Alimenta tu vida de la Palabra de Dios y recibe vida eterna. Cada día la actualizaremos para su lectura.
"No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." Jesús.
San Mateo 4:4

miércoles, 31 de mayo de 2023

DIA 31 DE MAYO - 1 REYES 1-4



Abisag sirve a David

Capítulo 1

1 Cuando el rey David era viejo y avanzado en días, le cubrían de ropas, pero no se calentaba.

2 Le dijeron, por tanto, sus siervos: Busquen para mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey y lo abrigue, y duerma a su lado, y entrará en calor mi señor el rey.

3 Y buscaron una joven hermosa por toda la tierra de Israel, y hallaron a Abisag sunamita, y la trajeron al rey.

4 Y la joven era hermosa; y ella abrigaba al rey, y le servía; pero el rey nunca la conoció.

Adonías usurpa el trono

5 Entonces Adonías hijo de Haguit se rebeló, diciendo: Yo reinaré. Y se hizo de carros y de gente de a caballo, y de cincuenta hombres que corriesen delante de él.

6 Y su padre nunca le había entristecido en todos sus días con decirle: ¿Por qué haces así? Además, éste era de muy hermoso parecer; y había nacido después de Absalón.

7 Y se había puesto de acuerdo con Joab hijo de Sarvia y con el sacerdote Abiatar, los cuales ayudaban a Adonías.

8 Pero el sacerdote Sadoc, y Benaía hijo de Joiada, el profeta Natán, Simei, Rei y todos los grandes de David, no seguían a Adonías.

9 Y matando Adonías ovejas y vacas y animales gordos junto a la peña de Zohelet, la cual está cerca de la fuente de Rogel, convidó a todos sus hermanos los hijos del rey, y a todos los varones de Judá, siervos del rey;

10 pero no convidó al profeta Natán, ni a Benaía, ni a los grandes, ni a Salomón su hermano.

11 Entonces habló Natán a Betsabé madre de Salomón, diciendo: ¿No has oído que reina Adonías hijo de Haguit, sin saberlo David nuestro señor?

12 Ven pues, ahora, y toma mi consejo, para que conserves tu vida, y la de tu hijo Salomón.

13 Ve y entra al rey David, y dile: Rey señor mío, ¿no juraste a tu sierva, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono? ¿Por qué, pues, reina Adonías?

14 Y estando tú aún hablando con el rey, yo entraré tras ti y reafirmaré tus razones.

15 Entonces Betsabé entró a la cámara del rey; y el rey era muy viejo, y Abisag sunamita le servía.

16 Y Betsabé se inclinó, e hizo reverencia al rey. Y el rey dijo: ¿Qué tienes?

17 Y ella le respondió: Señor mío, tú juraste a tu sierva por Jehová tu Dios, diciendo: Salomón tu hijo reinará después de mí, y él se sentará en mi trono.

18 Y he aquí ahora Adonías reina, y tú, mi señor rey, hasta ahora no lo sabes.

19 Ha matado bueyes, y animales gordos, y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, al sacerdote Abiatar, y a Joab general del ejército; mas a Salomón tu siervo no ha convidado.

20 Entre tanto, rey señor mío, los ojos de todo Israel están puestos en ti, para que les declares quién se ha de sentar en el trono de mi señor el rey después de él.

21 De otra manera sucederá que cuando mi señor el rey duerma con sus padres, yo y mi hijo Salomón seremos tenidos por culpables.

22 Mientras aún hablaba ella con el rey, he aquí vino el profeta Natán.

23 Y dieron aviso al rey, diciendo: He aquí el profeta Natán; el cual, cuando entró al rey, se postró delante del rey inclinando su rostro a tierra.

24 Y dijo Natán: Rey señor mío, ¿has dicho tú: Adonías reinará después de mí, y él se sentará en mi trono?

25 Porque hoy ha descendido, y ha matado bueyes y animales gordos y muchas ovejas, y ha convidado a todos los hijos del rey, y a los capitanes del ejército, y también al sacerdote Abiatar; y he aquí, están comiendo y bebiendo delante de él, y han dicho: ¡Viva el rey Adonías!

26 Pero ni a mí tu siervo, ni al sacerdote Sadoc, ni a Benaía hijo de Joiada, ni a Salomón tu siervo, ha convidado.

27 ¿Es este negocio ordenado por mi señor el rey, sin haber declarado a tus siervos quién se había de sentar en el trono de mi señor el rey después de él?

David proclama rey a Salomón

28 Entonces el rey David respondió y dijo: Llamadme a Betsabé. Y ella entró a la presencia del rey, y se puso delante del rey.

29 Y el rey juró diciendo: Vive Jehová, que ha redimido mi alma de toda angustia,

30 que como yo te he jurado por Jehová Dios de Israel, diciendo: Tu hijo Salomón reinará después de mí, y él se sentará en mi trono en lugar mío; que así lo haré hoy.

31 Entonces Betsabé se inclinó ante el rey, con su rostro a tierra, y haciendo reverencia al rey, dijo: Viva mi señor el rey David para siempre.

32 Y el rey David dijo: Llamadme al sacerdote Sadoc, al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada. Y ellos entraron a la presencia del rey.

33 Y el rey les dijo: Tomad con vosotros los siervos de vuestro señor, y montad a Salomón mi hijo en mi mula, y llevadlo a Gihón;

34 y allí lo ungirán el sacerdote Sadoc y el profeta Natán como rey sobre Israel, y tocaréis trompeta, diciendo: ¡Viva el rey Salomón!

35 Después iréis vosotros detrás de él, y vendrá y se sentará en mi trono, y él reinará por mí; porque a él he escogido para que sea príncipe sobre Israel y sobre Judá.

36 Entonces Benaía hijo de Joiada respondió al rey y dijo: Amén. Así lo diga Jehová, Dios de mi señor el rey.

37 De la manera que Jehová ha estado con mi señor el rey, así esté con Salomón, y haga mayor su trono que el trono de mi señor el rey David.

38 Y descendieron el sacerdote Sadoc, el profeta Natán, Benaía hijo de Joiada, y los cereteos y los peleteos, y montaron a Salomón en la mula del rey David, y lo llevaron a Gihón.

39 Y tomando el sacerdote Sadoc el cuerno del aceite del tabernáculo, ungió a Salomón; y tocaron trompeta, y dijo todo el pueblo: ¡Viva el rey Salomón!

40 Después subió todo el pueblo en pos de él, y cantaba la gente con flautas, y hacían grandes alegrías, que parecía que la tierra se hundía con el clamor de ellos.

41 Y lo oyó Adonías, y todos los convidados que con él estaban, cuando ya habían acabado de comer. Y oyendo Joab el sonido de la trompeta, dijo: ¿Por qué se alborota la ciudad con estruendo?

42 Mientras él aún hablaba, he aquí vino Jonatán hijo del sacerdote Abiatar, al cual dijo Adonías: Entra, porque tú eres hombre valiente, y traerás buenas nuevas.

43 Jonatán respondió y dijo a Adonías: Ciertamente nuestro señor el rey David ha hecho rey a Salomón;

44 y el rey ha enviado con él al sacerdote Sadoc y al profeta Natán, y a Benaía hijo de Joiada, y también a los cereteos y a los peleteos, los cuales le montaron en la mula del rey;

45 y el sacerdote Sadoc y el profeta Natán lo han ungido por rey en Gihón, y de allí han subido con alegrías, y la ciudad está llena de estruendo. Este es el alboroto que habéis oído.

46 También Salomón se ha sentado en el trono del reino,

47 y aun los siervos del rey han venido a bendecir a nuestro señor el rey David, diciendo: Dios haga bueno el nombre de Salomón más que tu nombre, y haga mayor su trono que el tuyo. Y el rey adoró en la cama.

48 Además el rey ha dicho así: Bendito sea Jehová Dios de Israel, que ha dado hoy quien se siente en mi trono, viéndolo mis ojos.

49 Ellos entonces se estremecieron, y se levantaron todos los convidados que estaban con Adonías, y se fue cada uno por su camino.

50 Mas Adonías, temiendo de la presencia de Salomón, se levantó y se fue, y se asió de los cuernos del altar.

51 Y se lo hicieron saber a Salomón, diciendo: He aquí que Adonías tiene miedo del rey Salomón, pues se ha asido de los cuernos del altar, diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no matará a espada a su siervo.

52 Y Salomón dijo: Si él fuere hombre de bien, ni uno de sus cabellos caerá en tierra; mas si se hallare mal en él, morirá.

53 Y envió el rey Salomón, y lo trajeron del altar; y él vino, y se inclinó ante el rey Salomón. Y Salomón le dijo: Vete a tu casa.


Mandato de David a Salomón

Capítulo 2

1 Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo:

2 Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre.

3 Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas;

4 para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.

5 Ya sabes tú lo que me ha hecho Joab hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales del ejército de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasa hijo de Jeter, a los cuales él mató, derramando en tiempo de paz la sangre de guerra, y poniendo sangre de guerra en el talabarte que tenía sobre sus lomos, y en los zapatos que tenía en sus pies.

6 Tú, pues, harás conforme a tu sabiduría; no dejarás descender sus canas al Seol en paz.

7 Mas a los hijos de Barzilai galaadita harás misericordia, que sean de los convidados a tu mesa; porque ellos vinieron de esta manera a mí, cuando iba huyendo de Absalón tu hermano.

8 También tienes contigo a Simei hijo de Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, el cual me maldijo con una maldición fuerte el día que yo iba a Mahanaim. Mas él mismo descendió a recibirme al Jordán, y yo le juré por Jehová diciendo: Yo no te mataré a espada.

9 Pero ahora no lo absolverás; pues hombre sabio eres, y sabes cómo debes hacer con él; y harás descender sus canas con sangre al Seol.

Muerte de David
(1 Cr. 29. 26-30)

10 Y durmió David con sus padres, y fue sepultado en su ciudad.

11 Los días que reinó David sobre Israel fueron cuarenta años; siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén.

12 Y se sentó Salomón en el trono de David su padre, y su reino fue firme en gran manera.

Salomón afirma su reino

13 Entonces Adonías hijo de Haguit vino a Betsabé madre de Salomón; y ella le dijo: ¿Es tu venida de paz? El respondió: Sí, de paz.

14 En seguida dijo: Una palabra tengo que decirte. Y ella dijo: Di.

15 El dijo: Tú sabes que el reino era mío, y que todo Israel había puesto en mí su rostro para que yo reinara; mas el reino fue traspasado, y vino a ser de mi hermano, porque por Jehová era suyo.

16 Ahora yo te hago una petición; no me la niegues. Y ella le dijo: Habla.

17 El entonces dijo: Yo te ruego que hables al rey Salomón (porque él no te lo negará), para que me dé Abisag sunamita por mujer.

18 Y Betsabé dijo: Bien; yo hablaré por ti al rey.

19 Vino Betsabé al rey Salomón para hablarle por Adonías. Y el rey se levantó a recibirla, y se inclinó ante ella, y volvió a sentarse en su trono, e hizo traer una silla para su madre, la cual se sentó a su diestra.

20 Y ella dijo: Una pequeña petición pretendo de ti; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, que yo no te la negaré.

21 Y ella dijo: Dése Abisag sunamita por mujer a tu hermano Adonías.

22 El rey Salomón respondió y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag sunamita para Adonías? Demanda también para él el reino; porque él es mi hermano mayor, y ya tiene también al sacerdote Abiatar, y a Joab hijo de Sarvia.

23 Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo: Así me haga Dios y aun me añada, que contra su vida ha hablado Adonías estas palabras.

24 Ahora, pues, vive Jehová, quien me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre, y quien me ha hecho casa, como me había dicho, que Adonías morirá hoy.

