh Jehová, escudo nuestro.

12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios,
Sean ellos presos en su soberbia,
Y por la maldición y mentira que profieren.

13 Acábalos con furor, acábalos, para que no sean;
Y sépase que Dios gobierna en Jacob
Hasta los fines de la tierra. Selah

14 Vuelvan, pues, a la tarde, y ladren como perros,
Y rodeen la ciudad.

15 Anden ellos errantes para hallar qué comer;
Y si no se sacian, pasen la noche quejándose.

16 Pero yo cantaré de tu poder,
Y alabaré de mañana tu misericordia;
Porque has sido mi amparo
Y refugio en el día de mi angustia.

17 Fortaleza mía, a ti cantaré;
Porque eres, oh Dios, mi refugio, el Dios de mi misericordia.


Plegaria pidiendo ayuda contra el enemigo
(Sal. 108.6-13)
Al músico principal; sobre Lirios. Testimonio. Mictam de David, para enseñar, cuando tuvo guerra contra Aram-Naharaim y contra Aram de Soba, y volvió Joab, y destrozó a doce mil de Edom en el valle de la Sal.

Capítulo 60  

1 Oh Dios, tú nos has desechado, nos quebrantaste;
Te has airado; ¡vuélvete a nosotros!

2 Hiciste temblar la tierra, la has hendido;
Sana sus roturas, porque titubea.

3 Has hecho ver a tu pueblo cosas duras;
Nos hiciste beber vino de aturdimiento.

4 Has dado a los que te temen bandera
Que alcen por causa de la verdad. Selah

5 Para que se libren tus amados,
Salva con tu diestra, y óyeme.

6 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

7 Mío es Galaad, y mío es Manasés;
Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.

8 Moab, vasija para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Me regocijaré sobre Filistea.

9 ¿Quién me llevará a la ciudad fortificada?
¿Quién me llevará hasta Edom?

10 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,
Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?

11 Danos socorro contra el enemigo,
Porque vana es la ayuda de los hombres.

12 En Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.

lunes, 29 de abril de 2024

DIA 29 DE ABRIL - SALMO 55-57



Plegaria pidiendo la destrucción de enemigos traicioneros
Al músico principal; en Neginot. Masquil de David.

Capítulo 55  

1 Escucha, oh Dios, mi oración,
Y no te escondas de mi súplica.

2 Está atento, y respóndeme;
Clamo en mi oración, y me conmuevo,

3 A causa de la voz del enemigo,
Por la opresión del impío;
Porque sobre mí echaron iniquidad,
Y con furor me persiguen.

4 Mi corazón está dolorido dentro de mí,
Y terrores de muerte sobre mí han caído.

5 Temor y temblor vinieron sobre mí,
Y terror me ha cubierto.

6 Y dije: ¡Quién me diese alas como de paloma!
Volaría yo, y descansaría.

7 Ciertamente huiría lejos;
Moraría en el desierto. Selah

8 Me apresuraría a escapar
Del viento borrascoso, de la tempestad.

9 Destrúyelos, oh Señor; confunde la lengua de ellos;
Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad.

10 Día y noche la rodean sobre sus muros,
E iniquidad y trabajo hay en medio de ella.

11 Maldad hay en medio de ella,
Y el fraude y el engaño no se apartan de sus plazas.

12 Porque no me afrentó un enemigo,
Lo cual habría soportado;
Ni se alzó contra mí el que me aborrecía,
Porque me hubiera ocultado de él;

13 Sino tú, hombre, al parecer íntimo mío,
Mi guía, y mi familiar;

14 Que juntos comunicábamos dulcemente los secretos,
Y andábamos en amistad en la casa de Dios.

15 Que la muerte les sorprenda;
Desciendan vivos al Seol,
Porque hay maldades en sus moradas, en medio de ellos.

16 En cuanto a mí, a Dios clamaré;
Y Jehová me salvará.

17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz.

18 El redimirá en paz mi alma de la guerra contra mí,
Aunque contra mí haya muchos.

19 Dios oirá, y los quebrantará luego,
El que permanece desde la antigüedad;
Por cuanto no cambian,
Ni temen a Dios. Selah

20 Extendió el inicuo sus manos contra los que estaban en paz con él;
Violó su pacto.

21 Los dichos de su boca son más blandos que mantequilla,
Pero guerra hay en su corazón;
Suaviza sus palabras más que el aceite,
Mas ellas son espadas desnudas.

22 Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará;
No dejará para siempre caído al justo.

23 Mas tú, oh Dios, harás descender aquéllos al pozo de perdición.
Los hombres sanguinarios y engañadores no llegarán a la mitad de sus días;
Pero yo en ti confiaré.


Oración de confianza
Al músico principal; sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Mictam de David, cuando los filisteos le prendieron en Gat.

Cpítulo 56  

1 Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre;
Me oprime combatiéndome cada día.

2 Todo el día mis enemigos me pisotean;
Porque muchos son los que pelean contra mí con soberbia.

3 En el día que temo,
Yo en ti confío.

4 En Dios alabaré su palabra;
En Dios he confiado; no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre?

5 Todos los días ellos pervierten mi causa;
Contra mí son todos sus pensamientos para mal.

6 Se reúnen, se esconden,
Miran atentamente mis pasos,
Como quienes acechan a mi alma.

7 Pésalos según su iniquidad, oh Dios,
Y derriba en tu furor a los pueblos.

8 Mis huidas tú has contado;
Pon mis lágrimas en tu redoma;
¿No están ellas en tu libro?

9 Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare;
Esto sé, que Dios está por mí.

10 En Dios alabaré su palabra;
En Jehová su palabra alabaré.

11 En Dios he confiado; no temeré;
¿Qué puede hacerme el hombre?

12 Sobre mí, oh Dios, están tus votos;
Te tributaré alabanzas.

13 Porque has librado mi alma de la muerte,
Y mis pies de caída,
Para que ande delante de Dios
En la luz de los que viven.


Plegaria pidiendo ser librado de los perseguidores
(Sal. 108.1-5)
Al músico principal; sobre No destruyas. Mictam de David, cuando huyó de delante de Saúl a la cueva.

Capítulo 57  

1 Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;
Porque en ti ha confiado mi alma,
Y en la sombra de tus alas me ampararé
Hasta que pasen los quebrantos.

2 Clamaré al Dios Altísimo,
Al Dios que me favorece.

3 El enviará desde los cielos, y me salvará
De la infamia del que me acosa; Selah
Dios enviará su misericordia y su verdad.

4 Mi vida está entre leones;
Estoy echado entre hijos de hombres que vomitan llamas;
Sus dientes son lanzas y saetas,
Y su lengua espada aguda.

5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria.

6 Red han armado a mis pasos;
Se ha abatido mi alma;
Hoyo han cavado delante de mí;
En medio de él han caído ellos mismos. Selah

7 Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto;
Cantaré, y trovaré salmos.

8 Despierta, alma mía; despierta, salterio y arpa;
Me levantaré de mañana.

9 Te alabaré entre los pueblos, oh Señor;
Cantaré de ti entre las naciones.

10 Porque grande es hasta los cielos tu misericordia,
Y hasta las nubes tu verdad.

11 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios;
Sobre toda la tierra sea tu gloria.

domingo, 28 de abril de 2024

DIA 28 DE ABRIL - SALMO 52-54




Futilidad de la jactancia del malo
Capítulo 52  

1 ¿Por qué te jactas de maldad, oh poderoso?
La misericordia de Dios es continua.

2 Agravios maquina tu lengua;
Como navaja afilada hace engaño.

3 Amaste el mal más que el bien,
La mentira más que la verdad. Selah

4 Has amado toda suerte de palabras perniciosas,
Engañosa lengua.

5 Por tanto, Dios te destruirá para siempre;
Te asolará y te arrancará de tu morada,
Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. Selah

6 Verán los justos, y temerán;
Se reirán de él, diciendo:

7 He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza,
Sino que confió en la multitud de sus riquezas,
Y se mantuvo en su maldad.