25 Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía hijo de Joiada, el cual arremetió contra él, y murió.

26 Y el rey dijo al sacerdote Abiatar: Vete a Anatot, a tus heredades, pues eres digno de muerte; pero no te mataré hoy, por cuanto has llevado el arca de Jehová el Señor delante de David mi padre, y además has sido afligido en todas las cosas en que fue afligido mi padre.

27 Así echó Salomón a Abiatar del sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová que había dicho sobre la casa de Elí en Silo.

28 Y vino la noticia a Joab; porque también Joab se había adherido a Adonías, si bien no se había adherido a Absalón. Y huyó Joab al tabernáculo de Jehová, y se asió de los cuernos del altar.

29 Y se le hizo saber a Salomón que Joab había huido al tabernáculo de Jehová, y que estaba junto al altar. Entonces envió Salomón a Benaía hijo de Joiada, diciendo: Ve, y arremete contra él.

30 Y entró Benaía al tabernáculo de Jehová, y le dijo: El rey ha dicho que salgas. Y él dijo: No, sino que aquí moriré. Y Benaía volvió con esta respuesta al rey, diciendo: Así dijo Joab, y así me respondió.

31 Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; mátale y entiérrale, y quita de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente.

32 Y Jehová hará volver su sangre sobre su cabeza; porque él ha dado muerte a dos varones más justos y mejores que él, a los cuales mató a espada sin que mi padre David supiese nada: a Abner hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, general del ejército de Judá.

33 La sangre, pues, de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su descendencia para siempre; mas sobre David y sobre su descendencia, y sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte de Jehová.

34 Entonces Benaía hijo de Joiada subió y arremetió contra él, y lo mató; y fue sepultado en su casa en el desierto.

35 Y el rey puso en su lugar a Benaía hijo de Joiada sobre el ejército, y a Sadoc puso el rey por sacerdote en lugar de Abiatar.

36 Después envió el rey e hizo venir a Simei, y le dijo: Edifícate una casa en Jerusalén y mora ahí, y no salgas de allí a una parte ni a otra;

37 porque sabe de cierto que el día que salieres y pasares el torrente de Cedrón, sin duda morirás, y tu sangre será sobre tu cabeza.

38 Y Simei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Simei en Jerusalén muchos días.

39 Pero pasados tres años, aconteció que dos siervos de Simei huyeron a Aquis hijo de Maaca, rey de Gat. Y dieron aviso a Simei, diciendo: He aquí que tus siervos están en Gat.

40 Entonces Simei se levantó y ensilló su asno y fue a Aquis en Gat, para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei, y trajo sus siervos de Gat.

41 Luego fue dicho a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat, y que había vuelto.

42 Entonces el rey envió e hizo venir a Simei, y le dijo: ¿No te hice jurar yo por Jehová, y te protesté diciendo: El día que salieres y fueres acá o allá, sabe de cierto que morirás? Y tú me dijiste: La palabra es buena, yo la obedezco.

43 ¿Por qué, pues, no guardaste el juramento de Jehová, y el mandamiento que yo te impuse?

44 Dijo además el rey a Simei: Tú sabes todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre David; Jehová, pues, ha hecho volver el mal sobre tu cabeza.

45 Y el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme perpetuamente delante de Jehová.

46 Entonces el rey mandó a Benaía hijo de Joiada, el cual salió y lo hirió, y murió.

Y el reino fue confirmado en la mano de Salomón.


Salomón se casa con la hija de Faraón

Capítulo 3

1 Salomón hizo parentesco con Faraón rey de Egipto, pues tomó la hija de Faraón, y la trajo a la ciudad de David, entre tanto que acababa de edificar su casa, y la casa de Jehová, y los muros de Jerusalén alrededor.

2 Hasta entonces el pueblo sacrificaba en los lugares altos; porque no había casa edificada al nombre de Jehová hasta aquellos tiempos.

Salomón pide sabiduría
(2 Cr. 1.1-13)

3 Mas Salomón amó a Jehová, andando en los estatutos de su padre David; solamente sacrificaba y quemaba incienso en los lugares altos.

4 E iba el rey a Gabaón, porque aquél era el lugar alto principal, y sacrificaba allí; mil holocaustos sacrificaba Salomón sobre aquel altar.

5 Y se le apareció Jehová a Salomón en Gabaón una noche en sueños, y le dijo Dios: Pide lo que quieras que yo te dé.

6 Y Salomón dijo: Tú hiciste gran misericordia a tu siervo David mi padre, porque él anduvo delante de ti en verdad, en justicia, y con rectitud de corazón para contigo; y tú le has reservado esta tu gran misericordia, en que le diste hijo que se sentase en su trono, como sucede en este día.

7 Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir.

8 Y tu siervo está en medio de tu pueblo al cual tú escogiste; un pueblo grande, que no se puede contar ni numerar por su multitud.

9 Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?

10 Y agradó delante del Señor que Salomón pidiese esto.

11 Y le dijo Dios: Porque has demandado esto, y no pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas, ni pediste la vida de tus enemigos, sino que demandaste para ti inteligencia para oír juicio,

12 he aquí lo he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no ha habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.

13 Y aun también te he dado las cosas que no pediste, riquezas y gloria, de tal manera que entre los reyes ninguno haya como tú en todos tus días.

14 Y si anduvieres en mis caminos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como anduvo David tu padre, yo alargaré tus días.

15 Cuando Salomón despertó, vio que era sueño; y vino a Jerusalén, y se presentó delante del arca del pacto de Jehová, y sacrificó holocaustos y ofreció sacrificios de paz, e hizo también banquete a todos sus siervos.

Sabiduría y prosperidad de Salomón

16 En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él.

17 Y dijo una de ellas: ¡Ah, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa.

18 Aconteció al tercer día después de dar yo a luz, que ésta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa.

19 Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él.

20 Y se levantó a medianoche y tomó a mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y lo puso a su lado, y puso al lado mío su hijo muerto.

21 Y cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero lo observé por la mañana, y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz.

22 Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey.

23 El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive.

24 Y dijo el rey: Traedme una espada. Y trajeron al rey una espada.

25 En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra.

26 Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo.

27 Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre.

28 Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.


Capítulo 4

1 Reinó, pues, el rey Salomón sobre todo Israel.

2 Y estos fueron los jefes que tuvo: Azarías hijo del sacerdote Sadoc;

3 Elihoref y Ahías, hijos de Sisa, secretarios; Josafat hijo de Ahilud, canciller;

4 Benaía hijo de Joiada sobre el ejército; Sadoc y Abiatar, los sacerdotes;

5 Azarías hijo de Natán, sobre los gobernadores; Zabud hijo de Natán, ministro principal y amigo del rey;

6 Ahisar, mayordomo; y Adoniram hijo de Abda, sobre el tributo.

7 Tenía Salomón doce gobernadores sobre todo Israel, los cuales mantenían al rey y a su casa. Cada uno de ellos estaba obligado a abastecerlo por un mes en el año.

8 Y estos son los nombres de ellos: el hijo de Hur en el monte de Efraín;

9 el hijo de Decar en Macaz, en Saalbim, en Bet-semes, en Elón y en Bet-hanán;

10 el hijo de Hesed en Arubot; éste tenía también a Soco y toda la tierra de Hefer;

11 el hijo de Abinadab en todos los territorios de Dor; éste tenía por mujer a Tafat hija de Salomón;

12 Baana hijo de Ahilud en Taanac y Meguido, en toda Bet-seán, que está cerca de Saretán, más abajo de Jezreel, desde Bet-seán hasta Abel-mehola, y hasta el otro lado de Jocmeam;

13 el hijo de Geber en Ramot de Galaad; éste tenía también las ciudades de Jair hijo de Manasés, las cuales estaban en Galaad; tenía también la provincia de Argob que estaba en Basán, sesenta grandes ciudades con muro y cerraduras de bronce;

14 Ahinadab hijo de Iddo en Mahanaim;

15 Ahimaas en Neftalí; éste tomó también por mujer a Basemat hija de Salomón.

16 Baana hijo de Husai, en Aser y en Alot;

17 Josafat hijo de Parúa, en Isacar;

18 Simei hijo de Ela, en Benjamín;

19 Geber hijo de Uri, en la tierra de Galaad, la tierra de Sehón rey de los amorreos y de Og rey de Basán; éste era el único gobernador en aquella tierra.

20 Judá e Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose.

21 Y Salomón señoreaba sobre todos los reinos desde el Eufrates hasta la tierra de los filisteos y el límite con Egipto; y traían presentes, y sirvieron a Salomón todos los días que vivió.

22 Y la provisión de Salomón para cada día era de treinta coros de flor de harina, sesenta coros de harina,

23 diez bueyes gordos, veinte bueyes de pasto y cien ovejas; sin los ciervos, gacelas, corzos y aves gordas.

24 Porque él señoreaba en toda la región al oeste del Eufrates, desde Tifsa hasta Gaza, sobre todos los reyes al oeste del Eufrates; y tuvo paz por todos lados alrededor.

25 Y Judá e Israel vivían seguros, cada uno debajo de su parra y debajo de su higuera, desde Dan hasta Beerseba, todos los días de Salomón.

26 Además de esto, Salomón tenía cuarenta mil caballos en sus caballerizas para sus carros, y doce mil jinetes.

27 Y estos gobernadores mantenían al rey Salomón, y a todos los que a la mesa del rey Salomón venían, cada uno un mes, y hacían que nada faltase.

28 Hacían también traer cebada y paja para los caballos y para las bestias de carga, al lugar donde él estaba, cada uno conforme al turno que tenía.

29 Y Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar.

30 Era mayor la sabiduría de Salomón que la de todos los orientales, y que toda la sabiduría de los egipcios.

31 Aun fue más sabio que todos los hombres, más que Etán ezraíta, y que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Mahol; y fue conocido entre todas las naciones de alrededor.

32 Y compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco.

33 También disertó sobre los árboles, desde el cedro del Líbano hasta el hisopo que nace en la pared. Asimismo disertó sobre los animales, sobre las aves, sobre los reptiles y sobre los peces.

34 Y para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de todos los reyes de la tierra, adonde había llegado la fama de su sabiduría.

martes, 30 de mayo de 2023

DIA 30 DE MAYO - SALMO 148-150



Exhortación a la creación, para que alabe a Jehová
Aleluya.

Capítulo 148

1 Alabad a Jehová desde los cielos;
Alabadle en las alturas.

2 Alabadle, vosotros todos sus ángeles;
Alabadle, vosotros todos sus ejércitos.

3 Alabadle, sol y luna;
Alabadle, vosotras todas, lucientes estrellas.

4 Alabadle, cielos de los cielos,
Y las aguas que están sobre los cielos.

5 Alaben el nombre de Jehová;
Porque él mandó, y fueron creados.

6 Los hizo ser eternamente y para siempre;
Les puso ley que no será quebrantada.

7 Alabad a Jehová desde la tierra,
Los monstruos marinos y todos los abismos;

8 El fuego y el granizo, la nieve y el vapor,
El viento de tempestad que ejecuta su palabra;

9 Los montes y todos los collados,
El árbol de fruto y todos los cedros;

10 La bestia y todo animal,
Reptiles y volátiles;

11 Los reyes de la tierra y todos los pueblos,
Los príncipes y todos los jueces de la tierra;

12 Los jóvenes y también las doncellas,
Los ancianos y los niños.

13 Alaben el nombre de Jehová,
Porque sólo su nombre es enaltecido.
Su gloria es sobre tierra y cielos.

14 El ha exaltado el poderío de su pueblo;
Alábenle todos sus santos, los hijos de Israel,
El pueblo a él cercano.
Aleluya.


Exhortación a Israel, para que alabe a Jehová
Aleluya.

Capítulo 149

1 Cantad a Jehová cántico nuevo;
Su alabanza sea en la congregación de los santos.

2 Alégrese Israel en su Hacedor;
Los hijos de Sion se gocen en su Rey.

3 Alaben su nombre con danza;
Con pandero y arpa a él canten.

4 Porque Jehová tiene contentamiento en su pueblo;
Hermoseará a los humildes con la salvación.

5 Regocíjense los santos por su gloria,
Y canten aun sobre sus camas.

6 Exalten a Dios con sus gargantas,
Y espadas de dos filos en sus manos,

7 Para ejecutar venganza entre las naciones,
Y castigo entre los pueblos;

8 Para aprisionar a sus reyes con grillos,
Y a sus nobles con cadenas de hierro;

9 Para ejecutar en ellos el juicio decretado;
Gloria será esto para todos sus santos.
Aleluya.


Exhortación a alabar a Dios con instrumentos de música
Aleluya.

Capítulo 150

1 Alabad a Dios en su santuario;
Alabadle en la magnificencia de su firmamento.

2 Alabadle por sus proezas;
Alabadle conforme a la muchedumbre de su grandeza.

3 Alabadle a son de bocina;
Alabadle con salterio y arpa.

4 Alabadle con pandero y danza;
Alabadle con cuerdas y flautas.

5 Alabadle con címbalos resonantes;
Alabadle con címbalos de júbilo.

6 Todo lo que respira alabe a JAH.
Aleluya.

lunes, 29 de mayo de 2023

DIA 29 DE MAYO - SALMO 145-147



Alabanza por la bondad y el poder de Dios
Salmo de alabanza; de David.

Capítulo 145

1 Te exaltaré, mi Dios, mi Rey,
Y bendeciré tu nombre eternamente y para siempre.

2 Cada día te bendeciré,
Y alabaré tu nombre eternamente y para siempre.

3 Grande es Jehová, y digno de suprema alabanza;
Y su grandeza es inescrutable.

4 Generación a generación celebrará tus obras,
Y anunciará tus poderosos hechos.

5 En la hermosura de la gloria de tu magnificencia,
Y en tus hechos maravillosos meditaré.

6 Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres,
Y yo publicaré tu grandeza.

7 Proclamarán la memoria de tu inmensa bondad,
Y cantarán tu justicia.

8 Clemente y misericordioso es Jehová,
Lento para la ira, y grande en misericordia.

9 Bueno es Jehová para con todos,
Y sus misericordias sobre todas sus obras.

10 Te alaben, oh Jehová, todas tus obras,
Y tus santos te bendigan.

11 La gloria de tu reino digan,
Y hablen de tu poder,

12 Para hacer saber a los hijos de los hombres sus poderosos hechos,
Y la gloria de la magnificencia de su reino.

13 Tu reino es reino de todos los siglos,
Y tu señorío en todas las generaciones.

14 Sostiene Jehová a todos los que caen,
Y levanta a todos los oprimidos.

15 Los ojos de todos esperan en ti,
Y tú les das su comida a su tiempo.

16 Abres tu mano,
Y colmas de bendición a todo ser viviente.

17 Justo es Jehová en todos sus caminos,
Y misericordioso en todas sus obras.

18 Cercano está Jehová a todos los que le invocan,
A todos los que le invocan de veras.

19 Cumplirá el deseo de los que le temen;
Oirá asimismo el clamor de ellos, y los salvará.

20 Jehová guarda a todos los que le aman,
Mas destruirá a todos los impíos.

21 La alabanza de Jehová proclamará mi boca;
Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.


Alabanza por la justicia de Dios
Aleluya.

Capítulo 146

1 Alaba, oh alma mía, a Jehová.

2 Alabaré a Jehová en mi vida;
Cantaré salmos a mi Dios mientras viva.

3 No confiéis en los príncipes,
Ni en hijo de hombre, porque no hay en él salvación.

4 Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra;
En ese mismo día perecen sus pensamientos.

5 Bienaventurado aquel cuyo ayudador es el Dios de Jacob,
Cuya esperanza está en Jehová su Dios,

6 El cual hizo los cielos y la tierra,
El mar, y todo lo que en ellos hay;
Que guarda verdad para siempre,

7 Que hace justicia a los agraviados,
Que da pan a los hambrientos.
Jehová liberta a los cautivos;

8 Jehová abre los ojos a los ciegos;
Jehová levanta a los caídos;
Jehová ama a los justos.

9 Jehová guarda a los extranjeros;
Al huérfano y a la viuda sostiene,
Y el camino de los impíos trastorna.

10 Reinará Jehová para siempre;
Tu Dios, oh Sion, de generación en generación.
Aleluya.


Alabanza por el favor de Dios hacia Jerusalén

Capítulo 147

1 Alabad a JAH,
Porque es bueno cantar salmos a nuestro Dios;
Porque suave y hermosa es la alabanza.

2 Jehová edifica a Jerusalén;
A los desterrados de Israel recogerá.

3 El sana a los quebrantados de corazón,
Y venda sus heridas.

4 El cuenta el número de las estrellas;
A todas ellas llama por sus nombres.

5 Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder;
Y su entendimiento es infinito.

6 Jehová exalta a los humildes,
Y humilla a los impíos hasta la tierra.

7 Cantad a Jehová con alabanza,
Cantad con arpa a nuestro Dios.

8 El es quien cubre de nubes los cielos,
El que prepara la lluvia para la tierra,
El que hace a los montes producir hierba.

9 El da a la bestia su mantenimiento,
Y a los hijos de los cuervos que claman.

10 No se deleita en la fuerza del caballo,
Ni se complace en la agilidad del hombre.

11 Se complace Jehová en los que le temen,
Y en los que esperan en su misericordia.

12 Alaba a Jehová, Jerusalén;
Alaba a tu Dios, oh Sion.

13 Porque fortificó los cerrojos de tus puertas;
Bendijo a tus hijos dentro de ti.

14 El da en tu territorio la paz;
Te hará saciar con lo mejor del trigo.

15 El envía su palabra a la tierra;
Velozmente corre su palabra.

16 Da la nieve como lana,
Y derrama la escarcha como ceniza.

17 Echa su hielo como pedazos;
Ante su frío, ¿quién resistirá?

18 Enviará su palabra, y los derretirá;
Soplará su viento, y fluirán las aguas.

19 Ha manifestado sus palabras a Jacob,
Sus estatutos y sus juicios a Israel.

20 No ha hecho así con ninguna otra de las naciones;
Y en cuanto a sus juicios, no los conocieron.
Aleluya.

domingo, 28 de mayo de 2023

DIA 28 DE MAYO - SALMO 142-144



Petición de ayuda en medio de la prueba
Masquil de David. Oración que hizo cuando estaba en la cueva.

Capítulo 142

1 Con mi voz clamaré a Jehová;
Con mi voz pediré a Jehová misericordia.

2 Delante de él expondré mi queja;
Delante de él manifestaré mi angustia.

3 Cuando mi espíritu se angustiaba dentro de mí, tú conociste mi senda.
En el camino en que andaba, me escondieron lazo.

4 Mira a mi diestra y observa, pues no hay quien me quiera conocer;
No tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida.

5 Clamé a ti, oh Jehová;
Dije: Tú eres mi esperanza,
Y mi porción en la tierra de los vivientes.

6 Escucha mi clamor, porque estoy muy afligido.
Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.

7 Saca mi alma de la cárcel, para que alabe tu nombre;
Me rodearán los justos,
Porque tú me serás propicio.


Súplica de liberación y dirección
Salmo de David.

Capítulo 143

1 Oh Jehová, oye mi oración, escucha mis ruegos;
Respóndeme por tu verdad, por tu justicia.

2 Y no entres en juicio con tu siervo;
Porque no se justificará delante de ti ningún ser humano.

3 Porque ha perseguido el enemigo mi alma;
Ha postrado en tierra mi vida;
Me ha hecho habitar en tinieblas como los ya muertos.

4 Y mi espíritu se angustió dentro de mí;
Está desolado mi corazón.

5 Me acordé de los días antiguos;
Meditaba en todas tus obras;
Reflexionaba en las obras de tus manos.

6 Extendí mis manos a ti,
Mi alma a ti como la tierra sedienta. Selah

7 Respóndeme pronto, oh Jehová, porque desmaya mi espíritu;
No escondas de mí tu rostro,
No venga yo a ser semejante a los que descienden a la sepultura.

8 Hazme oír por la mañana tu misericordia,
Porque en ti he confiado;
Hazme saber el camino por donde ande,
Porque a ti he elevado mi alma.

9 Líbrame de mis enemigos, oh Jehová;
En ti me refugio.

10 Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios;
Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.

11 Por tu nombre, oh Jehová, me vivificarás;
Por tu justicia sacarás mi alma de angustia.

12 Y por tu misericordia disiparás a mis enemigos,
Y destruirás a todos los adversarios de mi alma,
Porque yo soy tu siervo.


Oración pidiendo socorro y prosperidad
Salmo de David.

Capítulo 144

1 Bendito sea Jehová, mi roca,
Quien adiestra mis manos para la batalla,
Y mis dedos para la guerra;

2 Misericordia mía y mi castillo,
Fortaleza mía y mi libertador,
Escudo mío, en quien he confiado;
El que sujeta a mi pueblo debajo de mí.

3 Oh Jehová, ¿qué es el hombre, para que en él pienses,
O el hijo de hombre, para que lo estimes?

4 El hombre es semejante a la vanidad;
Sus días son como la sombra que pasa.

5 Oh Jehová, inclina tus cielos y desciende;
Toca los montes, y humeen.

6 Despide relámpagos y disípalos,
Envía tus saetas y túrbalos.

7 Envía tu mano desde lo alto;
Redímeme, y sácame de las muchas aguas,
De la mano de los hombres extraños,

8 Cuya boca habla vanidad,
Y cuya diestra es diestra de mentira.

9 Oh Dios, a ti cantaré cántico nuevo;
Con salterio, con decacordio cantaré a ti.

10 Tú, el que da victoria a los reyes,
El que rescata de maligna espada a David su siervo.

11 Rescátame, y líbrame de la mano de los hombres extraños,
Cuya boca habla vanidad,
Y cuya diestra es diestra de mentira.

12 Sean nuestros hijos como plantas crecidas en su juventud,
Nuestras hijas como esquinas labradas como las de un palacio;

13 Nuestros graneros llenos, provistos de toda suerte de grano;
Nuestros ganados, que se multipliquen a millares y decenas de millares en nuestros campos;

14 Nuestros bueyes estén fuertes para el trabajo;
No tengamos asalto, ni que hacer salida,
Ni grito de alarma en nuestras plazas.

15 Bienaventurado el pueblo que tiene esto;
Bienaventurado el pueblo cuyo Dios es Jehová.

sábado, 27 de mayo de 2023

DIA 27 DE MAYO - SALMO 139-141



Omnipresencia y omnisciencia de Dios
Al músico principal. Salmo de David.

Capítulo 139

1 Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.

2 Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme;
Has entendido desde lejos mis pensamientos.

3 Has escudriñado mi andar y mi reposo,
Y todos mis caminos te son conocidos.

4 Pues aún no está la palabra en mi lengua,
Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda.

5 Detrás y delante me rodeaste,
Y sobre mí pusiste tu mano.

6 Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí;
Alto es, no lo puedo comprender.

7 ¿A dónde me iré de tu Espíritu?
¿Y a dónde huiré de tu presencia?