8 Pero yo estoy como olivo verde en la casa de Dios;
En la misericordia de Dios confío eternamente y para siempre.

9 Te alabaré para siempre, porque lo has hecho así;
Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.


Insensatez y maldad de los hombres
(Sal. 14.1-7)
Al músico principal; sobre Mahalat. Masquil de David.

Capítulo 53  

1 Dice el necio en su corazón: No hay Dios.
Se han corrompido, e hicieron abominable maldad;
No hay quien haga bien.

2 Dios desde los cielos miró sobre los hijos de los hombres,
Para ver si había algún entendido
Que buscara a Dios.

3 Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido;
No hay quien haga lo bueno, no hay ni aun uno.

4 ¿No tienen conocimiento todos los que hacen iniquidad,
Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,
Y a Dios no invocan?

5 Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo,
Porque Dios ha esparcido los huesos del que puso asedio contra ti;
Los avergonzaste, porque Dios los desechó.

6 ¡Oh, si saliera de Sion la salvación de Israel!
Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo,
Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.


Plegaria pidiendo protección contra los enemigos
Al músico principal; en Neginot. Masquil de David, cuando vinieron los zifeos y dijeron a Saúl: ¿No está David escondido en nuestra tierra?

Capítulo 54  

1 Oh Dios, sálvame por tu nombre,
Y con tu poder defiéndeme.

2 Oh Dios, oye mi oración;
Escucha las razones de mi boca.

3 Porque extraños se han levantado contra mí,
Y hombres violentos buscan mi vida;
No han puesto a Dios delante de sí. Selah

4 He aquí, Dios es el que me ayuda;
El Señor está con los que sostienen mi vida.

5 El devolverá el mal a mis enemigos;
Córtalos por tu verdad.

6 Voluntariamente sacrificaré a ti;
Alabaré tu nombre, oh Jehová, porque es bueno.

7 Porque él me ha librado de toda angustia,
Y mis ojos han visto la ruina de mis enemigos.

sábado, 27 de abril de 2024

DIA 27 DE ABRIL - SALMO 49-51



La insensatez de confiar en las riquezas
Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.

Capítulo 49  

1 Oíd esto, pueblos todos;
Escuchad, habitantes todos del mundo,

2 Así los plebeyos como los nobles,
El rico y el pobre juntamente.

3 Mi boca hablará sabiduría,
Y el pensamiento de mi corazón inteligencia.

4 Inclinaré al proverbio mi oído;
Declararé con el arpa mi enigma.

5 ¿Por qué he de temer en los días de adversidad,
Cuando la iniquidad de mis opresores me rodeare?

6 Los que confían en sus bienes,
Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan,

7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano,
Ni dar a Dios su rescate

8 (Porque la redención de su vida es de gran precio,
Y no se logrará jamás),

9 Para que viva en adelante para siempre,
Y nunca vea corrupción.

10 Pues verá que aun los sabios mueren;
Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio,
Y dejan a otros sus riquezas.

11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas,
Y sus habitaciones para generación y generación;
Dan sus nombres a sus tierras.

12 Mas el hombre no permanecerá en honra;
Es semejante a las bestias que perecen.

13 Este su camino es locura;
Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah

14 Como a rebaños que son conducidos al Seol,
La muerte los pastoreará,
Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana;
Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.

15 Pero Dios redimirá mi vida del poder del Seol,
Porque él me tomará consigo. Selah

16 No temas cuando se enriquece alguno,
Cuando aumenta la gloria de su casa;

17 Porque cuando muera no llevará nada,
Ni descenderá tras él su gloria.

18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma,
Y sea loado cuando prospere,

19 Entrará en la generación de sus padres,
Y nunca más verá la luz.

20 El hombre que está en honra y no entiende,
Semejante es a las bestias que perecen.


Dios juzgará al mundo
Salmo de Asaf.