8 Si subiere a los cielos, allí estás tú;
Y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás.

9 Si tomare las alas del alba
Y habitare en el extremo del mar,

10 Aun allí me guiará tu mano,
Y me asirá tu diestra.

11 Si dijere: Ciertamente las tinieblas me encubrirán;
Aun la noche resplandecerá alrededor de mí.

12 Aun las tinieblas no encubren de ti,
Y la noche resplandece como el día;
Lo mismo te son las tinieblas que la luz.

13 Porque tú formaste mis entrañas;
Tú me hiciste en el vientre de mi madre.

14 Te alabaré; porque formidables, maravillosas son tus obras;
Estoy maravillado,
Y mi alma lo sabe muy bien.

15 No fue encubierto de ti mi cuerpo,
Bien que en oculto fui formado,
Y entretejido en lo más profundo de la tierra.

16 Mi embrión vieron tus ojos,
Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas
Que fueron luego formadas,
Sin faltar una de ellas.

17 ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!
¡Cuán grande es la suma de ellos!

18 Si los enumero, se multiplican más que la arena;
Despierto, y aún estoy contigo.

19 De cierto, oh Dios, harás morir al impío;
Apartaos, pues, de mí, hombres sanguinarios.

20 Porque blasfemias dicen ellos contra ti;
Tus enemigos toman en vano tu nombre.

21 ¿No odio, oh Jehová, a los que te aborrecen,
Y me enardezco contra tus enemigos?

22 Los aborrezco por completo;
Los tengo por enemigos.

23 Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
Pruébame y conoce mis pensamientos;

24 Y ve si hay en mí camino de perversidad,
Y guíame en el camino eterno.


Súplica de protección contra los perseguidores
Al músico principal. Salmo de David.

Capítulo 140

1 Líbrame, oh Jehová, del hombre malo;
Guárdame de hombres violentos,

2 Los cuales maquinan males en el corazón,
Cada día urden contiendas.

3 Aguzaron su lengua como la serpiente;
Veneno de áspid hay debajo de sus labios. Selah

4 Guárdame, oh Jehová, de manos del impío;
Líbrame de hombres injuriosos,
Que han pensado trastornar mis pasos.

5 Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios;
Han tendido red junto a la senda;
Me han puesto lazos. Selah

6 He dicho a Jehová: Dios mío eres tú;
Escucha, oh Jehová, la voz de mis ruegos.

7 Jehová Señor, potente salvador mío,
Tú pusiste a cubierto mi cabeza en el día de batalla.

8 No concedas, oh Jehová, al impío sus deseos;
No saques adelante su pensamiento, para que no se ensoberbezca. Selah

9 En cuanto a los que por todas partes me rodean,
La maldad de sus propios labios cubrirá su cabeza.

10 Caerán sobre ellos brasas;
Serán echados en el fuego,
En abismos profundos de donde no salgan.

11 El hombre deslenguado no será firme en la tierra;
El mal cazará al hombre injusto para derribarle.

12 Yo sé que Jehová tomará a su cargo la causa del afligido,
Y el derecho de los necesitados.

13 Ciertamente los justos alabarán tu nombre;
Los rectos morarán en tu presencia.


Oración a fin de ser guardado del mal
Salmo de David.

Capítulo 141

1 Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí;
Escucha mi voz cuando te invocare.

2 Suba mi oración delante de ti como el incienso,
El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

3 Pon guarda a mi boca, oh Jehová;
Guarda la puerta de mis labios.

4 No dejes que se incline mi corazón a cosa mala,
A hacer obras impías
Con los que hacen iniquidad;
Y no coma yo de sus deleites.

5 Que el justo me castigue, será un favor,
Y que me reprenda será un excelente bálsamo
Que no me herirá la cabeza;
Pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquéllos.

6 Serán despeñados sus jueces,
Y oirán mis palabras, que son verdaderas.

7 Como quien hiende y rompe la tierra,
Son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol.

8 Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos;
En ti he confiado; no desampares mi alma.

9 Guárdame de los lazos que me han tendido,
Y de las trampas de los que hacen iniquidad.

10 Caigan los impíos a una en sus redes,
Mientras yo pasaré adelante.

viernes, 26 de mayo de 2023

DIA 26 DE MAYO - SALMO 136-138



Alabanza por la misericordia eterna de Jehová

Capítulo 136

1 Alabad a Jehová, porque él es bueno,
Porque para siempre es su misericordia.

2 Alabad al Dios de los dioses,
Porque para siempre es su misericordia.

3 Alabad al Señor de los señores,
Porque para siempre es su misericordia.

4 Al único que hace grandes maravillas,
Porque para siempre es su misericordia.

5 Al que hizo los cielos con entendimiento,
Porque para siempre es su misericordia.

6 Al que extendió la tierra sobre las aguas,
Porque para siempre es su misericordia.

7 Al que hizo las grandes lumbreras,
Porque para siempre es su misericordia.

8 El sol para que señorease en el día,
Porque para siempre es su misericordia.

9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche,
Porque para siempre es su misericordia.

10 Al que hirió a Egipto en sus primogénitos,
Porque para siempre es su misericordia.

11 Al que sacó a Israel de en medio de ellos,
Porque para siempre es su misericordia.

12 Con mano fuerte, y brazo extendido,
Porque para siempre es su misericordia.

13 Al que dividió el Mar Rojo en partes,
Porque para siempre es su misericordia;

14 E hizo pasar a Israel por en medio de él,
Porque para siempre es su misericordia;

15 Y arrojó a Faraón y a su ejército en el Mar Rojo,
Porque para siempre es su misericordia.

16 Al que pastoreó a su pueblo por el desierto,
Porque para siempre es su misericordia.

17 Al que hirió a grandes reyes,
Porque para siempre es su misericordia;

18 Y mató a reyes poderosos,
Porque para siempre es su misericordia;

19 A Sehón rey amorreo,
Porque para siempre es su misericordia;

20 Y a Og rey de Basán,
Porque para siempre es su misericordia;

21 Y dio la tierra de ellos en heredad,
Porque para siempre es su misericordia;

22 En heredad a Israel su siervo,
Porque para siempre es su misericordia.

23 El es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros,
Porque para siempre es su misericordia;

24 Y nos rescató de nuestros enemigos,
Porque para siempre es su misericordia.

25 El que da alimento a todo ser viviente,
Porque para siempre es su misericordia.

26 Alabad al Dios de los cielos,
Porque para siempre es su misericordia.


Lamento de los cautivos en Babilonia

Capítulo 137

1 Junto a los ríos de Babilonia,
Allí nos sentábamos, y aun llorábamos,
Acordándonos de Sion.

2 Sobre los sauces en medio de ella
Colgamos nuestras arpas.

3 Y los que nos habían llevado cautivos nos pedían que cantásemos,
Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, diciendo:
Cantadnos algunos de los cánticos de Sion.

4 ¿Cómo cantaremos cántico de Jehová
En tierra de extraños?

5 Si me olvidare de ti, oh Jerusalén,
Pierda mi diestra su destreza.

6 Mi lengua se pegue a mi paladar,
Si de ti no me acordare;
Si no enalteciere a Jerusalén
Como preferente asunto de mi alegría.

7 Oh Jehová, recuerda contra los hijos de Edom el día de Jerusalén,
Cuando decían: Arrasadla, arrasadla
Hasta los cimientos.

8 Hija de Babilonia la desolada,
Bienaventurado el que te diere el pago
De lo que tú nos hiciste.

9 Dichoso el que tomare y estrellare tus niños
Contra la peña.


Acción de gracias por el favor de Jehová
Salmo de David.

Capítulo 138

1 Te alabaré con todo mi corazón;
Delante de los dioses te cantaré salmos.

2 Me postraré hacia tu santo templo,
Y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad;
Porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas.

3 El día que clamé, me respondiste;
Me fortaleciste con vigor en mi alma.

4 Te alabarán, oh Jehová, todos los reyes de la tierra,
Porque han oído los dichos de tu boca.

5 Y cantarán de los caminos de Jehová,
Porque la gloria de Jehová es grande.

6 Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde,
Mas al altivo mira de lejos.

7 Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás;
Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano,
Y me salvará tu diestra.

8 Jehová cumplirá su propósito en mí;
Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre;
No desampares la obra de tus manos.

jueves, 25 de mayo de 2023

DIA 25 DE MAYO - SALMO 133-135



La bienaventuranza del amor fraternal
Cántico gradual; de David.

Capítulo 133

1 ¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es
Habitar los hermanos juntos en armonía!

2 Es como el buen óleo sobre la cabeza,
El cual desciende sobre la barba,
La barba de Aarón,
Y baja hasta el borde de sus vestiduras;

3 Como el rocío de Hermón,
Que desciende sobre los montes de Sion;
Porque allí envía Jehová bendición,
Y vida eterna.


Exhortación a los guardas del templo
Cántico gradual.

Capítulo 134

1 Mirad, bendecid a Jehová,
Vosotros todos los siervos de Jehová,
Los que en la casa de Jehová estáis por las noches.

2 Alzad vuestras manos al santuario,
Y bendecid a Jehová.

3 Desde Sion te bendiga Jehová,
El cual ha hecho los cielos y la tierra.


La grandeza del Señor y la vanidad de los ídolos
Aleluya.

Capítulo 135

1 Alabad el nombre de Jehová;
Alabadle, siervos de Jehová;

2 Los que estáis en la casa de Jehová,
En los atrios de la casa de nuestro Dios.

3 Alabad a JAH, porque él es bueno;
Cantad salmos a su nombre, porque él es benigno.

4 Porque JAH ha escogido a Jacob para sí,
A Israel por posesión suya.

5 Porque yo sé que Jehová es grande,
Y el Señor nuestro, mayor que todos los dioses.

6 Todo lo que Jehová quiere, lo hace,
En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.

7 Hace subir las nubes de los extremos de la tierra;
Hace los relámpagos para la lluvia;
Saca de sus depósitos los vientos.

8 El es quien hizo morir a los primogénitos de Egipto,
Desde el hombre hasta la bestia.

9 Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto,
Contra Faraón, y contra todos sus siervos.

10 Destruyó a muchas naciones,
Y mató a reyes poderosos;

11 A Sehón rey amorreo,
A Og rey de Basán,
Y a todos los reyes de Canaán.

12 Y dio la tierra de ellos en heredad,
En heredad a Israel su pueblo.

13 Oh Jehová, eterno es tu nombre;
Tu memoria, oh Jehová, de generación en generación.

14 Porque Jehová juzgará a su pueblo,
Y se compadecerá de sus siervos.

15 Los ídolos de las naciones son plata y oro,
Obra de manos de hombres.

16 Tienen boca, y no hablan;
Tienen ojos, y no ven;

17 Tienen orejas, y no oyen;
Tampoco hay aliento en sus bocas.

18 Semejantes a ellos son los que los hacen,
Y todos los que en ellos confían.

19 Casa de Israel, bendecid a Jehová;
Casa de Aarón, bendecid a Jehová;

20 Casa de Leví, bendecid a Jehová;
Los que teméis a Jehová, bendecid a Jehová.

21 Desde Sion sea bendecido Jehová,
Quien mora en Jerusalén.
Aleluya.

miércoles, 24 de mayo de 2023

DIA 24 DE MAYO - SALMO 130-132



Esperanza en que Jehová dará redención
Cántico gradual.

Capítulo 130

1 De lo profundo, oh Jehová, a ti clamo.

2 Señor, oye mi voz;
Estén atentos tus oídos
A la voz de mi súplica.

3 JAH, si mirares a los pecados,
¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse?

4 Pero en ti hay perdón,
Para que seas reverenciado.

5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma;
En su palabra he esperado.

6 Mi alma espera a Jehová
Más que los centinelas a la mañana,
Más que los vigilantes a la mañana.

7 Espere Israel a Jehová,
Porque en Jehová hay misericordia,
Y abundante redención con él;

8 Y él redimirá a Israel
De todos sus pecados.


Confiando en Dios como un niño
Cántico gradual; de David.

Capítulo 131

1 Jehová, no se ha envanecido mi corazón, ni mis ojos se enaltecieron;
Ni anduve en grandezas,
Ni en cosas demasiado sublimes para mí.

2 En verdad que me he comportado y he acallado mi alma
Como un niño destetado de su madre;
Como un niño destetado está mi alma.

3 Espera, oh Israel, en Jehová,
Desde ahora y para siempre.


Plegaria por bendición sobre el santuario
Cántico gradual.

Capítulo 132

1 Acuérdate, oh Jehová, de David,
Y de toda su aflicción;

2 De cómo juró a Jehová,
Y prometió al Fuerte de Jacob:

3 No entraré en la morada de mi casa,
Ni subiré sobre el lecho de mi estrado;

4 No daré sueño a mis ojos,
Ni a mis párpados adormecimiento,

5 Hasta que halle lugar para Jehová,
Morada para el Fuerte de Jacob.

6 He aquí en Efrata lo oímos;
Lo hallamos en los campos del bosque.

7 Entraremos en su tabernáculo;
Nos postraremos ante el estrado de sus pies.

8 Levántate, oh Jehová, al lugar de tu reposo,
Tú y el arca de tu poder.

9 Tus sacerdotes se vistan de justicia,
Y se regocijen tus santos.

10 Por amor de David tu siervo
No vuelvas de tu ungido el rostro.

11 En verdad juró Jehová a David,
Y no se retractará de ello:
De tu descendencia pondré sobre tu trono.

12 Si tus hijos guardaren mi pacto,
Y mi testimonio que yo les enseñaré,
Sus hijos también se sentarán sobre tu trono para siempre.

13 Porque Jehová ha elegido a Sion;
La quiso por habitación para sí.

14 Este es para siempre el lugar de mi reposo;
Aquí habitaré, porque la he querido.

15 Bendeciré abundantemente su provisión;
A sus pobres saciaré de pan.

16 Asimismo vestiré de salvación a sus sacerdotes,
Y sus santos darán voces de júbilo.

17 Allí haré retoñar el poder de David;
He dispuesto lámpara a mi ungido.

18 A sus enemigos vestiré de confusión,
Mas sobre él florecerá su corona.

martes, 23 de mayo de 2023

DIA 23 DE MAYO - SALMO 127-129



La prosperidad viene de Jehová
Cántico gradual; para Salomón.

Capítulo 127

1 Si Jehová no edificare la casa,
En vano trabajan los que la edifican;
Si Jehová no guardare la ciudad,
En vano vela la guardia.

2 Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,
Y que comáis pan de dolores;
Pues que a su amado dará Dios el sueño.

3 He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.

4 Como saetas en mano del valiente,
Así son los hijos habidos en la juventud.

5 Bienaventurado el hombre que llenó su aljaba de ellos;
No será avergonzado
Cuando hablare con los enemigos en la puerta.


La bienaventuranza del que teme a Jehová
Cántico gradual.

Capítulo 128

1 Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,
Que anda en sus caminos.

2 Cuando comieres el trabajo de tus manos,
Bienaventurado serás, y te irá bien.

3 Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;
Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

4 He aquí que así será bendecido el hombre
Que teme a Jehová.

5 Bendígate Jehová desde Sion,
Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,

6 Y veas a los hijos de tus hijos.
Paz sea sobre Israel.


Plegaria pidiendo la destrucción de los enemigos de Sion
Cántico gradual.

Capítulo 129

1 Mucho me han angustiado desde mi juventud,
Puede decir ahora Israel;

2 Mucho me han angustiado desde mi juventud;
Mas no prevalecieron contra mí.

3 Sobre mis espaldas araron los aradores;
Hicieron largos surcos.

4 Jehová es justo;
Cortó las coyundas de los impíos.

5 Serán avergonzados y vueltos atrás
Todos los que aborrecen a Sion.

6 Serán como la hierba de los tejados,
Que se seca antes que crezca;

7 De la cual no llenó el segador su mano,
Ni sus brazos el que hace gavillas.

8 Ni dijeron los que pasaban:
Bendición de Jehová sea sobre vosotros;
Os bendecimos en el nombre de Jehová.

lunes, 22 de mayo de 2023

DIA 22 DE MAYO - SALMO 124-126



Alabanza por haber sido librado de los enemigos
Cántico gradual; de David.

Capítulo 124

1 A no haber estado Jehová por nosotros,
Diga ahora Israel;

2 A no haber estado Jehová por nosotros,
Cuando se levantaron contra nosotros los hombres,

3 Vivos nos habrían tragado entonces,
Cuando se encendió su furor contra nosotros.

4 Entonces nos habrían inundado las aguas;
Sobre nuestra alma hubiera pasado el torrente;

5 Hubieran entonces pasado sobre nuestra alma las aguas impetuosas.

6 Bendito sea Jehová,
Que no nos dio por presa a los dientes de ellos.

7 Nuestra alma escapó cual ave del lazo de los cazadores;
Se rompió el lazo, y escapamos nosotros.

8 Nuestro socorro está en el nombre de Jehová,
Que hizo el cielo y la tierra.


Dios protege a su pueblo
Cántico gradual.

Capítulo 125

1 Los que confían en Jehová son como el monte de Sion,
Que no se mueve, sino que permanece para siempre.

2 Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella,
Así Jehová está alrededor de su pueblo
Desde ahora y para siempre.

3 Porque no reposará la vara de la impiedad sobre la heredad de los justos;
No sea que extiendan los justos sus manos a la iniquidad.

4 Haz bien, oh Jehová, a los buenos,
Y a los que son rectos en su corazón.

5 Mas a los que se apartan tras sus perversidades,
Jehová los llevará con los que hacen iniquidad;
Paz sea sobre Israel.


Oración por la restauración
Cántico gradual.

Capítulo 126

1 Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sion,
Seremos como los que sueñan.

2 Entonces nuestra boca se llenará de risa,
Y nuestra lengua de alabanza;
Entonces dirán entre las naciones:
Grandes cosas ha hecho Jehová con éstos.

3 Grandes cosas ha hecho Jehová con nosotros;
Estaremos alegres.

4 Haz volver nuestra cautividad, oh Jehová,
Como los arroyos del Neguev.

5 Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán.

6 Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla;
Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas.

domingo, 21 de mayo de 2023

DIA 21 DE MAYO - SALMO 120-123



Plegaria ante el peligro de la lengua engañosa
Cántico gradual.

Capítulo 120

1 A Jehová clamé estando en angustia,
Y él me respondió.

2 Libra mi alma, oh Jehová, del labio mentiroso,
Y de la lengua fraudulenta.

3 ¿Qué te dará, o qué te aprovechará,
Oh lengua engañosa?

4 Agudas saetas de valiente,
Con brasas de enebro.

5 ¡Ay de mí, que moro en Mesec,
Y habito entre las tiendas de Cedar!

6 Mucho tiempo ha morado mi alma
Con los que aborrecen la paz.

7 Yo soy pacífico;
Mas ellos, así que hablo, me hacen guerra.


Jehová es tu guardador
Cántico gradual.

Capítulo 121

1 Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro?

2 Mi socorro viene de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.

3 No dará tu pie al resbaladero,
Ni se dormirá el que te guarda.

4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá
El que guarda a Israel.

5 Jehová es tu guardador;
Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

6 El sol no te fatigará de día,
Ni la luna de noche.

7 Jehová te guardará de todo mal;
El guardará tu alma.

8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.


Oración por la paz de Jerusalén
Cántico gradual; de David.

Capítulo 122

1 Yo me alegré con los que me decían:
A la casa de Jehová iremos.

2 Nuestros pies estuvieron
Dentro de tus puertas, oh Jerusalén.

3 Jerusalén, que se ha edificado
Como una ciudad que está bien unida entre sí.

4 Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH,
Conforme al testimonio dado a Israel,
Para alabar el nombre de Jehová.

5 Porque allá están las sillas del juicio,
Los tronos de la casa de David.

6 Pedid por la paz de Jerusalén;
Sean prosperados los que te aman.

7 Sea la paz dentro de tus muros,
Y el descanso dentro de tus palacios.

8 Por amor de mis hermanos y mis compañeros
Diré yo: La paz sea contigo.

9 Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios
Buscaré tu bien.


Plegaria pidiendo misericordia
Cántico gradual.

Capítulo 123

1 A ti alcé mis ojos,
A ti que habitas en los cielos.

2 He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores,
Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora,
Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios,
Hasta que tenga misericordia de nosotros.

3 Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros,
Porque estamos muy hastiados de menosprecio.

4 Hastiada está nuestra alma
Del escarnio de los que están en holgura,
Y del menosprecio de los soberbios.

sábado, 20 de mayo de 2023

DIA 20 DE MAYO - SALMO 119



Excelencias de la ley de Dios
Alef

119

1 Bienaventurados los perfectos de camino,
Los que andan en la ley de Jehová.

2 Bienaventurados los que guardan sus testimonios,
Y con todo el corazón le buscan;

3 Pues no hacen iniquidad
Los que andan en sus caminos.

4 Tú encargaste
Que sean muy guardados tus mandamientos.

5 ¡Ojalá fuesen ordenados mis caminos
Para guardar tus estatutos!

6 Entonces no sería yo avergonzado,
Cuando atendiese a todos tus mandamientos.

7 Te alabaré con rectitud de corazón
Cuando aprendiere tus justos juicios.

8 Tus estatutos guardaré;
No me dejes enteramente.

Bet

9 ¿Con qué limpiará el joven su camino?
Con guardar tu palabra.

10 Con todo mi corazón te he buscado;
No me dejes desviarme de tus mandamientos.

11 En mi corazón he guardado tus dichos,
Para no pecar contra ti.

12 Bendito tú, oh Jehová;
Enséñame tus estatutos.

13 Con mis labios he contado
Todos los juicios de tu boca.

14 Me he gozado en el camino de tus testimonios
Más que de toda riqueza.

15 En tus mandamientos meditaré;
Consideraré tus caminos.

16 Me regocijaré en tus estatutos;
No me olvidaré de tus palabras.

Guímel

17 Haz bien a tu siervo; que viva,
Y guarde tu palabra.

18 Abre mis ojos, y miraré
Las maravillas de tu ley.

19 Forastero soy yo en la tierra;
No encubras de mí tus mandamientos.

20 Quebrantada está mi alma de desear
Tus juicios en todo tiempo.

21 Reprendiste a los soberbios, los malditos,
Que se desvían de tus mandamientos.

22 Aparta de mí el oprobio y el menosprecio,
Porque tus testimonios he guardado.

23 Príncipes también se sentaron y hablaron contra mí;
Mas tu siervo meditaba en tus estatutos,

24 Pues tus testimonios son mis delicias
Y mis consejeros.

Dálet

25 Abatida hasta el polvo está mi alma;
Vivifícame según tu palabra.

26 Te he manifestado mis caminos, y me has respondido;
Enséñame tus estatutos.

27 Hazme entender el camino de tus mandamientos,
Para que medite en tus maravillas.

28 Se deshace mi alma de ansiedad;
Susténtame según tu palabra.

29 Aparta de mí el camino de la mentira,
Y en tu misericordia concédeme tu ley.

30 Escogí el camino de la verdad;
He puesto tus juicios delante de mí.

31 Me he apegado a tus testimonios;
Oh Jehová, no me avergüences.

32 Por el camino de tus mandamientos correré,
Cuando ensanches mi corazón.

He

33 Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,
Y lo guardaré hasta el fin.