Capítulo 50  

1 El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra,
Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

2 De Sion, perfección de hermosura,
Dios ha resplandecido.

3 Vendrá nuestro Dios, y no callará;
Fuego consumirá delante de él,
Y tempestad poderosa le rodeará.

4 Convocará a los cielos de arriba,
Y a la tierra, para juzgar a su pueblo.

5 Juntadme mis santos,
Los que hicieron conmigo pacto con sacrificio.

6 Y los cielos declararán su justicia,
Porque Dios es el juez. Selah

7 Oye, pueblo mío, y hablaré;
Escucha, Israel, y testificaré contra ti:
Yo soy Dios, el Dios tuyo.

8 No te reprenderé por tus sacrificios,
Ni por tus holocaustos, que están continuamente delante de mí.

9 No tomaré de tu casa becerros,
Ni machos cabríos de tus apriscos.

10 Porque mía es toda bestia del bosque,
Y los millares de animales en los collados.

11 Conozco a todas las aves de los montes,
Y todo lo que se mueve en los campos me pertenece.

12 Si yo tuviese hambre, no te lo diría a ti;
Porque mío es el mundo y su plenitud.

13 ¿He de comer yo carne de toros,
O de beber sangre de machos cabríos?

14 Sacrifica a Dios alabanza,
Y paga tus votos al Altísimo;

15 E invócame en el día de la angustia;
Te libraré, y tú me honrarás.

16 Pero al malo dijo Dios:
¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes,
Y que tomar mi pacto en tu boca?

17 Pues tú aborreces la corrección,
Y echas a tu espalda mis palabras.

18 Si veías al ladrón, tú corrías con él,
Y con los adúlteros era tu parte.

19 Tu boca metías en mal,
Y tu lengua componía engaño.

20 Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano;
Contra el hijo de tu madre ponías infamia.

21 Estas cosas hiciste, y yo he callado;
Pensabas que de cierto sería yo como tú;
Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.

22 Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios,
No sea que os despedace, y no haya quien os libre.

23 El que sacrifica alabanza me honrará;
Y al que ordenare su camino,
Le mostraré la salvación de Dios.


Arrepentimiento, y plegaria pidiendo purificación
Al músico principal. Salmo de David, cuando después que se llegó a Betsabé, vino a él Natán el profeta.

Capítulo 51  

1 Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.

2 Lávame más y más de mi maldad,
Y límpiame de mi pecado.

3 Porque yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado está siempre delante de mí.

4 Contra ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho lo malo delante de tus ojos;
Para que seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por puro en tu juicio.

5 He aquí, en maldad he sido formado,
Y en pecado me concibió mi madre.

6 He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo,
Y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.

7 Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.

8 Hazme oír gozo y alegría,
Y se recrearán los huesos que has abatido.

9 Esconde tu rostro de mis pecados,
Y borra todas mis maldades.

10 Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio,
Y renueva un espíritu recto dentro de mí.

11 No me eches de delante de ti,
Y no quites de mí tu santo Espíritu.

12 Vuélveme el gozo de tu salvación,
Y espíritu noble me sustente.

13 Entonces enseñaré a los transgresores tus caminos,
Y los pecadores se convertirán a ti.

14 Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación;
Cantará mi lengua tu justicia.

15 Señor, abre mis labios,
Y publicará mi boca tu alabanza.

16 Porque no quieres sacrificio, que yo lo daría;
No quieres holocausto.

17 Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.

18 Haz bien con tu benevolencia a Sion;
Edifica los muros de Jerusalén.

19 Entonces te agradarán los sacrificios de justicia,
El holocausto u ofrenda del todo quemada;
Entonces ofrecerán becerros sobre tu altar.

viernes, 26 de abril de 2024

DIA 26 DE ABRIL - SALMO 46-48


Dios es nuestro amparo y fortaleza
Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot.