34 Dame entendimiento, y guardaré tu ley,
Y la cumpliré de todo corazón.

35 Guíame por la senda de tus mandamientos,
Porque en ella tengo mi voluntad.

36 Inclina mi corazón a tus testimonios,
Y no a la avaricia.

37 Aparta mis ojos, que no vean la vanidad;
Avívame en tu camino.

38 Confirma tu palabra a tu siervo,
Que te teme.

39 Quita de mí el oprobio que he temido,
Porque buenos son tus juicios.

40 He aquí yo he anhelado tus mandamientos;
Vivifícame en tu justicia.

Vau

41 Venga a mí tu misericordia, oh Jehová;
Tu salvación, conforme a tu dicho.

42 Y daré por respuesta a mi avergonzador,
Que en tu palabra he confiado.

43 No quites de mi boca en ningún tiempo la palabra de verdad,
Porque en tus juicios espero.

44 Guardaré tu ley siempre,
Para siempre y eternamente.

45 Y andaré en libertad,
Porque busqué tus mandamientos.

46 Hablaré de tus testimonios delante de los reyes,
Y no me avergonzaré;

47 Y me regocijaré en tus mandamientos,
Los cuales he amado.

48 Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé,
Y meditaré en tus estatutos.

Zain

49 Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,
En la cual me has hecho esperar.

50 Ella es mi consuelo en mi aflicción,
Porque tu dicho me ha vivificado.

51 Los soberbios se burlaron mucho de mí,
Mas no me he apartado de tu ley.

52 Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos,
Y me consolé.

53 Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos
Que dejan tu ley.

54 Cánticos fueron para mí tus estatutos
En la casa en donde fui extranjero.

55 Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová,
Y guardé tu ley.

56 Estas bendiciones tuve
Porque guardé tus mandamientos.

Chet

57 Mi porción es Jehová;
He dicho que guardaré tus palabras.

58 Tu presencia supliqué de todo corazón;
Ten misericordia de mí según tu palabra.

59 Consideré mis caminos,
Y volví mis pies a tus testimonios.

60 Me apresuré y no me retardé
En guardar tus mandamientos.

61 Compañías de impíos me han rodeado,
Mas no me he olvidado de tu ley.

62 A medianoche me levanto para alabarte
Por tus justos juicios.

63 Compañero soy yo de todos los que te temen
Y guardan tus mandamientos.

64 De tu misericordia, oh Jehová, está llena la tierra;
Enséñame tus estatutos.

Tet

65 Bien has hecho con tu siervo,
Oh Jehová, conforme a tu palabra.

66 Enséñame buen sentido y sabiduría,
Porque tus mandamientos he creído.

67 Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba;
Mas ahora guardo tu palabra.

68 Bueno eres tú, y bienhechor;
Enséñame tus estatutos.

69 Contra mí forjaron mentira los soberbios,
Mas yo guardaré de todo corazón tus mandamientos.

70 Se engrosó el corazón de ellos como sebo,
Mas yo en tu ley me he regocijado.

71 Bueno me es haber sido humillado,
Para que aprenda tus estatutos.

72 Mejor me es la ley de tu boca
Que millares de oro y plata.

Yod

73 Tus manos me hicieron y me formaron;
Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos.

74 Los que te temen me verán, y se alegrarán,
Porque en tu palabra he esperado.

75 Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos,
Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.

76 Sea ahora tu misericordia para consolarme,
Conforme a lo que has dicho a tu siervo.

77 Vengan a mí tus misericordias, para que viva,
Porque tu ley es mi delicia.

78 Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado;
Pero yo meditaré en tus mandamientos.

79 Vuélvanse a mí los que te temen
Y conocen tus testimonios.

80 Sea mi corazón íntegro en tus estatutos,
Para que no sea yo avergonzado.

Caf

81 Desfallece mi alma por tu salvación,
Mas espero en tu palabra.

82 Desfallecieron mis ojos por tu palabra,
Diciendo: ¿Cuándo me consolarás?

83 Porque estoy como el odre al humo;
Pero no he olvidado tus estatutos.

84 ¿Cuántos son los días de tu siervo?
¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen?

85 Los soberbios me han cavado hoyos;
Mas no proceden según tu ley.

86 Todos tus mandamientos son verdad;
Sin causa me persiguen; ayúdame.

87 Casi me han echado por tierra,
Pero no he dejado tus mandamientos.

88 Vivifícame conforme a tu misericordia,
Y guardaré los testimonios de tu boca.

Lámed

89 Para siempre, oh Jehová,
Permanece tu palabra en los cielos.

90 De generación en generación es tu fidelidad;
Tú afirmaste la tierra, y subsiste.

91 Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy,
Pues todas ellas te sirven.

92 Si tu ley no hubiese sido mi delicia,
Ya en mi aflicción hubiera perecido.

93 Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos,
Porque con ellos me has vivificado.

94 Tuyo soy yo, sálvame,
Porque he buscado tus mandamientos.

95 Los impíos me han aguardado para destruirme;
Mas yo consideraré tus testimonios.

96 A toda perfección he visto fin;
Amplio sobremanera es tu mandamiento.

Mem

97 ¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación.

98 Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos,
Porque siempre están conmigo.

99 Más que todos mis enseñadores he entendido,
Porque tus testimonios son mi meditación.

100 Más que los viejos he entendido,
Porque he guardado tus mandamientos;

101 De todo mal camino contuve mis pies,
Para guardar tu palabra.

102 No me aparté de tus juicios,
Porque tú me enseñaste.

103 ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.

104 De tus mandamientos he adquirido inteligencia;
Por tanto, he aborrecido todo camino de mentira.

Nun

105 Lámpara es a mis pies tu palabra,
Y lumbrera a mi camino.

106 Juré y ratifiqué
Que guardaré tus justos juicios.

107 Afligido estoy en gran manera;
Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.

108 Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables los sacrificios voluntarios de mi boca,
Y me enseñes tus juicios.

109 Mi vida está de continuo en peligro,
Mas no me he olvidado de tu ley.

110 Me pusieron lazo los impíos,
Pero yo no me desvié de tus mandamientos.

111 Por heredad he tomado tus testimonios para siempre,
Porque son el gozo de mi corazón.

112 Mi corazón incliné a cumplir tus estatutos
De continuo, hasta el fin.

Sámec

113 Aborrezco a los hombres hipócritas;
Mas amo tu ley.

114 Mi escondedero y mi escudo eres tú;
En tu palabra he esperado.

115 Apartaos de mí, malignos,
Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.

116 Susténtame conforme a tu palabra, y viviré;
Y no quede yo avergonzado de mi esperanza.

117 Sosténme, y seré salvo,
Y me regocijaré siempre en tus estatutos.

118 Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos,
Porque su astucia es falsedad.

119 Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra;
Por tanto, yo he amado tus testimonios.

120 Mi carne se ha estremecido por temor de ti,
Y de tus juicios tengo miedo.

Ayin

121 Juicio y justicia he hecho;
No me abandones a mis opresores.

122 Afianza a tu siervo para bien;
No permitas que los soberbios me opriman.

123 Mis ojos desfallecieron por tu salvación,
Y por la palabra de tu justicia.

124 Haz con tu siervo según tu misericordia,
Y enséñame tus estatutos.

125 Tu siervo soy yo, dame entendimiento
Para conocer tus testimonios.

126 Tiempo es de actuar, oh Jehová,
Porque han invalidado tu ley.

127 Por eso he amado tus mandamientos
Más que el oro, y más que oro muy puro.

128 Por eso estimé rectos todos tus mandamientos sobre todas las cosas,
Y aborrecí todo camino de mentira.

Pe

129 Maravillosos son tus testimonios;
Por tanto, los ha guardado mi alma.

130 La exposición de tus palabras alumbra;
Hace entender a los simples.

131 Mi boca abrí y suspiré,
Porque deseaba tus mandamientos.

132 Mírame, y ten misericordia de mí,
Como acostumbras con los que aman tu nombre.

133 Ordena mis pasos con tu palabra,
Y ninguna iniquidad se enseñoree de mí.

134 Líbrame de la violencia de los hombres,
Y guardaré tus mandamientos.

135 Haz que tu rostro resplandezca sobre tu siervo,
Y enséñame tus estatutos.

136 Ríos de agua descendieron de mis ojos,
Porque no guardaban tu ley.

Tsade

137 Justo eres tú, oh Jehová,
Y rectos tus juicios.

138 Tus testimonios, que has recomendado,
Son rectos y muy fieles.

139 Mi celo me ha consumido,
Porque mis enemigos se olvidaron de tus palabras.

140 Sumamente pura es tu palabra,
Y la ama tu siervo.

141 Pequeño soy yo, y desechado,
Mas no me he olvidado de tus mandamientos.

142 Tu justicia es justicia eterna,
Y tu ley la verdad.

143 Aflicción y angustia se han apoderado de mí,
Mas tus mandamientos fueron mi delicia.

144 Justicia eterna son tus testimonios;
Dame entendimiento, y viviré.

Cof

145 Clamé con todo mi corazón; respóndeme, Jehová,
Y guardaré tus estatutos.

146 A ti clamé; sálvame,
Y guardaré tus testimonios.

147 Me anticipé al alba, y clamé;
Esperé en tu palabra.

148 Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche,
Para meditar en tus mandatos.

149 Oye mi voz conforme a tu misericordia;
Oh Jehová, vivifícame conforme a tu juicio.

150 Se acercaron a la maldad los que me persiguen;
Se alejaron de tu ley.

151 Cercano estás tú, oh Jehová,
Y todos tus mandamientos son verdad.

152 Hace ya mucho que he entendido tus testimonios,
Que para siempre los has establecido.

Resh

153 Mira mi aflicción, y líbrame,
Porque de tu ley no me he olvidado.

154 Defiende mi causa, y redímeme;
Vivifícame con tu palabra.

155 Lejos está de los impíos la salvación,
Porque no buscan tus estatutos.

156 Muchas son tus misericordias, oh Jehová;
Vivifícame conforme a tus juicios.

157 Muchos son mis perseguidores y mis enemigos,
Mas de tus testimonios no me he apartado.

158 Veía a los prevaricadores, y me disgustaba,
Porque no guardaban tus palabras.

159 Mira, oh Jehová, que amo tus mandamientos;
Vivifícame conforme a tu misericordia.

160 La suma de tu palabra es verdad,
Y eterno es todo juicio de tu justicia.

Sin

161 Príncipes me han perseguido sin causa,
Pero mi corazón tuvo temor de tus palabras.

162 Me regocijo en tu palabra
Como el que halla muchos despojos.

163 La mentira aborrezco y abomino;
Tu ley amo.

164 Siete veces al día te alabo
A causa de tus justos juicios.

165 Mucha paz tienen los que aman tu ley,
Y no hay para ellos tropiezo.

166 Tu salvación he esperado, oh Jehová,
Y tus mandamientos he puesto por obra.

167 Mi alma ha guardado tus testimonios,
Y los he amado en gran manera.

168 He guardado tus mandamientos y tus testimonios,
Porque todos mis caminos están delante de ti.

Tau

169 Llegue mi clamor delante de ti, oh Jehová;
Dame entendimiento conforme a tu palabra.

170 Llegue mi oración delante de ti;
Líbrame conforme a tu dicho.

171 Mis labios rebosarán alabanza
Cuando me enseñes tus estatutos.

172 Hablará mi lengua tus dichos,
Porque todos tus mandamientos son justicia.

173 Esté tu mano pronta para socorrerme,
Porque tus mandamientos he escogido.

174 He deseado tu salvación, oh Jehová,
Y tu ley es mi delicia.

175 Viva mi alma y te alabe,
Y tus juicios me ayuden.

176 Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo,
Porque no me he olvidado de tus mandamientos.

viernes, 19 de mayo de 2023

DIA 19 DE MAYO - SALMO 115-118



Dios y los ídolos


Capítulo 115  

1 No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros,
Sino a tu nombre da gloria,
Por tu misericordia, por tu verdad.