Capítulo 46  

1 Dios es nuestro amparo y fortaleza,
Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.

2 Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida,
Y se traspasen los montes al corazón del mar;

3 Aunque bramen y se turben sus aguas,
Y tiemblen los montes a causa de su braveza. Selah

4 Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios,
El santuario de las moradas del Altísimo.

5 Dios está en medio de ella; no será conmovida.
Dios la ayudará al clarear la mañana.

6 Bramaron las naciones, titubearon los reinos;
Dio él su voz, se derritió la tierra.

7 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah

8 Venid, ved las obras de Jehová,
Que ha puesto asolamientos en la tierra.

9 Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra.
Que quiebra el arco, corta la lanza,
Y quema los carros en el fuego.

10 Estad quietos, y conoced que yo soy Dios;
Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.

11 Jehová de los ejércitos está con nosotros;
Nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah


Dios, el Rey de toda la tierra
Al músico principal. Salmo de los hijos de Coré.

Capítulo 47  

1 Pueblos todos, batid las manos;
Aclamad a Dios con voz de júbilo.

2 Porque Jehová el Altísimo es temible;
Rey grande sobre toda la tierra.

3 El someterá a los pueblos debajo de nosotros,
Y a las naciones debajo de nuestros pies.

4 El nos elegirá nuestras heredades;
La hermosura de Jacob, al cual amó. Selah

5 Subió Dios con júbilo,
Jehová con sonido de trompeta.

6 Cantad a Dios, cantad;
Cantad a nuestro Rey, cantad;

7 Porque Dios es el Rey de toda la tierra;
Cantad con inteligencia.

8 Reinó Dios sobre las naciones;
Se sentó Dios sobre su santo trono.

9 Los príncipes de los pueblos se reunieron
Como pueblo del Dios de Abraham;

10 Porque de Dios son los escudos de la tierra;
El es muy exaltado.


Hermosura y gloria de Sion

Cántico. Salmo de los hijos de Coré.

Capítulo 48  

1 Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado
En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.

2 Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra,
Es el monte de Sion, a los lados del norte,
La ciudad del gran Rey.

3 En sus palacios Dios es conocido por refugio.

4 Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron;
Pasaron todos.

5 Y viéndola ellos así, se maravillaron,
Se turbaron, se apresuraron a huir.

6 Les tomó allí temblor;
Dolor como de mujer que da a luz.

7 Con viento solano
Quiebras tú las naves de Tarsis.

8 Como lo oímos, así lo hemos visto
En la ciudad de Jehová de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios;
La afirmará Dios para siempre. Selah

9 Nos acordamos de tu misericordia, oh Dios,
En medio de tu templo.

10 Conforme a tu nombre, oh Dios,
Así es tu loor hasta los fines de la tierra;
De justicia está llena tu diestra.

11 Se alegrará el monte de Sion;
Se gozarán las hijas de Judá
Por tus juicios.

12 Andad alrededor de Sion, y rodeadla;
Contad sus torres.

13 Considerad atentamente su antemuro,
Mirad sus palacios;
Para que lo contéis a la generación venidera.

14 Porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre;
El nos guiará aun más allá de la muerte.

jueves, 25 de abril de 2024

DIA 25 DE ABRIL - SALMO 43-45



Plegaria pidiendo vindicación y liberación

Capítulo 43  

1 Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa;
Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo.

2 Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?
¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

3 Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;
Me conducirán a tu santo monte,
Y a tus moradas.

4 Entraré al altar de Dios,
Al Dios de mi alegría y de mi gozo;
Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.

5 ¿Por qué te abates, oh alma mía,
Y por qué te turbas dentro de mí?
Espera en Dios; porque aún he de alabarle,
Salvación mía y Dios mío.


Liberaciones pasadas y pruebas presentes

Al músico principal. Masquil de los hijos de Coré.

Capítulo 44  

1 Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado,
La obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.

2 Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos;
Afligiste a los pueblos, y los arrojaste.

3 Porque no se apoderaron de la tierra por su espada,
Ni su brazo los libró;
Sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro,
Porque te complaciste en ellos.

4 Tú, oh Dios, eres mi rey;
Manda salvación a Jacob.

5 Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos;
En tu nombre hollaremos a nuestros adversarios.

6 Porque no confiaré en mi arco,
Ni mi espada me salvará;

7 Pues tú nos has guardado de nuestros enemigos,
Y has avergonzado a los que nos aborrecían.

8 En Dios nos gloriaremos todo el tiempo,
Y para siempre alabaremos tu nombre. Selah

9 Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar;
Y no sales con nuestros ejércitos.

10 Nos hiciste retroceder delante del enemigo,
Y nos saquean para sí los que nos aborrecen.

11 Nos entregas como ovejas al matadero,
Y nos has esparcido entre las naciones.

12 Has vendido a tu pueblo de balde;
No exigiste ningún precio.

13 Nos pones por afrenta de nuestros vecinos,
Por escarnio y por burla de los que nos rodean.

14 Nos pusiste por proverbio entre las naciones;
Todos al vernos menean la cabeza.

15 Cada día mi vergüenza está delante de mí,
Y la confusión de mi rostro me cubre,

16 Por la voz del que me vitupera y deshonra,
Por razón del enemigo y del vengativo.

17 Todo esto nos ha venido, y no nos hemos olvidado de ti,
Y no hemos faltado a tu pacto.

18 No se ha vuelto atrás nuestro corazón,
Ni se han apartado de tus caminos nuestros pasos,

19 Para que nos quebrantases en el lugar de chacales,
Y nos cubrieses con sombra de muerte.

20 Si nos hubiésemos olvidado del nombre de nuestro Dios,
O alzado nuestras manos a dios ajeno,

21 ¿No demandaría Dios esto?
Porque él conoce los secretos del corazón.

22 Pero por causa de ti nos matan cada día;
Somos contados como ovejas para el matadero.

23 Despierta; ¿por qué duermes, Señor?
Despierta, no te alejes para siempre.

24 ¿Por qué escondes tu rostro,
Y te olvidas de nuestra aflicción, y de la opresión nuestra?

25 Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo,
Y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra.

26 Levántate para ayudarnos,
Y redímenos por causa de tu misericordia.


Cántico de las bodas del rey

Al músico principal; sobre Lirios. Masquil de los hijos de Coré. Canción de amores.

Capítulo 45  

1 Rebosa mi corazón palabra buena;
Dirijo al rey mi canto;
Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

2 Eres el más hermoso de los hijos de los hombres;
La gracia se derramó en tus labios;
Por tanto, Dios te ha bendecido para siempre.

3 Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente,
Con tu gloria y con tu majestad.

4 En tu gloria sé prosperado;
Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia,
Y tu diestra te enseñará cosas terribles.

5 Tus saetas agudas,
Con que caerán pueblos debajo de ti,
Penetrarán en el corazón de los enemigos del rey.

6 Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre;
Cetro de justicia es el cetro de tu reino.

7 Has amado la justicia y aborrecido la maldad;
Por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo,
Con óleo de alegría más que a tus compañeros.

8 Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos;
Desde palacios de marfil te recrean.

9 Hijas de reyes están entre tus ilustres;
Está la reina a tu diestra con oro de Ofir.

10 Oye, hija, y mira, e inclina tu oído;
Olvida tu pueblo, y la casa de tu padre;

11 Y deseará el rey tu hermosura;
E inclínate a él, porque él es tu señor.

12 Y las hijas de Tiro vendrán con presentes;
Implorarán tu favor los ricos del pueblo.

13 Toda gloriosa es la hija del rey en su morada;
De brocado de oro es su vestido.

14 Con vestidos bordados será llevada al rey;
Vírgenes irán en pos de ella,
Compañeras suyas serán traídas a ti.

15 Serán traídas con alegría y gozo;
Entrarán en el palacio del rey.

16 En lugar de tus padres serán tus hijos,
A quienes harás príncipes en toda la tierra.

17 Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones,
Por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.