2 ¿Por qué han de decir las gentes:
¿Dónde está ahora su Dios?

3 Nuestro Dios está en los cielos;
Todo lo que quiso ha hecho.

4 Los ídolos de ellos son plata y oro,
Obra de manos de hombres.

5 Tienen boca, mas no hablan;
Tienen ojos, mas no ven;

6 Orejas tienen, mas no oyen;
Tienen narices, mas no huelen;

7 Manos tienen, mas no palpan;
Tienen pies, mas no andan;
No hablan con su garganta.

8 Semejantes a ellos son los que los hacen,
Y cualquiera que confía en ellos.

9 Oh Israel, confía en Jehová;
El es tu ayuda y tu escudo.

10 Casa de Aarón, confiad en Jehová;
El es vuestra ayuda y vuestro escudo.

11 Los que teméis a Jehová, confiad en Jehová;
El es vuestra ayuda y vuestro escudo.

12 Jehová se acordó de nosotros; nos bendecirá;
Bendecirá a la casa de Israel;
Bendecirá a la casa de Aarón.

13 Bendecirá a los que temen a Jehová,
A pequeños y a grandes.

14 Aumentará Jehová bendición sobre vosotros;
Sobre vosotros y sobre vuestros hijos.

15 Benditos vosotros de Jehová,
Que hizo los cielos y la tierra.

16 Los cielos son los cielos de Jehová;
Y ha dado la tierra a los hijos de los hombres.

17 No alabarán los muertos a JAH,
Ni cuantos descienden al silencio;

18 Pero nosotros bendeciremos a JAH
Desde ahora y para siempre.
Aleluya.


Acción de gracias por haber sido librado de la muerte

Capítulo 116  

1 Amo a Jehová, pues ha oído
Mi voz y mis súplicas;

2 Porque ha inclinado a mí su oído;
Por tanto, le invocaré en todos mis días.

3 Me rodearon ligaduras de muerte,
Me encontraron las angustias del Seol;
Angustia y dolor había yo hallado.

4 Entonces invoqué el nombre de Jehová, diciendo:
Oh Jehová, libra ahora mi alma.

5 Clemente es Jehová, y justo;
Sí, misericordioso es nuestro Dios.

6 Jehová guarda a los sencillos;
Estaba yo postrado, y me salvó.

7 Vuelve, oh alma mía, a tu reposo,
Porque Jehová te ha hecho bien.

8 Pues tú has librado mi alma de la muerte,
Mis ojos de lágrimas,
Y mis pies de resbalar.

9 Andaré delante de Jehová
En la tierra de los vivientes.

10 Creí; por tanto hablé,
Estando afligido en gran manera.

11 Y dije en mi apresuramiento:
Todo hombre es mentiroso.

12 ¿Qué pagaré a Jehová
Por todos sus beneficios para conmigo?

13 Tomaré la copa de la salvación,
E invocaré el nombre de Jehová.

14 Ahora pagaré mis votos a Jehová
Delante de todo su pueblo.

15 Estimada es a los ojos de Jehová
La muerte de sus santos.

16 Oh Jehová, ciertamente yo soy tu siervo,
Siervo tuyo soy, hijo de tu sierva;
Tú has roto mis prisiones.

17 Te ofreceré sacrificio de alabanza,
E invocaré el nombre de Jehová.

18 A Jehová pagaré ahora mis votos
Delante de todo su pueblo,

19 En los atrios de la casa de Jehová,
En medio de ti, oh Jerusalén.
Aleluya.


Alabanza por la misericordia de Jehová

Capítulo 117  

1 Alabad a Jehová, naciones todas;
Pueblos todos, alabadle.

2 Porque ha engrandecido sobre nosotros su misericordia,
Y la fidelidad de Jehová es para siempre.
Aleluya.


Acción de gracias por la salvación recibida de Jehová

Capítulo 118  

1 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.

2 Diga ahora Israel,
Que para siempre es su misericordia.

3 Diga ahora la casa de Aarón,
Que para siempre es su misericordia.

4 Digan ahora los que temen a Jehová,
Que para siempre es su misericordia.

5 Desde la angustia invoqué a JAH,
Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso.

6 Jehová está conmigo; no temeré
Lo que me pueda hacer el hombre.

7 Jehová está conmigo entre los que me ayudan;
Por tanto, yo veré mi deseo en los que me aborrecen.

8 Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en el hombre.

9 Mejor es confiar en Jehová
Que confiar en príncipes.

10 Todas las naciones me rodearon;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

11 Me rodearon y me asediaron;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

12 Me rodearon como abejas; se enardecieron como fuego de espinos;
Mas en el nombre de Jehová yo las destruiré.

13 Me empujaste con violencia para que cayese,
Pero me ayudó Jehová.

14 Mi fortaleza y mi cántico es JAH,
Y él me ha sido por salvación.

15 Voz de júbilo y de salvación hay en las tiendas de los justos;
La diestra de Jehová hace proezas.

16 La diestra de Jehová es sublime;
La diestra de Jehová hace valentías.

17 No moriré, sino que viviré,
Y contaré las obras de JAH.

18 Me castigó gravemente JAH,
Mas no me entregó a la muerte.

19 Abridme las puertas de la justicia;
Entraré por ellas, alabaré a JAH.

20 Esta es puerta de Jehová;
Por ella entrarán los justos.

21 Te alabaré porque me has oído,
Y me fuiste por salvación.

22 La piedra que desecharon los edificadores
Ha venido a ser cabeza del ángulo.

23 De parte de Jehová es esto,
Y es cosa maravillosa a nuestros ojos.

24 Este es el día que hizo Jehová;
Nos gozaremos y alegraremos en él.

25 Oh Jehová, sálvanos ahora, te ruego;
Te ruego, oh Jehová, que nos hagas prosperar ahora.

26 Bendito el que viene en el nombre de Jehová;
Desde la casa de Jehová os bendecimos.

27 Jehová es Dios, y nos ha dado luz;
Atad víctimas con cuerdas a los cuernos del altar.

28 Mi Dios eres tú, y te alabaré;
Dios mío, te exaltaré.

29 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.

jueves, 18 de mayo de 2023

DIA 18 DE MAYO - SALMO 112-114



Prosperidad del que teme a Jehová
Aleluya.

Capítulo 112  

1 Bienaventurado el hombre que teme a Jehová,
Y en sus mandamientos se deleita en gran manera.

2 Su descendencia será poderosa en la tierra;
La generación de los rectos será bendita.

3 Bienes y riquezas hay en su casa,
Y su justicia permanece para siempre.

4 Resplandeció en las tinieblas luz a los rectos;
Es clemente, misericordioso y justo.

5 El hombre de bien tiene misericordia, y presta;
Gobierna sus asuntos con juicio,

6 Por lo cual no resbalará jamás;
En memoria eterna será el justo.

7 No tendrá temor de malas noticias;
Su corazón está firme, confiado en Jehová.

8 Asegurado está su corazón; no temerá,
Hasta que vea en sus enemigos su deseo.

9 Reparte, da a los pobres;
Su justicia permanece para siempre;
Su poder será exaltado en gloria.

10 Lo verá el impío y se irritará;
Crujirá los dientes, y se consumirá.
El deseo de los impíos perecerá.


Dios levanta al pobre
Aleluya.

Capítulo 113  

1 Alabad, siervos de Jehová,
Alabad el nombre de Jehová.

2 Sea el nombre de Jehová bendito
Desde ahora y para siempre.

3 Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone,
Sea alabado el nombre de Jehová.

4 Excelso sobre todas las naciones es Jehová,
Sobre los cielos su gloria.

5 ¿Quién como Jehová nuestro Dios,
Que se sienta en las alturas,

6 Que se humilla a mirar
En el cielo y en la tierra?

7 El levanta del polvo al pobre,
Y al menesteroso alza del muladar,

8 Para hacerlos sentar con los príncipes,
Con los príncipes de su pueblo.

9 El hace habitar en familia a la estéril,
Que se goza en ser madre de hijos.
Aleluya.


Las maravillas del Exodo

Capítulo 114  

1 Cuando salió Israel de Egipto,
La casa de Jacob del pueblo extranjero,

2 Judá vino a ser su santuario,
E Israel su señorío.

3 El mar lo vio, y huyó;
El Jordán se volvió atrás.

4 Los montes saltaron como carneros,
Los collados como corderitos.

5 ¿Qué tuviste, oh mar, que huiste?
¿Y tú, oh Jordán, que te volviste atrás?

6 Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros,
Y vosotros, collados, como corderitos?

7 A la presencia de Jehová tiembla la tierra,
A la presencia del Dios de Jacob,

8 El cual cambió la peña en estanque de aguas,
Y en fuente de aguas la roca.

miércoles, 17 de mayo de 2023

DIA 17 DE MAYO - SALMO 109-111



Clamor de venganza
Al músico principal. Salmo de David.

Capítulo 109  

1 Oh Dios de mi alabanza, no calles;

2 Porque boca de impío y boca de engañador se han abierto contra mí;
Han hablado de mí con lengua mentirosa;

3 Con palabras de odio me han rodeado,
Y pelearon contra mí sin causa.

4 En pago de mi amor me han sido adversarios;
Mas yo oraba.

5 Me devuelven mal por bien,
Y odio por amor.

6 Pon sobre él al impío,
Y Satanás esté a su diestra.

7 Cuando fuere juzgado, salga culpable;
Y su oración sea para pecado.

8 Sean sus días pocos;
Tome otro su oficio.

9 Sean sus hijos huérfanos,
Y su mujer viuda.

10 Anden sus hijos vagabundos, y mendiguen;
Y procuren su pan lejos de sus desolados hogares.

11 Que el acreedor se apodere de todo lo que tiene,
Y extraños saqueen su trabajo.

12 No tenga quien le haga misericordia,
Ni haya quien tenga compasión de sus huérfanos.

13 Su posteridad sea destruida;
En la segunda generación sea borrado su nombre.

14 Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres,
Y el pecado de su madre no sea borrado.

15 Estén siempre delante de Jehová,
Y él corte de la tierra su memoria,

16 Por cuanto no se acordó de hacer misericordia,
Y persiguió al hombre afligido y menesteroso,
Al quebrantado de corazón, para darle muerte.

17 Amó la maldición, y ésta le sobrevino;
Y no quiso la bendición, y ella se alejó de él.

18 Se vistió de maldición como de su vestido,
Y entró como agua en sus entrañas,
Y como aceite en sus huesos.

19 Séale como vestido con que se cubra,
Y en lugar de cinto con que se ciña siempre.

20 Sea este el pago de parte de Jehová a los que me calumnian,
Y a los que hablan mal contra mi alma.

21 Y tú, Jehová, Señor mío, favoréceme por amor de tu nombre;
Líbrame, porque tu misericordia es buena.

22 Porque yo estoy afligido y necesitado,
Y mi corazón está herido dentro de mí.

23 Me voy como la sombra cuando declina;
Soy sacudido como langosta.

24 Mis rodillas están debilitadas a causa del ayuno,
Y mi carne desfallece por falta de gordura.

25 Yo he sido para ellos objeto de oprobio;
Me miraban, y burlándose meneaban su cabeza.

26 Ayúdame, Jehová Dios mío;
Sálvame conforme a tu misericordia.

27 Y entiendan que esta es tu mano;
Que tú, Jehová, has hecho esto.

28 Maldigan ellos, pero bendice tú;
Levántense, mas sean avergonzados, y regocíjese tu siervo.

29 Sean vestidos de ignominia los que me calumnian;
Sean cubiertos de confusión como con manto.

30 Yo alabaré a Jehová en gran manera con mi boca,
Y en medio de muchos le alabaré.

31 Porque él se pondrá a la diestra del pobre,
Para librar su alma de los que le juzgan.


Jehová da dominio al rey
Salmo de David.

Capítulo 110  

1 Jehová dijo a mi Señor:
Siéntate a mi diestra,
Hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

2 Jehová enviará desde Sion la vara de tu poder;
Domina en medio de tus enemigos.

3 Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu poder,
En la hermosura de la santidad.
Desde el seno de la aurora
Tienes tú el rocío de tu juventud.

4 Juró Jehová, y no se arrepentirá:
Tú eres sacerdote para siempre
Según el orden de Melquisedec.

5 El Señor está a tu diestra;
Quebrantará a los reyes en el día de su ira.

6 Juzgará entre las naciones,
Las llenará de cadáveres;
Quebrantará las cabezas en muchas tierras.

7 Del arroyo beberá en el camino,
Por lo cual levantará la cabeza.


Dios cuida de su pueblo
Aleluya.

Capítulo 111  

1 Alabaré a Jehová con todo el corazón
En la compañía y congregación de los rectos.

2 Grandes son las obras de Jehová,
Buscadas de todos los que las quieren.

3 Gloria y hermosura es su obra,
Y su justicia permanece para siempre.

4 Ha hecho memorables sus maravillas;
Clemente y misericordioso es Jehová.

5 Ha dado alimento a los que le temen;
Para siempre se acordará de su pacto.

6 El poder de sus obras manifestó a su pueblo,
Dándole la heredad de las naciones.

7 Las obras de sus manos son verdad y juicio;
Fieles son todos sus mandamientos,

8 Afirmados eternamente y para siempre,
Hechos en verdad y en rectitud.

9 Redención ha enviado a su pueblo;
Para siempre ha ordenado su pacto;
Santo y temible es su nombre.

10 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Buen entendimiento tienen todos los que practican sus mandamientos;
Su loor permanece para siempre.

martes, 16 de mayo de 2023

DIA 16 DE MAYO - SALMO 106-108



La rebeldía de Israel

Capítulo 106  

1 Aleluya.
Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.

2 ¿Quién expresará las poderosas obras de Jehová?
¿Quién contará sus alabanzas?

3 Dichosos los que guardan juicio,
Los que hacen justicia en todo tiempo.

4 Acuérdate de mí, oh Jehová, según tu benevolencia para con tu pueblo;
Visítame con tu salvación,

5 Para que yo vea el bien de tus escogidos,
Para que me goce en la alegría de tu nación,
Y me gloríe con tu heredad.

6 Pecamos nosotros, como nuestros padres;
Hicimos iniquidad, hicimos impiedad.

7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas;
No se acordaron de la muchedumbre de tus misericordias,
Sino que se rebelaron junto al mar, el Mar Rojo.

8 Pero él los salvó por amor de su nombre,
Para hacer notorio su poder.

9 Reprendió al Mar Rojo y lo secó,
Y les hizo ir por el abismo como por un desierto.

10 Los salvó de mano del enemigo,
Y los rescató de mano del adversario.

11 Cubrieron las aguas a sus enemigos;
No quedó ni uno de ellos.

12 Entonces creyeron a sus palabras
Y cantaron su alabanza.

13 Bien pronto olvidaron sus obras;
No esperaron su consejo.

14 Se entregaron a un deseo desordenado en el desierto;
Y tentaron a Dios en la soledad.

15 Y él les dio lo que pidieron;
Mas envió mortandad sobre ellos.

16 Tuvieron envidia de Moisés en el campamento,
Y contra Aarón, el santo de Jehová.

17 Entonces se abrió la tierra y tragó a Datán,
Y cubrió la compañía de Abiram.

18 Y se encendió fuego en su junta;
La llama quemó a los impíos.

19 Hicieron becerro en Horeb,
Se postraron ante una imagen de fundición.

20 Así cambiaron su gloria
Por la imagen de un buey que come hierba.

21 Olvidaron al Dios de su salvación,
Que había hecho grandezas en Egipto,

22 Maravillas en la tierra de Cam,
Cosas formidables sobre el Mar Rojo.

23 Y trató de destruirlos,
De no haberse interpuesto Moisés su escogido delante de él,
A fin de apartar su indignación para que no los destruyese.

24 Pero aborrecieron la tierra deseable;
No creyeron a su palabra,

25 Antes murmuraron en sus tiendas,
Y no oyeron la voz de Jehová.

26 Por tanto, alzó su mano contra ellos
Para abatirlos en el desierto,

27 Y humillar su pueblo entre las naciones,
Y esparcirlos por las tierras.

28 Se unieron asimismo a Baal-peor,
Y comieron los sacrificios de los muertos.

29 Provocaron la ira de Dios con sus obras,
Y se desarrolló la mortandad entre ellos.

30 Entonces se levantó Finees e hizo juicio,
Y se detuvo la plaga;

31 Y le fue contado por justicia
De generación en generación para siempre.

32 También le irritaron en las aguas de Meriba;
Y le fue mal a Moisés por causa de ellos,

33 Porque hicieron rebelar a su espíritu,
Y habló precipitadamente con sus labios.

34 No destruyeron a los pueblos
Que Jehová les dijo;

35 Antes se mezclaron con las naciones,
Y aprendieron sus obras,

36 Y sirvieron a sus ídolos,
Los cuales fueron causa de su ruina.

37 Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios,

38 Y derramaron la sangre inocente, la sangre de sus hijos y de sus hijas,
Que ofrecieron en sacrificio a los ídolos de Canaán,
Y la tierra fue contaminada con sangre.

39 Se contaminaron así con sus obras,
Y se prostituyeron con sus hechos.

40 Se encendió, por tanto, el furor de Jehová sobre su pueblo,
Y abominó su heredad;

41 Los entregó en poder de las naciones,
Y se enseñorearon de ellos los que les aborrecían.

42 Sus enemigos los oprimieron,
Y fueron quebrantados debajo de su mano.

43 Muchas veces los libró;
Mas ellos se rebelaron contra su consejo,
Y fueron humillados por su maldad.

44 Con todo, él miraba cuando estaban en angustia,
Y oía su clamor;

45 Y se acordaba de su pacto con ellos,
Y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.

46 Hizo asimismo que tuviesen de ellos misericordia todos los que los tenían cautivos.

47 Sálvanos, Jehová Dios nuestro,
Y recógenos de entre las naciones,
Para que alabemos tu santo nombre,
Para que nos gloriemos en tus alabanzas.

48 Bendito Jehová Dios de Israel,
Desde la eternidad y hasta la eternidad;
Y diga todo el pueblo, Amén.
Aleluya.


Dios libra de la aflicción

Capítulo 107  

1 Alabad a Jehová, porque él es bueno;
Porque para siempre es su misericordia.

2 Díganlo los redimidos de Jehová,
Los que ha redimido del poder del enemigo,

3 Y los ha congregado de las tierras,
Del oriente y del occidente,
Del norte y del sur.

4 Anduvieron perdidos por el desierto, por la soledad sin camino,
Sin hallar ciudad en donde vivir.

5 Hambrientos y sedientos,
Su alma desfallecía en ellos.

6 Entonces clamaron a Jehová en su angustia,
Y los libró de sus aflicciones.

7 Los dirigió por camino derecho,
Para que viniesen a ciudad habitable.

8 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

9 Porque sacia al alma menesterosa,
Y llena de bien al alma hambrienta.

10 Algunos moraban en tinieblas y sombra de muerte,
Aprisionados en aflicción y en hierros,

11 Por cuanto fueron rebeldes a las palabras de Jehová,
Y aborrecieron el consejo del Altísimo.

12 Por eso quebrantó con el trabajo sus corazones;
Cayeron, y no hubo quien los ayudase.

13 Luego que clamaron a Jehová en su angustia,
Los libró de sus aflicciones;

14 Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte,
Y rompió sus prisiones.

15 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

16 Porque quebrantó las puertas de bronce,
Y desmenuzó los cerrojos de hierro.

17 Fueron afligidos los insensatos, a causa del camino de su rebelión
Y a causa de sus maldades;

18 Su alma abominó todo alimento,
Y llegaron hasta las puertas de la muerte.

19 Pero clamaron a Jehová en su angustia,
Y los libró de sus aflicciones.

20 Envió su palabra, y los sanó,
Y los libró de su ruina.

21 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres;

22 Ofrezcan sacrificios de alabanza,
Y publiquen sus obras con júbilo.

23 Los que descienden al mar en naves,
Y hacen negocio en las muchas aguas,

24 Ellos han visto las obras de Jehová,
Y sus maravillas en las profundidades.

25 Porque habló, e hizo levantar un viento tempestuoso,
Que encrespa sus ondas.

26 Suben a los cielos, descienden a los abismos;
Sus almas se derriten con el mal.

27 Tiemblan y titubean como ebrios,
Y toda su ciencia es inútil.

28 Entonces claman a Jehová en su angustia,
Y los libra de sus aflicciones.

29 Cambia la tempestad en sosiego,
Y se apaciguan sus ondas.

30 Luego se alegran, porque se apaciguaron;
Y así los guía al puerto que deseaban.

31 Alaben la misericordia de Jehová,
Y sus maravillas para con los hijos de los hombres.

32 Exáltenlo en la congregación del pueblo,
Y en la reunión de ancianos lo alaben.

33 El convierte los ríos en desierto,
Y los manantiales de las aguas en sequedales;

34 La tierra fructífera en estéril,
Por la maldad de los que la habitan.

35 Vuelve el desierto en estanques de aguas,
Y la tierra seca en manantiales.

36 Allí establece a los hambrientos,
Y fundan ciudad en donde vivir.

37 Siembran campos, y plantan viñas,
Y rinden abundante fruto.

38 Los bendice, y se multiplican en gran manera;
Y no disminuye su ganado.

39 Luego son menoscabados y abatidos
A causa de tiranía, de males y congojas.

40 El esparce menosprecio sobre los príncipes,
Y les hace andar perdidos, vagabundos y sin camino.

41 Levanta de la miseria al pobre,
Y hace multiplicar las familias como rebaños de ovejas.

42 Véanlo los rectos, y alégrense,
Y todos los malos cierren su boca.

43 ¿Quién es sabio y guardará estas cosas,
Y entenderá las misericordias de Jehová?


Petición de ayuda contra el enemigo
(Sal. 57.7-11; 60.5-12)
Cántico. Salmo de David.

Capítulo 108  

1 Mi corazón está dispuesto, oh Dios;
Cantaré y entonaré salmos; esta es mi gloria.

2 Despiértate, salterio y arpa;
Despertaré al alba.

3 Te alabaré, oh Jehová, entre los pueblos;
A ti cantaré salmos entre las naciones.

4 Porque más grande que los cielos es tu misericordia,
Y hasta los cielos tu verdad.

5 Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios,
Y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria.

6 Para que sean librados tus amados,
Salva con tu diestra y respóndeme.

7 Dios ha dicho en su santuario: Yo me alegraré;
Repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

8 Mío es Galaad, mío es Manasés,
Y Efraín es la fortaleza de mi cabeza;
Judá es mi legislador.

9 Moab, la vasija para lavarme;
Sobre Edom echaré mi calzado;
Me regocijaré sobre Filistea.

10 ¿Quién me guiará a la ciudad fortificada?
¿Quién me guiará hasta Edom?

11 ¿No serás tú, oh Dios, que nos habías desechado,
Y no salías, oh Dios, con nuestros ejércitos?

12 Danos socorro contra el adversario,
Porque vana es la ayuda del hombre.

13 En Dios haremos proezas,
Y él hollará a nuestros enemigos.